La última mesa del foro sobre la regulación de vehículos en las islas organizado por elDiario.es a inicativa de Trasmed, GNV y Balearia ha llevado a debate la limitación de entrada de coches en Eivissa, una medida impulsada por el Consell Insular que busca mejorar la calidad de vida de los ciudadanos frente al impacto social y ambiental provocado por la congestión de las infraestructuras viales que, sin embargo, divide a instituciones y navieras. En Balears, la masificación turística y el consiguiente colapso de las carreteras es uno de los principales problemas que acusa la población de las islas, donde a los coches de los residentes se suman en temporada alta las flotas de alquiler y los vehículos de turistas peninsulares que llegan en barco al archipiélago.
La primera pregunta efectuada en la mesa, moderada por la directora de la delegación balear de elDiario.es, Angy Galvín, ha sido directa: ¿Es necesario regular la entrada de vehículos a las islas? La respuesta de los representantes empresariales ha sido unánime: no. Desde el Consell, sin embargo, el director insular de Transportes, Roberto Algaba, ha defendido con convicción la medida: “Nos debemos a nuestros votantes. Desde la pandemia, hay un sentimiento a nivel general de que Eivissa se está desbordando”. El responsable político ha argumentado, además, que la regulación se basó en un estudio técnico que fijó en 20.148 vehículos el límite óptimo para garantizar la movilidad sin colapso.
“No es nada político”, ha incidido Algaba: “Es como si estuviéramos en un bote de gominolas y hemos decidido comprobar cuántas caben para poder moverse bien”. Asimismo, ha negado que se haya producido un “efecto llamada”, como denunciaba Balearia, alegando que el incremento de matrículas que se ha producido responde a que ahora es obligatorio tener el domicilio fiscal en la isla. “Es algo positivo. Primero, porque el vehículo tiene que pagar el impuesto donde está consumiendo los recursos, y para eso está el impuesto municipal. Y, segundo, porque a partir de ahora sabemos realmente cuántos coches hay. Por ejemplo, si desde enero hasta julio ha habido cambios de domicilio de vehículos de en torno a 10.000, esos vehículos ya estaban en Ibiza, pero nadie sabía que estaban”. El director insular ha subrayado que el Consell está complementando la medida con la mejora del transporte público -más de 60 autobuses van a ser eléctricos-, un aumento de las licencias de VTC -de 50 a 453- y una apuesta por la digitalización de los aparcamientos y zonas saturadas como Ses Salines.
Por su parte, el director de relacines institucionales del Grupo Grimaldi en España y delegado de Trasmed en Baleares, Miguel Pardo, ha calificado la norma ibicenca como “una ley vacía” que, en su opinión, “no va a tener efecto”. “Las razones son muy sencillas y cualquiera que sepa un mínimo de matemáticas lo sabe. Se ha dicho que hay unos 168.000 vehículos censados en Ibiza, a los que nos han puesto un cupo de 4.000 para los que entran por mar. Estamos hablando del orden de un 3% y el aumento que hubo de vehículos matriculados en la isla el año pasado creo que fue ya superior al 3%”.
Pardo se ha mostrado favorable a tomar medidas contra la masificación y la saturación de las carreteras, pero ha reprochado que “poner el foco en la entrada de coches cuando este no es más que el síntoma del problema no soluciona absolutamente nada”. Para el ponente, el problema de Eivissa es que en los últimos 20 años “ha doblado su población”. También, ha aseverado, se ha multiplicado “por dos veces y media el número de vehículos que hay en la isla, hasta los 160.000 vehículos, de los cuales cerca de 100.000 son coches”. Y el transporte aéreo, ha añadido, “se ha doblado en los últimos 15 años, de los 4 millones y medio a los 9 millones de pasajeros”.
Canarias, “el modelo a seguir”
El presidente de Balearia, Adolfo Utor, también se ha mostrado vehemente. “Poner el foco en la restricción de los coches es un greenwashing abierto y claro”, ha señalado, para, a continuación, añadir: “Todos piensan que es cosa de las empresas y que los responsables públicos no hacen greenwashing porque defienden el interés público”. El representante de la naviera ha recriminado, en este sentido, que con el dedo se señale la restricción de coches y “nadie mire la luna, que es la planificación del territorio”, al tiempo que ha subrayado que el de Canarias es “un modelo a seguir”: “El modelo de digitalizar las carreteras, los parkings disuasorios... Ese es el modelo que deberíamos implantar, porque hay que diferenciar conectividad de movilidad”.
Al respecto, ha considerado que la conectividad marítima “es esencial y es fundamental” en las islas. “Si tú limitas la conectividad vas a poner en riesgo la infraestructura, que es un patrimonio de todos. Entonces, lo que hay que hacer es regular la movilidad”, ha apuntado. El presidente de Baleària ha recordado, además, que su compañía lleva un mes navegando con biometano, “una energía negativa en emisiones”. “No pueden decir que eso sea greenwashing. Eso es medio ambiente de verdad. Porque estamos dejando de emitir millones y millones de toneladas de CO2 a la atmósfera”, ha incidido. Por ello, ha pedido “rigor científico”.
En la misma línea, Matteo de Candia, director General de GNV en España, ha reconocido la necesidad de combatir la masificación, pero ha lamentado que la ley que regula la entrada de vehículos en la mayor de las Pitiüses “penalice” la conectividad marítima, un sector, ha aseverado, esencial para el suministro y la economía local. “Si llevamos menos coches, bajan los ingresos; si bajan los ingresos, se reducen frecuencias o suben los precios”, ha alertado. “Nosotros no ponemos en duda que haya un problema de atasco en las islas en general. Sabemos la concentración de vehículos que hay a determinadas horas en algunas localidades en particular. Lo que ponemos en duda es la eficacia de la de la ley que se ha aprobado”, ha deslizado el representante de GNV, quien ha apelado a buscar otras alternativas, como regularizar la entrada de turismos en los lugares en los que se concentran más vehículos en algunas horas o épocas del año.
El director insular, de nuevo, ha defendido la política de movilidad del Consell: “Si hay un momento en el que es imposible ir a Eivissa con el coche porque nadie se puede mover, nadie va a querer ir y al final también vais a perder vosotros, las empresas de alquiler y los hoteles”, ha manifestado Algaba, dirigiéndose a los representantes empresariales. “Vosotros lo veis del mismo modo comercial. Lógicamente es entendible. Pero yo tengo que pensar también lo que estoy defendiendo. Juan Luis Barahona [presidente de la Federación Nacional de Vehículos de Alquiler (Feneval)], con quien he tenido discusiones muy interesantes durante mucho tiempo, me decía: 'Nosotros somos parte de la solución'. Y eso es lo que yo creo que hay que trasladar. Vosotros no sois parte del problema ni los residentes que no se pueden mover. Yo creo que sois parte de la solución y de ahí está el diálogo”, ha sentenciado.