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El PP nombra asesor del Govern balear a un periodista de 78 años polémico por sus insultos y comentarios sexistas

Miquel Segura Aguiló recogiendo el Escut d'Or de sa Pobla.

Nicolás Ribas

Eivissa —

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El Govern balear ha nombrado como asesor al periodista y escritor Miquel Segura Aguiló (Mallorca, 1945), según ha hecho público el Ejecutivo en una resolución de la Conselleria de Presidencia y Administraciones Públicas dirigida por la popular Antònia Estarellas. Segura Aguiló, en su actividad más reciente, ejercía como columnista del diario local Última Hora, donde ha sido criticado por la forma en que ha arremetido contra determinados cargos políticos o líderes de izquierdas, pero también contra movimientos civiles ligados a la derecha.

En plena campaña electoral de las elecciones locales y autonómicas de 2023, Segura Aguiló describió a Alice Weber (sin nombrarla directamente), candidata de Més per Mallorca a la alcaldía de Inca, como “una niña vieja a la que le acaban de regalar un juego de Monopoly”, en relación a una fotografía que le habían mandado. “Su rostro aparece sobre el fondo de un grupo heterogéneo con un denominador común: la cutrez en el vestir y el postureo preelectoral”, sentenciaba Segura Aguiló, en un artículo titulado ‘Hijos del totalitarismo’, entre las acusaciones que señalaban su artículo como machista.

En otro artículo criticado también por destilar machismo, Segura Aguiló opinó sobre Úrsula Mascaró, fundadora del movimiento civil ‘Mos Movem’, una plataforma negacionista de la unidad de la lengua catalana, que promueve el ‘gonellisme’ (una corriente que defiende erróneamente que el mallorquín no es catalán, a pesar de que son el mismo idioma) y que se ha mostrado en contra de la acreditación del catalán en la sanidad pública.

En un artículo titulado ‘Erección gonellista’, Segura Aguiló se refirió a Mascaró en estos términos: “Ahora surgen plataformas anticatalán -más bien anticatalanistas- como hongos, hasta el punto que una zapatera multimillonaria menorquina se está erigiendo en la reina Esther de los ciudadanos ‘conquistados y oprimidos’ por la pérfida e imperialista Catalunya”. La columna iba acompañada de un pie de foto, con la imagen de Mascaró y la siguiente frase: “Zapatera a sus zapatos, señora Mascaró”.

En otra de sus columnas más recientes, se refirió a Marga Prohens, entonces candidata al Govern por el PP, como un “bluff”. “Me alegré cuando me dijeron que mi compañero columnista (...) comparte con este cronista maldito la impresión de que Marga Prohens ha resultado un ‘bluff’, una más del postureo político que ”no hace nada, ni aquí ni en Madrid“, en referencia a una cita de Miquel Payeras, también columnista de Última Hora. ”Algunos pensamos que la estrella rutilante de Prohens se apagó antes de encenderse“, escribió en un pie de foto con la imagen de la ahora presidenta del Govern.

Las elecciones locales y autonómicas del 28 de mayo dieron la victoria del PP en el Parlament, aunque los conservadores necesitaban, como mínimo, una abstención de Vox para gobernar en solitario. Mientras tenían lugar las negociaciones para que la extrema derecha permitiera la investidura de Marga Prohens, Segura Aguiló enlazó, en su cuenta de Facebook, una noticia de Mallorcadiario que titulaba: “El mayor escollo para el pacto PP-Vox se llama Jorge Campos”. El columnista se refirió al líder de Vox en Balears como un “parásito”, “un tumor maligno en el cuerpo social de Mallorca”. “Aléjate de una puta vez”, escribía.

El nombramiento de Segura Aguiló ha provocado la reacción de Lluís Apesteguia, coordinador general de Més per Mallorca y alcalde de Deià, que se ha referido al periodista como “una persona que ha aprovechado su columna en un diario isleño para difamar sin pruebas e insultar de la forma más básica y grosera”.

elDiario.es se ha puesto en contacto con Miquel Segura Aguiló para preguntarle si mantiene opiniones como las que ha defendido en su reciente etapa como columnista de Última Hora. Segura Aguiló se ha limitado a responder que se trata de descripciones “irónicas”.

Vínculos con el PP

La relación de Segura Aguiló con el Partido Popular viene de lejos. Entre 1996 y 1999 fue jefe del gabinete de prensa de la ahora eurodiputada Rosa Estaràs, consellera de Presidencia y Administraciones Públicas del primer Govern de Jaume Matas. Antes de las elecciones de 1999 que dieron la victoria a las izquierdas por primera vez en Balears se destapó el caso Formentera, el primer gran escándalo electoral que golpeaba a las islas.

La trama consistió en inscribir a decenas de residentes de Argentina en el censo electoral de residentes ausentes (CERA) de Formentera con el objetivo de canalizar sus votos hacia el PP. Segura Aguiló fue imputado por la trama, aunque finalmente no fue condenado. La Justicia investigó si redactó informes sobre la situación de las casas de Balears en el exterior y las posibilidades electorales de cada una de ellas, por lo que tuvo que dar explicaciones en la comisión de investigación del Parlament creada para esclarecer el caso.

Quienes sí acabaron condenados, en un fleco menor de la causa, fueron tres funcionarios acusados de contratar como traductora del Institut Balear de Desenvolupament Industrial (IBDI) a la hija de Miquel Segura Aguiló, un cargo que habría encubierto su verdadero rol, según las investigaciones: el de ejercer de agente electoral en beneficio del PP en las casas baleares de Sudamérica.

La hija de Miquel Segura Aguiló no resultó condenada por esta causa. Tampoco los grandes pesos pesados del partido en Balears. Jaume Matas, ministro de Medio Ambiente bajo el segundo mandato de José María Aznar y presidente del Govern en dos etapas, salió indemne de la investigación que acusaba a su Ejecutivo de una trama de corrupción electoral.

Corrupción electoral

Unos días antes de las elecciones municipales y autonómicas de 1999, 74 residentes de Argentina fueron inscritos de forma masiva en el censo electoral de residentes ausentes (CERA) de la pequeña de las Pitiüses, cuyo escaño era fundamental para decantar la balanza del gobierno regional hacia las derechas o las izquierdas. Sin embargo, ninguno de los nuevos empadronados tenía relación directa con la isla.

Un año antes de que el caso saltara a la luz, Matas había iniciado un viaje por Latinoamérica bajo el pretexto de dinamizar las casas regionales radicadas en el exterior. Su primera parada fue Argentina, país que su entonces número dos, Rosa Estaràs, visitaría meses después hasta en dos ocasiones.

El recuento de votos de esos comicios desveló que más del 90% de los recién censados habían votado a la Agrupación Popular Independiente de Formentera, vinculada al PP. La trama, sin embargo, saltó a la palestra antes de la celebración de los comicios y los ‘populares’, que hasta entonces habían gobernado con holgura en Balears, acabaron perdiendo su hegemonía para dar paso al primer pacto de izquierdas de las islas.

Mientras tanto, PSOE, PSM y Esquerra Unida llevarían el “pucherazo” a los tribunales, apuntando hacia Matas, Estaràs y al exministro de Asuntos Exteriores Abel Matutes como los responsables directos de idear y dirigir el amaño electoral. 

Matas y Estaràs, exonerados

Las investigaciones se prolongaron durante más de quince años y el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJIB) constituiría ex profeso la denominada ‘sala de la discordia’ para dictaminar sobre el desarrollo y desenlace de la causa. En 2005, los magistrados, por cuatro votos contra tres, acabaron archivando el grueso de las investigaciones y, con ello, evitaron imputar a quienes, según las acusaciones, habían sido los artífices políticos de la trama.

Por el camino fue investigada una conversación telefónica entre Matas y el exministro de Hacienda Cristóbal Montoro con el objetivo de determinar si éste llevó a cabo gestiones encaminadas a agilizar, a petición del exlíder balear del PP, las inscripciones de emigrantes en el censo, extremo que finalmente fue descartado. Asimismo, fueron exculpados otros dirigentes ‘populares’ que, años después, ejercerían cargos públicos de relevancia como Josep Juan Cardona, conseller de Industria, Comercio y Energía en el segundo mandato de Matas.

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