El PSdeG garantiza el impulso a gobiernos “de izquierda” tras las municipales
Uno de los interrogantes más recurrentes de cara a las próximas elecciones municipales es el ligado al modo en que actuará el PSdeG en escenarios sin mayorías absolutas. Lejos de los tiempos en que la configuración del panorama político gallego y la correlación de fuerzas más allá del PP impulsaba acuerdos generales entre los socialistas y el BNG, el escenario en el que se celebrará el 24-M, los rumores en torno a una eventual “gran coalición” en el Estado y la conformación de las 'mareas' en diversos municipios alimentan los análisis -y también las especulaciones- sobre cuál será la apuesta de los socialistas en posibles escenarios sin mayorías absolutas. Este es el panorama en el que la secretaria de organización del PSdeG, Pilar Cancela, acaba de subrayar que la intención del partido no es otra que impulsar gobiernos “de izquierda”.
En el transcurso de una entrevista en la Cadena SER la 'número dos' de José Ramón Gómez Besteiro en el partido fue cuestionada sobre la posibilidad de sustentar gobiernos “alternativos” al PP en caso de que las urnas lo permitan, incluso “aunque no estén liderados por el PSOE”. Como era de esperar, Cancela expresa que la pretensión del partido es, en primera instancia, “ser la fuerza mayoritaria” en cada municipio “y poder gobernar”. Pero “también es cierto que vivimos en el mundo real”, matiza. Y ese plano de lo real, “evidentemente”, enfatiza, “tenemos más simpatía y concordamos mucho más con las propuestas de izquierda”. Por eso, “donde sea necesario garantizar un proyecto de izquierda para la ciudadanía es donde vamos a estar”.
Dada la afirmación general, Cancela fue instada a afinarla para uno de los ayuntamientos que más miradas concitará la noche electoral del 24-M: Santiago. ¿Qué harían los socialistas si el PP de Agustín Hernández no consigue la mayoría y la fuerza más votada de la banda izquierda es Compostela Aberta? Ante este “supuesto hipotético” la secretaria de organización del PSdeG prefiere “trabajar sobre realidades” y una realidad, dice, es que la capital de Galicia experimentó “un impulso cualitativo” y “cambió” mientras tuvo “gobiernos socialistas”. No obstante, dice, “ahora hay una determinada situación política” ante la que no rechaza hablar “claro”: “Lo que no queremos es que en Santiago siga gobernando el PP”, afirma.
Esta declaración de intenciones de la responsable de la organización del PSdeG llega poco después de que el aspirante de Compostela Abierta a la alcaldía santiaguesa, Martiño Noriega, lanzara una “interpelación” a los socialistas para aclarar si, de ser el caso, facilitarían o no que el gobierno del PP se “reprodujera” durante cuatro años más. El tono conciliador de Cancela hacia el resto de la izquierda se produce también, además, después de que el candidato socialista a la alcaldía compostelana, Francisco Reyes, recibiera con beligerancia las palabras de Noriega sobre si permitiría o no que el PP repetise en el gobierno de la ciudad.
Nuevo modelo de campaña
Al margen de las eventuales alianzas para la conformación de gobiernos Cancela avanza una campaña en la que el PSdeG dice, procurará un “acercamiento” más directo al vecindario de cada municipio. “El enfoque que hemos previsto es huir de los grandes mítines en los que dos o tres personas transmiten un monólogo y no interactúan” con quienes acuden al acto. En esta ocasión, dice, primarán los actos de menor formato en los que las personas candidatas practiquen la “escucha activa”.
El PSdeG y el conjunto del PSOE, dice Cancela, llegará a la campaña de las municipales espoleada por la “dosis” de “optimismo” que, admite, han supuesto las elecciones andaluzas para el conjunto del partido. El triunfo de Susana Díaz les ha permitido “ver” que “no estábamos muertos como el PASOK, como era reiterado en las tertulias y comentarios políticos”. El horizonte de la formación, afirma, es “bastante positivo” tras unos años en los que “hemos tomado nota de algunas bofetadas bastante importantes que nos ha dado la ciudadanía”. Los socialistas, dicen, “hemos pagado” de “manera muy dura” las medidas adoptadas desde el Gobierno de España que, admite, en ocasiones fueron más propias de la “derecha”. “Hemos cambiado la manera de hacer las cosas”, asegura.