Feijóo utiliza los papeles secretos de las cajas para aferrarse a su defensa de la fusión
Última sesión de control al presidente en el período de sesiones, último lío. Alberto Núñez Feijóo no se enfrentará de nuevo a las preguntas de la oposición hasta el mes de octubre y, antes del descanso, el presidente de la Xunta tuvo que atender algunas de las cuestiones que vienen siendo centro de su segundo mandato, a saber: las malogradas cajas y su relación con el narcotraficante Marcial Dorado. Las cajas y, concretamente, la investigación sobre lo que pasó con ellas, fueron, en buena medida, protagonistas de una sesión que fue víctima de los daños colaterales de la declaración de secreto que pesa sobre la documentación con la que trabaja la comisión. Insinuaciones, amenazas de revelaciones y un presidente aferrado a la defensa de la fusión de Caixanova y Caixa Galicia apoyada, precisamente, en los documentos que la ciudadanía tiene prohibido conocer.
“A pesar de los obstáculos que pusieron ahora sabemos que todas las emisiones de preferentes tuvieron lugar con gobiernos del PPdeG” le reprochó el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, quien cesura la “manipulación” gubernamental para que, por ejemplo, este conflicto no trascienda a los medios públicos sin toda su crudeza. “Le dijo a la ciudadanía que el trabajo que hizo KPMG era una auditoría y es falso, es un cuaderno de ventas por el que usted pagó 1,3 millones de euros, con el que mintió diciéndole a nuestro país que recomendaba una fusión de las cajas; mentira, no la recomienda!”, afirmó la viceportavoz de AGE, Yolanda Díaz, quien reclamó “explicaciones” y el fin de las “mentiras”.
Tanto Jorquera como Díaz y también el secretario general del PSdeG, Pachi Vázquez, obtuvieron como respuesta parte de los datos que, supuestamente, está prohibido revelar. Entre una marea de las ya habituales críticas al bipartito y de alusiones a una supuesta incapacidad de la oposición para leer los documentos, el presidente mantuvo que, “si le interesara”, la parlamentaria de Alternativa “habría perfectamente conocido” que no sólo existe la “auditoría” encargada por la Xunta -que, según reveló Faro de Vigo, no recomendaba la fusión-, sino que “hay ocho informes de auditoría”, siete de ellos encargados por las propias entidades, que “proponen” vías como “una fusión con entidades de fuera”, “modificar la ley para ampliar la edad de los consejeros de las cajas” o la propia “fusión gallega”.
“Es una pena que no tomemos en serio lo que es serio”, reflexionó Feijóo, en cuya opinión AGE debería sustituir los “insultos” por “trabajar”. “Usted ha leído las auditorías” y “todas coincidían”, dice, en que “ninguna de las cajas podía continuar” en solitario y “la única solución que tenían era fusionarse, o bien con entidades de fuera o bien intentar una fusión para que haya una entidad financiera en Galicia”. “Si en vez de ir de observadores fuesen a trabajar seguro que se podrían enterar de algo”, espetó el jefe del Ejecutivo antes de obviar el carácter secreto de los papeles para insistir en que “toda la información que tiene Galicia está aquí”. Justo después, para culminar, el líder de la derecha desprendió su gobierno de toda responsabilidad en el fracaso de la fusión, descargándola exclusivamente en los cambios de normas y de exigencias de capital decididos por el Banco de España y por el Gobierno de Zapatero. AGE, por su parte, se comprometió a “divulgar” el contenido de la auditoría.