La expulsión de los ediles del PSdeG desactiva la moción de censura en Vimianzo
“No va a haber moción de censura”. El alcalde de Vimianzo, Manuel Antelo (BNG), ratificaba esta tarde, ante la prensa y apoyado por vecinos y vecinas de la localidad, que la operación ideada por siete ediles de la corporación -los grupos del PP y del PSdeG sin sus portavoces junto a Independientes por Vimianzo (IxV)- acababa de ser doblemente desactivada. La moción quedó invalidada, según un informe del secretario municipal, por no “reunir los requisitos” legales, a saber: primero tenía que ser el propio secretario quien validase el documento y, posteriormente, tendría que ser registrada. Advertidos de ese defecto formal los ediles censores intentaron este martes volver a tramitar la moción, esta vez por el cauce idóneo, pero dos de ellos acababan de ser expulsados del PSdeG. Y en este punto la moción sí quedaba invalidada.
Al contrario de lo que sucedió en las diversas censuras realizadas en ayuntamientos gallegos a lo largo del pasado mandato municipal, a la de Vimianzo ya le afectaba la reforma de la ley electoral, según la cual para aprobar una moción en la que estén implicados concejales considerados tránsfugas por sus partidos no basta con que cuenten con la mayoría absoluta del pleno -en este caso la tenían-, sino que precisan un o una edil más por cada tránsfuga implicado. Así las cosas, precisarían dos firmas más con las que no cuentan y la censura no llegará a buen puerto. “El pueblo de Vimianzo ordenó no a la corrupción”, resume el alcalde.
Mientras en el Ayuntamiento vimiancés Antelo informaba del cambio de rumbo de los acontecimientos, en un conocido hotel compostelano tres de los ediles censores explicaban su versión de los hechos. Quienes comparecieron ante la prensa fueron José Manuel Rodríguez, el ahora ex socialista que había sido propuesto como candidato a la alcaldía en la moción de censura, y dos de los tres miembros del grupo municipal de IxV, Manuel Soto y Mónica Rodríguez. Los tres aseguran que están valorando recurrir a la Justicia porque el sábado, cuando fueron a registrar la moción, “no estaba la secretaria” municipal. Según Soto, el propio alcalde también “desapareció” para así impedir que la moción se tramitara.
Pero las amenazas sobre posibles acciones legales se extienden también a las direcciones del PSdeG y del PSOE. Según Rodríguez, él mismo acudió a la sede nacional de los socialistas gallegos para consultar si seguía constando como afiliado del partido y allí no fue informado. En este escenario, optó por acudir a la sede federal socialista, en Madrid, donde “me dicen que soy afiliado de toda ley”. Justo después, de vuelta en Galicia, termina, es informado de que en el Ayuntamiento de Vimianzo ya fue registrado un escrito, con fecha de 4 de marzo, en el que el PSOE notificaba su baja como afiliado. Esto, acusa, se produjo sin que se le diese derecho a “audiencia”.
La cuestión procedimental fue, no obstante, residual en la comparecencia de Rodríguez, quien invirtió notablemente más tiempo en cargar contra el que ya es su ex partido y también contra el BNG. Antelo, acusa, está “haciendo una política rastrera, con amenazas, ataques a funcionarios” y por eso “yo hablé con Fran Caamaño”, secretario general del PSdeG en la Coruña, para que “hablara con Jorquera”, portavoz parlamentario del Bloque, “para que parara el acoso y estábamos dispuestos a parar la moción”. No obstante, advierte, la operación “le iba a dar una alcaldía al PSOE, que no tiene tantas”.
Según Rodríguez, las alertas lanzadas por el alcalde sobre las “corruptelas” desarrolladas en el Ayuntamiento durante años no son más que “para machacarnos, como hace el BNG en todos los sitios” y eso también valora denunciarlo. Mientras, dice Soto, de IxV, la “mayoría silenciosa” de la villa comenzó a sentir “alegría” por la presentación de la censura. La existencia de esa supuesta mayoría, asegura, “la va a comprobar” el alcalde “cuando vuelva a haber elecciones”. Capítulo final, al menos de momento.