Seis personas, al menos cuatro estudiantes, mueren en Sudán en una manifestación contra la “masacre” del 3 de junio
Al menos seis personas, cuatro de ellas estudiantes, han muerto durante una manifestación de alumnos de secundaria en la ciudad de Al Obeid, situada en el sur de Sudán. Protestaban contra los resultados de la investigación oficial del violento desalojo de una acampada de protesta en Jartum, según han informado fuentes opositoras.
El Comité Central de Médicos, sindicato opositor que contabiliza y ofrece asistencia a las víctimas en Sudán, ha asegurado en un comunicado que los seis murieron por disparos. Hay también un gran número de heridos, varios de ellos con fracturas, heridas en la cara o el pecho y con golpes de palos. La Junta Militar, que gobierna el país desde que el pasado 11 de abril derrocó al dictador Omar al Bashir, ha condenado lo ocurrido, ha informado la agencia SUNA.
El gobernador de Kordofán del Norte, el general Al Sadiq al Tayeb Abdallah, ha confirmado la muerte de al menos tres estudiantes de secundaria y dos personas más, que habrían fallecido cuando “infiltrados” habrían corrompido el origen pacífico de la protesta prendiendo fuego a una sucursal de banco, según SUNA. No ha dado detalles de cómo se habrían producido las muertes, pero se ha comprometido a abrir una investigación.
Los cuatro adolescentes fallecidos tenían edades comprendidas entre los 15 y los 18 años, según ha detallado a Efe Ahmad Rayab, portavoz de las Fuerzas de la Libertad y el Cambio, la coalición de partidos que representa a la sociedad civil en las negociaciones con la gobernante Junta Militar. Ha contado también que los militares dispararon a los manifestantes desde la azotea de algunos edificios.
En un comunicado, la organización ha llamado a más manifestaciones en repulsa a las muertes de los estudiantes, que han tenido su reflejo en la capital Jartum. Además, ha denunciado que “fuerzas pertenecientes al Ejército y Apoyo Rápido dispararon de manera indiscriminada y violenta a manifestantes pacíficos”. Las Fuerzas de Apoyo Rápido es la milicia paramilitar que perpetró la matanza del pasado 3 de junio cuando trataban de desalojar la masiva acampada de protesta delante de los cuarteles generales del Ejército.
Precisamente, la marcha estudiantil protestaba contra las conclusiones oficiales de la investigación sobre el brutal desalojo, calificado por la oposición de “masacre”, que la Fiscalía General reveló el pasado sábado y de la que responsabilizó a nueve oficiales de alto rango. Según el informe oficial, 87 personas murieron en el asalto al campamento, cifra que la oposición sitúa en 130 y suma unos 40 desaparecidos.
La Fiscalía ha anunciado que tomará medidas legales contra los responsables por “crímenes contra la humanidad”, pero no ha especificado si pertenecen a las Fuerzas de Apoyo Rápido, llamadas yanyauid. La milicia recibe órdenes del general Mohamed Hamdan Daqlo, conocido como Hemedti, el segundo líder de la cúpula militar, que ya se desvinculó de lo ocurrido justificando que su grupo armado fue víctima de una “trampa”.
Tras lo ocurrido en Al Obeid, las autoridades locales han impuesto el toque de queda nocturno y han suspendido las clases en los centros de primaria y secundaria de toda la región de Kordofán del Norte, de la que Al Obeid es capital. Se espera que los funerales de los fallecidos tengan lugar este martes.
El domingo también se registraron protestas en la capital de Sudán, Jartum, y en otros puntos del país en rechazo a los resultados de las investigaciones, que la oposición ha calificado de intento de ocultar la verdad. Esta investigación era una de las demandas de la oposición para lograr un acuerdo con la Junta Militar.
Ambas partes alcanzaron un acuerdo después de semanas de estancamiento en el que se repartían el poder del órgano que gestionará tres años de transición, periodo después del que se convocarán elecciones.