El jefe de los mercenarios de Wagner habló de su “eliminación” en un vídeo antes de morir: “Todo va bien”
“Todo va bien”, dijo el fallecido jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, en un vídeo grabado días antes de que se estrellara el avión privado en el que viajaba, de lo que algunos de sus partidarios y políticos occidentales responsabilizan al Kremlin.
En él, el líder mercenario aborda las especulaciones sobre su seguridad. “Para los que debaten si estoy vivo o no, cómo me van las cosas, (les diré que) es fin de semana, segunda mitad de agosto de 2023, estoy en África”, dijo en un vídeo difundido por canales de Telegram afines a Wagner en el que se le ve sentado con uniforme de camuflaje en un vehículo militar.
Prigozhin, de 62 años, ha sido enterrado en secreto el martes en su ciudad natal, San Petersburgo, entre estrictas medidas de seguridad. Según informa Reuters, este jueves también ha sido enterrado cerca de Moscú el cofundador y comandante militar del grupo mercenario ruso, Dmitri Utkin, de 53 años, que también murió en el siniestro aéreo.
“Por ello, a los aficionados a hablar sobre mi eliminación, mi vida íntima, cuánto he ganado u otras cosas, les diré que todo va bien”, agregó, levantando la mano a modo de saludo.
Según los canales que difundieron el vídeo, este fue grabado entre el 19 y el 20 de agosto, pero no fue publicado en vida de Prigozhin, que murió el 23 de agosto cuando se estrelló el avión privado Embraer en el que viajaba a unos 300 kilómetros de Moscú.
Días antes del siniestro Wagner publicó otro vídeo en el que Prigozhin informaba que se encontraba en África. El nuevo vídeo no ha sido verificado por medios independientes, pero la ropa de camuflaje y el sombrero del jefe de Wagner, así como el reloj en su mano derecha, coinciden con su apariencia en esa grabación publicada el 21 de agosto.
El jefe del grupo paramilitar ruso regresó a Rusia el mismo día de su muerte, según confirmó el propio presidente ruso, Vladímir Putin.
Sin avances sobre las causas del siniestro
Hasta el momento no hay avances en la investigación sobre las causas del siniestro, que Putin calificó en su mensaje de condolencias de “catástrofe aérea”.
La versión de un misil lanzado por error por las baterías antiaéreas rusas aún no ha desaparecido de las redes sociales, aunque las autoridades siguen inclinándose más por una explosión a bordo, por un fallo técnico o incluso un error de pilotaje.
En Moscú no parece haber cuajado la existencia de una mano negra ucraniana u occidental, dado que el siniestro ocurrió no lejos de una de las principales residencias de Putin.
Eso sí, el Kremlin rechaza de manera rotunda las acusaciones de algunos partidarios de Wagner, la oposición en el exilio y de políticos occidentales sobre que Putin esté detrás del siniestro.
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