Feijóo proclama la “recuperación para todos” con una lluvia de ayudas en año electoral
Menos recaudación pero muchas más ayudas emanadas de las arcas públicas. Es el esquema que el presidente de la Xunta plantea para los meses finales de la novena legislatura gallega, que lo serían también de su Presidencia en caso de no concurrir a los comicios o de no lograr revalidar el cargo. Alberto Núñez Feijóo ha aprovechado el discurso inaugural del último debate de política general para, como ha sucedido desde hace semanas, dar por inaugurada una nueva era, la de la “recuperación para todos”, en la que desde la Xunta fluirán los 400 millones de euros en que se incrementarán los Presupuestos Generales de 2016 con la forma de ayudas sociales, asegura.
Desde el reproche a las “mentiras” de Zapatero el jefe del Gobierno gallego asegura que, tras años “obligados a decir que no”, ha llegado el momento del “sí”, comenzando por emular, en cierto modo, una de las medidas del expresidente socialista que más críticas recibieron: el célebre 'cheque bebé' . La Galicia “liberada” de la “inseguridad”, de la “inestabilidad” y de la “inconsistencia de otros gobiernos” afrontará el año electoral de 2016 con una “ayuda directa de 100 euros al mes para cada niño que nazca a partir del 1 de enero”.
Sin ofrecer excesivos detalles Feijóo afirma que esta aportación para “gastos básicos” como alimentación, pañales y mudas“ van a ser ”establecidas en función de la renta per cápita familiar“. Su previsión, mantiene, es que esos ”100 euros mensuales podrán llegar a más de 8 de cada diez familias“. El comunicado difundido al respecto por la Xunta, no obstante, habla directamente de ”ayudas directas para todas las madres y padres en el mantenimiento y crianza de los hijos“. ”Aquí se apoya a los hijos más que nunca antes“ y ”más que en ninguna parte“, asegura.
El titular de la Xunta enmarca este anuncio en una “recogida de frutos” de su propia gestión, la que ha servido para “anticiparse” en las medidas anticrisis y también “en la recuperación”. La población gallega, asegura, está a punto de vivir “el momento de mayor compromiso social de un Gobierno autonómico” y lo va a hacer mientras se le rebajan los impuestos como el tramo autonómico del IRPF o los tributos de sucesiones y donaciones, en los que solo habrá que pagar en herencias que superen los 400.000 euros, afirma. Será, promete, una “bajada de impuestos sin precedentes” que no impedirá la “recuperación inclusiva para todos”.
Una Galicia “independiente”
Feijóo ha lanzado estas y otras promesas en un discurso de contenido eminentemente administrativo en el que la leve carga política ha quedado reservada para el final y en clave netamente estatal y dirigida a Cataluña. Gracias a la labor de su Gobierno, dice Feijóo, Galicia ya puede proclamar su “independencia” pero “no de la España en la que nos sentimos libres ni de la Europa que enmarca nuestro desarrollo”, sino “de la resignación, del fatalismo y del derrotismo” y hacerlo con una lengua que “no debe imponerse a otra”, sino ser “útil”. En esta línea, asegura, la Xunta va “a poner en marcha los mecanismos para que Galicia se incorpore a la Comunidad de países de habla lusófona”, en referencia a la Comunidade dos Países de Língua Portuguesa (CPLP).
Durante estos años, ha asegurado con voz que sugería emoción, ha venido presidiendo un país que no es “solista”, sino “polifónico”, y que con ese carácter afronta un “cambio de ciclo” que “va más allá de lo estrictamente económico”. Sin aclarar el interrogante que planea sobre este debate, si su rostro aparecerá en el cartel electoral del PP en 2016, Feijóo despidió su discurso con la bancada conservadora puesta en pie: “Gracias por todo, Galicia”.