La red de Irán para lanzar operaciones encubiertas en Europa y EEUU pone en alerta a los servicios de Inteligencia
En la misma semana en que el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó un ataque contra un Estado soberano extranjero desestimando los informes de sus propios servicios de Inteligencia en favor de los de otro país aliado, buena parte de las 16 agencias de Inteligencia estadounidenses aumentaban el nivel de alerta en caso de que Irán pudiese activar células durmientes en territorio estadounidense.
Según informó la cadena NBC citando a dos funcionarios estadounidenses y a otra persona conocedora de la amenaza, el mensaje le habría llegado al presidente a través de un intermediario mientras se encontraba en la cumbre del G7, celebrada en Canadá los pasados 16 y 17 junio. A última hora de ese día, Trump abandonaba la cumbre, cancelaba las reuniones bilaterales previstas y ponía rumbo a Washington. Ni la Casa Blanca ni la Misión de Irán ante la ONU respondieron de forma inmediata a NBC, pero el vicepresidente JD Vance sí afirmó en un programa de la NBC que la Casa Blanca estaba examinando “muy de cerca” la amenaza de un posible ataque en territorio norteamericano.
Cinco días después de la marcha de Trump, siete bombarderos B-2 de la Fuerza Aérea estadounidense, junto a decenas de otras aeronaves, sobrevolaban territorio iraní y lanzaban, en una ofensiva militar contra las plantas nucleares de Fordo, Natanz e Isfahan, varias bombas GBU-57. Un ataque definido por Trump como un “espectacular éxito militar” y como una “agresión que pone en riesgo la estabilidad global” por su homólogo iraní. “Irán se reserva todas las opciones para defender su soberanía, sus intereses y su pueblo”, dijo al respecto su ministro de Exteriores, Abás Araqchí.
Operaciones encubiertas o células en EEUU
Expertos en seguridad creen que Irán, debilitado militar y diplomáticamente tras la ofensiva israelí-estadounidense, podría intentar restablecer su poder a través de ciberataques, reclutando redes criminales en el extranjero o activando células “durmientes” iraníes o vinculadas con sus aliados, como Hizbulá –con su unidad 910 formada por agentes que viven una vida normal mientras esperan una señal para actuar–, infiltradas en países occidentales, incluyendo EEUU.
“La capacidad militar y el programa nuclear iraníes están gravemente dañados”, afirma a elDiario.es Matthew Levitt, director del departamento de contraterrorismo del Washington Institute for Near East Policy. “Lo único que le queda es su capacidad para llevar a cabo complots en el extranjero, como ya ha hecho en el pasado. Previsiblemente, esa capacidad de despliegue en el exterior sigue estando intacta”, añade.
John Miller, actual analista jefe de Inteligencia de la cadena de televisión CNN y ex subdirector del FBI, refrendaba recientemente esa afirmación al ser preguntado por la supuesta amenaza de la que fue informado el presidente Trump. “Hay operativos iraníes en toda Europa del Este, Europa Occidental y Estados Unidos, y lo sabemos porque entre 2017 y 2020 desmantelamos varios de Hizbulá actuando en nombre de Irán o directamente vinculados con su Ministerio de Inteligencia. Trabajaban recopilando información sobre infraestructuras, lugares turísticos, ubicaciones gubernamentales o incluso planeando asesinatos de disidentes iraníes en Nueva York o de funcionarios del Gobierno involucrados en el asesinato del general Qasem Soleimaní [comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní que EEUU mató en un bombardeo selectivo en Bagdad en 2020]”.
El analista se refiere a las tramas frustradas para atentar contra el exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton, o el entonces Secretario de Estado, Mike Pompeo, amenazados directamente por las fuerzas del ayatolá Ali Jameneí. “Con la ayuda de Dios mataremos a Trump, Pompeo y otros responsables de la muerte de Soleimaní”, dijo en diciembre de 2023 el general Amir Ali Hajizadeh, jefe del programa de misiles de la Guardia Revolucionaria, asesinado hace unos días por Israel durante uno de sus bombardeos contra la cúpula militar iraní.
El Departamento de Estado prorrogó el servicio de escolta a Pompeo el pasado mes de diciembre ante una amenaza iraní “grave y creíble”, según alertaron las agencias de inteligencia. La escolta de Bolton, muy crítico con Trump desde que dejó el cargo en 2019, fue cancelada por el presidente el primer día de su segundo mandato, a finales del pasado mes de enero.
En lo que respecta a la ciudadanía estadounidense, las autoridades insisten en que no existen amenazas inmediatas, pero tanto el Departamento de Seguridad Nacional como el Departamento Estado llevan semanas instando a los norteamericanos a reportar a la Policía posibles actividades sospechosas y a mantenerse informados a través de los canales oficiales.
Igualmente, han alertado de posibles ciberataques contra infraestructuras e instituciones financieras con especial atención a los ataques contra bancos estadounidenses. “Nos enfrentamos a un adversario altamente capaz y altamente motivado”, afirmó un exagente del FBI a la CNN. “Los iraníes disponen de diversas herramientas, como ciberataques, intermediarios y mercenarios. La amenaza es híbrida y persistente”.
Europa también aumenta la vigilancia
Si durante la reciente escalada entre Israel e Irán no hubo indicios de amenazas específicas en territorio europeo, las agencias de Inteligencia del continente también han incrementado significativamente la vigilancia en su territorio de sospechosos y activistas iraníes que apoyan a la República Islámica.
“La preocupación por las células durmientes, que esperan órdenes de Teherán para actuar, es cada vez mayor”, dice a elDiario.es Hans-Jakob Schindler, fundador y actual director del Proyecto Contra el Extremismo (CEP), con sede en Nueva York y Berlín. “Sin embargo, veo poco probable que estas u otras redes iraníes puedan efectuar ataques complejos, aunque existan elementos independientes o simpatizantes de Hizbulá y [del grupo palestino] Hamás sobre quienes se ha intensificado la vigilancia, especialmente en Alemania. Aquí los servicios de Inteligencia iraníes hacen un intenso trabajo de espionaje sobre instituciones judías estadounidenses”, afirma.
Schindler menciona cómo recientemente la cadena de televisión pública sueca, la SVT (Sveriges Television), informó de que los servicios de inteligencia iraníes estaban reclutando a miembros de la banda Foxtrot, una organización criminal internacional, para realizar operaciones en Europa. Se cree que el líder de la banda, Raveh Majid, conocido como el “zorro kurdo”, opera con el patrocinio iraní a cambio de coordinar ataques contra objetivos israelíes y estadounidenses.
Otros países europeos también han reforzado las medidas de seguridad. El Gobierno italiano de Giorgia Meloni ha identificado cientos de sitios “en riesgo”, incluyendo bases militares, puertos e instituciones judías y las autoridades monitorean la infraestructura vinculada a Estados Unidos en ciudades como Roma, Milán, Nápoles o la isla de Sicilia. Por su parte, Francia y Alemania también han reforzado la seguridad en torno a sinagogas e instituciones diplomáticas israelíes, mientras que Reino Unido ha detenido a ciudadanos con pasaporte de Irán sospechosos de planear atentados.
En territorio griego, la base militar estadounidense de la bahía de Souda, en la isla de Creta, un importante centro de actividad militar regional, se encuentra bajo intensa vigilancia tras la detención la semana pasada de un presunto espía iraní. En la isla de Chipre, esta misma semana, las autoridades desbarataron otro supuesto plan de un agente encubierto vinculado con Irán para atacar a civiles israelíes.
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