Apenas cinco personas ejercían su derecho a voto sobre las 10.40 de la mañana en las distintas mesas del colegio Trajano, situado pegado a la Plaza de España de Mérida, en el centro de la ciudad. En las urnas se observan unos pocos votos y son más los apoderados y los miembros de las mesas que los votantes a esta hora.
“Aquí suelen venir después de misa” explica uno de esos apoderados que, no obstante, espera poca afluencia de votantes a lo largo de la jornada, al considerar que los comicios están marcados por la desafección.
Escribe desde allí Iñigo Aduriz