El PP asegura que si uno de sus diputados es procesado dejará el Parlamento
En la pasada legislatura el PP hizo múltiples corrimientos de lista en el Parlamento, pero dos de ellos causaron especial malestar en las filas de la formación que lidera Alberto Núñez Feijóo. Los diputados Pablo Cobián y Javier Escribano fueron sustituidos en sus escaños a causa de sendas imputaciones por presunta corrupción -Cobián permanece imputado en el caso Campeón y el caso de Escribano se archivó tras no encontrar el juez pruebas de que recibiera un coche a cambio de gestiones ante la Xunta-. Tras esos sucesos y aprovechando la reunión de inicio del nuevo período legislativo los conservadores gallegos señalan que sus diputados y diputadas acaban de firmar “un compromiso ético” que regulará las acciones a tomar en el caso de imputación o procesamiento judicial.
Frente a las exigencias de dimisión que se han lanzado desde las diversas latitudes políticas, también desde el PP, para personas imputadas -la principal diferencia entre un imputado y un procesado es que el primero tiene derecho de defensa-, los populares afinan ahora más la vara de medir. Si uno de sus representantes en la Cámara gallega es “procesado con cualquier tipo de medidas cautelares” será “inmediatamente suspendido cautelarmente de militancia y deberá cesar inmediatamente en el ejercicio de diputado”. No sucederá lo mismo en el caso de imputación. Si es así, el compromiso es de “poner su acta a la disposición del PP”, pero no de dimisión.
La firma de este “compromiso ético”, cuyos preceptos se ciñen sólo a los miembros del grupo parlamentario, llega tres años después de que, en pleno escándalo del caso Gürtel, la dirección estatal del partido presentara su “código de buenas prácticas”, cuyas exigencias fueron cumplidas, al menos hasta el momento, con notable laxitud. En aquel documento los miembros de la formación que encabeza Mariano Rajoy se comprometieron, por ejemplo, a firmar una “carta de compromisos” al acceder a cualquier cargo público en la que quedasen acreditados aspectos como una declaración de bienes y actividades, la “clara” separación “de lo público y de lo privado” en su “actuación” o la prohibición de recibir “cualquier regalo que no responda, por su importe o causa, a los usos y costumbres sociales”.
Al margen del referido “código ético” esta primera reunión del grupo parlamentario no sirvió para despejar los interrogantes sobre la organización parlamentaria del PP en la nueva legislatura, esto es, si Pilar Rojo mantendrá o no la Presidencia del Parlamento -todo parece indicar que sí- y si Pedro Puy continuará como portavoz. Para ambas designaciones, dicen desde el partido, Feijóo abrió una ronda de “consultas” entre los miembros del grupo. Del mismo modo, los conservadores tampoco aclaran si los consejeros y consejeras tendrán, como la pasada legislatura, que renunciar a su escaño en el Parlamento.