Cuando las obras son más importantes que la escuela
Uno de los puentes de Sarria (el de la calle Castelao) permanece cortado desde hoy, por obras, dentro de las actuaciones de encauzamiento del río, que en los últimos meses ha sido noticia por sus efectos sobre el Malecón del centro de la villa, el bosque riberiego y algunos puentes de importancia patrimonial. No es este el caso. La noticia, en este caso, tiene que ver con una denuncia efectuada por el padre de una de las alumnas del colegio Frei Luis de Granada, cuyo horario escolar se ve afectado desde hoy por dichas obras, cambiando el horario de jornada partida a jornada única, una medida que en principio durará hasta enero.
Este padre denuncia que tuvieron noticia del cambio de jornada a través de las breves notas publicadas en los medios de comunicación local, sin que desde el centro o desde la Consellaría de Educación se realizara ningún tipo de comunicación. No fue hasta el mismo jueves por la tarde cuando los niños y niñas regresaron a sus casas con la notificación de que al día siguiente el horario sería otro. “Los afectados parece ser que merecemos menos información que los medios”, destaca este padre.
No es este el único motivo de su denuncia. Va al fondo de la cuestión y se pregunta por los “valores que defienden la Consellería de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria y el Ayuntamiento de Sarria”. Denuncia que parece “prioritario que una empresa comience de inmediato unas obras, hasta hace poco paralizadas judicialmente, antes que el bienestar y ejecución de las actividades educativas de nuestros niños y niñas” y que estas administraciones “no dudan en cambiarel a casi 400 familias sus rutinas en pro de una empresa privada, que hace trabajos para la Administración Pública”, descartando cualquier alternativa, por ejemplo un aplazamiento en el inicio de las obras, “al menos 15 días de pura cortesía para que el cambio sea lo menos traumático posible para las familias y el profesorado y puedan organizarse para adecuarse a este cambio impuesto”.
Comenta, asimismo, la paradoja de que durante años la comunidad educativa del centro “estuvo intentando consolidar una jornada única, cosa que fue siempre rechazada desde la propia Consellería”, y que “ahora en un breve espacio de tiempo solucionan todos aquellos problemas que encontraban con anterioridad”. “Sorprende tanta efectividad en estos casos”, añade.
Finalmente, este padre critica que “después de todo el apoyo que los gobernantes de Sarria han dado por estas obras” no sean capaces “de retrasarlas tan solo unos días, desde la comunicación a las familias del cambio hasta que se haga efectivo”. “Recordemos, los niños se adaptan a cualquier cosa. Pero ellos no votan”, concluye.