Bruselas advierte a Polonia de que está poniendo en riesgo el estado de derecho
La Comisión Europea ha iniciado un confrontación con Varsovia que no se sabe si terminará ganando. Bruselas ha entregado un aviso oficial al gobierno de Polonia advirtiéndole de que está poniendo en peligro “el estado de derecho”. En las últimas semanas, el partido gobernante Law and Justice (PiS) –y en particular su línea dura, encabezada por su líder Jarosław Kaczyński– ha entrado de lleno en el centro de la disputa: interferir políticamente en la independencia y la autoridad del Tribunal Constitucional del país.
Mientras tanto, el poder de la Comisión sobre Varsovia es limitado. El “de lo contrario” planeando detrás de la amonestación del vicepresidente de la CE Frans Timmermans es una posible invocación del artículos 7 del Tratado de la Unión Europea y la retirada del derecho a voto de Polonia. Este podría ser un paso serio, pero requeriría el acuerdo de todos los miembros de la Unión. Varsovia podría contar con el apoyo de Viktor Orbán desde el gobierno de Hungría, el cual también ha sido amenazado con la sanción de dicho artículo, para bloquear el movimiento de Bruselas.
Un intento de quitar a Polonia su derecho a voto también pondría a David Cameron en una posición delicada. El procedimiento de estado de derecho de 2014 con el que Timmermans ha construido su advertencia se considera extralimitado por el gobierno tory, ya que generalmente lo ve como una interferencia injustificada en los asuntos internos de los estados miembro.
Cameron no querría la sola existencia o la aplicación de este aviso justo el mes en el que se va a celebrar el referéndum del Brexit. Por otra parte, los tories están aliados con el partido Law and Justice (PiS) en el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos en el Parlamento Europeo.
Quizá la Comisión había esperado ganar algo de ventaja sobre el gobierno del PiS a través de la opinión pública polaca que históricamente ha sido pro-europea. Pero Agata Gostyńska-Jakubowska, una analista en el Centro para las Reformas Europeas, cree que el aviso hecho por la Comisión todavía no ha llegado a dañar la popularidad del gobierno en el país. “Esto puede fracasar en Polonia. La gente quizá se puede poner en contra de la Comisión en vez de contra el gobierno”, apunta.
Purgas de periodistas en los medios estatales
El impacto limitado sobre la opinión pública puede estar unido a las medidas que el gobierno ha implantado para silenciar a las voces críticas, haciendo una purga en los medios estatales de los periodistas sospechosos de ser de centro o de izquierdas. Esta es otra de las acciones que ha causado malestar en Bruselas.
Sin embargo, la jefa del ejecutivo de Polonia, que representa la cara más conciliadora del partido, será susceptible al deterioro de su reputación. Es ella, en lugar del presidente del partido Kaczyński, quien tiene que sentarse a negociar con otros líderes globales, y será la anfitriona de la cumbre de la OTAN en julio, un evento con un importante simbolismo en un país muy consciente de su lugar en el flanco oriental de la alianza.
Por el momento, tanto Timmermans como Szydło están insistiendo en que el diálogo constructivo debe continuar ya que ninguna de las partes tiene interés de una ruptura repentina. Pero en el corazón de la disputa hay un juego donde nadie gana ni pierde nada. O bien el gobierno polaco da marcha atrás en sus movimientos para limitar la independencia del poder judicial o Europa consiente una mayor propagación de antiliberalismo en sus filas.
Traducido por Cristina Armunia Berges