La paradoja de Inglaterra, el país donde puedes contratar ADSL por dos euros al mes y acabar desplumado

Si ahora mismo te mudaras a Inglaterra y tuvieras que instalar internet en tu casa, descubrirías que las cosas se parecen poco a nuestro país. Cinco compañías que dominan el mercado, como ocurre en España, pero hay otros operadores más pequeños que se han abierto un hueco y hacen que el abanico de opciones parezca enorme.

Un 3% de las líneas británicas están en manos de una constelación de compañías que utilizan la red de alguno de los grandes. Es el caso de Post Office (la rama minorista del Correos británico), Tesco (una de las grandes cadenas de supermercados) y otros operadores que hacen especial hincapié en lo barato de sus conexiones.

No tan 'different'

Es similar a lo que ocurre con el móvil en España, donde hay un grupo de unos pocos operadores que acaparan el mercado: los propietarios de la redes (Movistar, Vodafone, Orange y Yoigo). Estos gigantes ven por el retrovisor, a lo lejos, como se aproximan poco a poco los llamados “operadores virtuales”, a los que, por mandato legal, deben alquilar sus propias redes. Entre ellos se encuentran compañías como Pepephone, MásMóvil o Día Móvil, por citar sólo algunas.

Ese activo grupo de operadores virtuales leva años en España rascando clientes a los grandes, hasta el punto de haberles birlado una de cada diez líneas de móvil en nuestro país. Los operadores tradicionales se ven sometidos a un goteo constante de clientes hacia compañías de nombres variopintos, por lo que poco a poco la presión se ha traducido en tarifas más baratas. Y en que los grandes se disfracen de pequeños en forma de marcas como Amena, Tuenti Móvil o Simyo.

El problema es que esta situación en España no se ha trasladado de igual manera a la banda ancha. Una de cada dos líneas son del ADSL de Movistar. Orange, Jazztel, Vodafone y Ono se reparten el resto del pastel. Pepephone ha iniciado su incursión y algunos otros operadores también, pero no dejan de ser por el momento casos anecdóticos. En cambio sí ha ocurrido en Reino Unido, donde los virtuales se abren paso con tarifas de dos libras, tres o incluso gratis durante un año entero.

También hay letra pequeña

¿Te parece muy barato? En realidad no lo es tanto. Ante el reclamo de ADSL gratis o por un par de monedas no podemos evitar arquear la ceja e inmediatamente escudriñar la letra pequeña del contrato. De entrada, el par de libras es sólo durante algunos meses y hay que sumarle la cuota de línea (nada menos que 15 libras, 18 euros). Pero hasta aquí nada a lo que no estemos acostumbrados en España (y sin tener que sumar también el IVA).

Si esto ya empieza a echar un poco para atrás, la verdadera sorpresa se la lleva uno cuando ya está a punto de contratar y le avisan de que instalar la línea normalmente no es gratis y cuesta entre 50 y 100 libras. Bueno, todavía no parece un mal precio...

Ahora bien, si acabas de mudarte, todavía no conoces bien el país y no sabes qué será de tu vida allí, seguro que prefieres firmar con una compañía que no exija permanencia. Pues no va a poder ser. A diferencia de España, en Reino Unido no hay ofertas sin permanencia y, de hecho, lo normal es que te obliguen a estar entre 12 y 18 meses en la compañía. ¿Y si ti de das de baja antes? Muy simple, tendrás que pagar todas las cuotas que te queden.

Ya empiezas a sentir sudores fríos ante la idea de atarte un año y medio a una compañía, pero no te queda otra y aceptas. ¿Y qué has contratado? Si buscabas algo económico, lo más seguro es que el teléfono de tu ADSL no incluya llamadas a fijos (o sólo en fin de semana), por lo que tendrás que pagar por ellas.

Olvídate además de ponerte a descargar como un loco o ver televisión en alta definición en 'streaming'. Algunas tarifas tienen un límite en la cantidad de datos que puedes descargar, por lo que tendrás que escoger una que tenga internet ilimitado. Pero las ilimitadas, paradójicamente, también tienen límites, porque te reducen la velocidad en momentos de congestión o cuando superas una cierta cantidad de datos. Así que, amigo, si tu vida se mide en gigas, tendrás que ir a por las “realmente ilimitadas”.

Menos por menos

Ya no parece tan barato, ¿verdad? Lo cierto es que si buscas una oferta con características idénticas a las del ADSL en España, la diferencia en precio es mínima. La ventaja en Reino Unido es que, si un usuario no descarga grandes archivos, puede ahorrarse unas libras con las conexiones con límites. Y si no utiliza el teléfono, no tiene por qué pagar una tarifa plana de llamadas. Los virtuales juegan con ello, ofreciendo más por menos y también menos por menos. Esto empuja a los grandes a disminuir precios y vestirse también de compañías pequeñas, de la misma manera que ha ocurrido con el móvil en España.

En cambio, en nuestro país, todas las ofertas de ADSL de los principales operadores incluyen tarifas planas a fijos y datos ilimitados. Tienes que pagarlo todo aunque no lo utilices y, en consecuencia, acabas pagando más. Quizás esto se deba a que las ofertas han estado tradicionalmente dominadas por un pequeño grupo de operadores, aunque esa uniformidad empieza ahora a quebrarse con la entrada de Pepephone y algún que otro valiente virtual en el mercado de la banda ancha.