Feijóo, interpelado por la Pokémon, acaba pidiéndoles explicaciones a AGE y BNG
Más bronca que explicaciones. Después de que el PP vetara, primero en Junta de Portavoces y después en pleno, que el jefe del Gobierno gallego compareciera en el Parlamento para, como pedía el PSdeG, dar cuentas sobre los casos de presunta corrupción que afectan al PP y, más concretamente, sobre el Ayuntamiento de Santiago, Alberto Núñez Feijóo se veía este miércoles forzado a responder a instancias de AGE y del BNG. Los portavoces de ambos grupos, Yolanda Díaz y Francisco Jorquera, le pidieron cuentas al presidente. Pero fueron por explicaciones y terminaron siendo instados a explicarse, ya fuera por sus actuaciones ante casos de supuestas conductas irregulares, por sus decisiones en gobiernos locales o incluso por su actitud durante los plenos de la Cámara.
El encargado de abrir fuego fue Jorquera. En dos intervenciones que suscitaron aplausos en los tres grupos de la oposición, el nacionalista quiso saber “a que se refería” el presidente “cuando dijo que lo que pasa en Santiago no es normal”. “Que tuviera que dimitir el que era látigo del botellón y fue sorprendido ebrio al volante [Ángel Espadas]” y “ahora está en prisión preventiva”, “la dimisión de Conde Roa tras ser imputado por fraude a Hacienda”, “la doble imputación de su sustituto en la Alcaldía”... “Lo que está pasando no es normal” y que Feijóo lo diga “es una demostración de su extraordinaria sagacidad”, ironiza el nacionalista, si bien “la situación de Santiago no es para tomar a broma, por mucho que roce el esperpento”.
Feijóo “tiene que tomar medidas” y, ante la “alarma social” y la “ingobernabilidad” reinantes, en la capital de Galicia sólo cabe la “disolución” de la corporación municipal y la convocatoria de elecciones“. Pero el Bloque no encontró explicaciones en el lado del presidente. Sí encontró un recado dirigido al PP de Santiago, ”cada uno es responsable de lo que hace“ y ”tiene que responder ante la ley“, ya sea ”concejal, alcalde, consejero o presidente“, y múltiples peticiones de explicaciones dirigidas, precisamente, al Bloque. Jorquera, dice Feijóo, debería ”contestar que es lo que hace su partido en el Ayuntamiento de Lugo“ o ”lo que hizo en el Ayuntamiento de Santiago“, o ”en Ourense“. Además, tanto ”en el Pokémon“ cómo ”en el Campeón“ están ”el PSOE y el BNG, también“.
Bronca y marcha de Beiras
“Usted sigue siendo el campeón del escaqueo”, reprochó Jorquera. Entre acusaciones de “bipartitos en la sombra” y de contratar con empresas ahora investigadas, Feijóo iba subiendo la temperatura de la bancada de la oposición, de la que no acepta “lecciones”. En este clima llegó la pregunta de AGE. “Un fantasma recorre el PP, la corrupción”, parafraseó Yolanda Díaz, en cuya opinión sólo “terminar con este asqueroso espectáculo” sólo “depende” de Feijóo. Decir “que no es normal es tanto como no decir nada” y no dar respuestas ni tomar decisiones “lo convierte en cómplice”. “Demuestre que cree en la democracia y reclame la convocatoria de elecciones municipales en Compostela”, retó. Pero, como el Bloque, la pregunta de Alternativa también rebotó en el muro presidencial.
“Es una buena reflexión lo de respetar la democracia” y por eso, contestó Feijóo, AGE debería “respetar las instituciones” y no “salvaguardarse en la inmunidad parlamentaria para decir que un partido es un nido de corruptos”. También tiene que “respetar las sentencias y no decir que la Audiencia Nacional es un tribunal franquista”, y “respetar las instituciones y al que habla en el Parlamento en el uso de la palabra”.
“Me gustaría que respetara esta institución y respondiera a las preguntas”, insistió Díaz, ya que “la corrupción es un robo” que sucede mientras, sólo en Compostela, hay 5.000 personas en la pobreza extrema“. Pero Feijóo, lamenta, ”sigue en su particular versión del dejar hacer, dejar pasar que inspira el liberalismo económico“. ”Le reitero que estamos de acuerdo en extirpar cualquier comportamiento corrupto y yo le pido que respete las instituciones“. La enésima interpelación del presidente a la oposición soliviantó aun más la bancada de la oposición, con sonoras protestas de Xosé Manuel Beiras, que abandonó el hemiciclo -”voy a fumar un pitillo“, ironizó-.
El presidente culpa al PSdeG de “votar en contra” del dique flotante horas después de que el PP lo rechazara
“No quiere saber nada de la corrupción ni de la alarma social” en Santiago, pero “tampoco del ataque sistemático del Gobierno de Rajoy a los intereses de este país”. El secretario general del PSdeG, Pachi Vázquez, cuestionaba este miércoles el presidente de la Xunta sobre la situación del “tejido industrial y social” de Galicia, toda vez que la intención de los socialistas era que las explicaciones sobre el Ayuntamiento de Santiago llegaran en una comparecencia específica. “No le voy a hacer preguntas, lo voy a acusar directamente de ser el cómplice necesario del señor Rajoy para ocultar la corrupción y para desmantelar el tejido empresarial y social de este país”, acusó Vázquez, que lamenta que Feijóo siga “engañando permanentemente” y que, este mismo martes, “mientras votábamos un acuerdo con usted” en el Parlamento de Galicia “para apoyar el dique de Navantia”, “en Madrid” el PP “votaba en contra” de ese mismo dique.
Según Feijóo sus únicas “complicidades” son para que “Galicia mantenga 3.000 millones de fondos europeos”, de que en 2013 “un tercio de las inversiones del AVE” sean para Galicia o de que “por primera vez, un Gobierno de España tome en serio el sector lácteo”. Al margen de esto, afirma, la Xunta “está haciendo lo que piden en Ferrol, conseguir trabajo para el naval” mientras el PSdeG “consiguió lo mismo en el gobierno y en la oposición: nada”. Además, reprocha, los socialistas “votaron en contra del dique flotante” en el pasado mientras “que el único gobierno de la Xunta que tiene dinero para construir el dique flotante es este”.
“Usted dijo en Ferrol 'él dique flotante soy yo”, ilustró Vázquez, quien le reconoció al presidente a habilidad de “engañar bien”, si bien “los engaños terminaron” y “cada día que pasa, el Gobierno de Galicia tiene más problemas para salir a la calle”, y “cada vez que dicen que tienen 41 diputados, la gente de fuera se envenena aún más”.
