Condena a seis constructoras del AVE gallego a pagar a un obrero mil horas extra por jornadas de 12 horas y seis días a la semana
Seis empresas constructoras del AVE entre Galicia y la Meseta acaban de ser condenadas a pagar a un obrero más de 10.000 euros en concepto de unas mil horas extra no abonadas durante diez meses en los que tuvo jornadas de trabajo de doce horas diarias, de ocho de la mañana a ocho de la tarde, con una hora para comer, cinco e incluso seis días a la semana. La sentencia, del pasado día 10 de este mes de octubre, la divulga ahora el sindicato CIG, para quien “explica la alta siniestralidad” de las obras del AVE gallego, que ese mismo día de la pasada semana registraba un nuevo fallecido, el noveno desde que comenzaron los trabajos en 2001, seis de ellos desde 2013, cuando se intensificaron en la línea de conexión con la Meseta. Un juzgado de Verín (Ourense) tiene abierta una investigación penal por delitos contra los trabajadores por esos fallecimientos.
La sentencia ahora conocida del juzgado de lo Social número 1 de Ourense condena a la empresa Revestimientos Túneles y Encofrados SL, para la que trabajaba el obrero como oficial de segunda, pero también, de manera solidaria, a las otras constructoras que la habían subcontratado a través de la Unión Temporal de Empresas (UTE) Portocamba, que en 2012 se adjudicó el tramo Campobecerros- Portocamba por 84 millones de euros: Sacyr SA, Río Valle Construcción y Obra Pública SL, Cavosa Obras y Proyectos SA y Construcciones Mariano López Navarro SA. En el juicio sólo compareció la propia UTE.
Según la sentencia, el trabajador fue contratado en julio de 2015 y prestó servicios hasta diciembre de 2017, poco antes de que Adif diese por finalizados los trabajos de ese tramo en febrero de este mismo año. El juez da por probado que “realizó la siguiente jornada y horario: 1ª jornada de lunes a viernes en horario de 8 a 20 horas con una hora para comer, 2ª jornada de lunes a sábado en horario de 8 a 20 horas con una hora para comer”. Y calcula a continuación cuántas de esas horas superaron, a lo largo de diez meses de trabajo durante 2017, lo que debiera ser la jornada ordinaria máxima, concluyendo que fueron alrededor de mil horas extra, a las que añade vacaciones no disfrutadas por el trabajador, por lo que cifra en un total de 10.793,35 euros la cuantía que las seis empresas tienen ahora que abonarle.
Las laborales no son las únicas irregularidades cometidas por la UTE Portocamba en la construcción del tramo Campobecerros-Portocamba, obras por las que recibió por lo menos tres sanciones de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, reveladas por Praza.gal. Una de ellas fue por el “desvío y entubado del cauce” del regato Foxo Vello que desapareció por completo a lo largo de varios cientos de metros “causando daños al dominio público hidráulico”. La sanción fue de sólo 7.588 euros, el 0,009% de los 84 millones de euros por los que se adjudicó el tramo.
Concentraciones de la CIG
Para la CIG la nueva sentencia laboral, emitida el mismo día en el que moría el noveno trabajador en las obras del AVE, “explica la alta siniestralidad en los tramos del AVE y la dejadez absoluta de los órganos de control de abusos del Estado para impedir este tipo de situaciones”. Esa situación llevó al sindicato a presentar una denuncia que provocó la apertura a principios de este año de una instrucción penal en un juzgado de Verín por delito contra los trabajadores. Ahora, tras la última muerte, que el sindicato pide que se incorpore a la investigación judicial, la CIG ha convocado concentraciones de protesta en la plaza del Ayuntamiento de Verín y en el tramo de la obra del túnel de Cerdedelo, en Laza, en el que se registró el último fallecimiento.
El sindicato critica que la administración “hace oídos sordos a este grave problema, que apareja que operarios que acuden a su puesto de trabajo se jueguen la vida en jornadas interminables y, en muchos casos, sin las medidas de seguridad preceptivas”. Un “problema aún más grave cuando se habla del colectivo de trabajadoras/es transfronterizos”, en referencia a los obreros portugueses, “que sufren en mayor medida la arbitrariedad y la desprotección”. La CIG también critica que, a pesar de esta situación, esta misma semana, apenas cinco días después de la última muerte, el director de construcción de Adif y el delegado del Gobierno en Galicia visitasen la zona “para celebrar el avance de las obras”.
