La extrema derecha gana las elecciones europeas en Austria, según las primeras estimaciones
La extrema derecha en Austria ha ganado las elecciones europeas con una holgada ventaja, según las primeras estimaciones publicadas este domingo. El ultranacionalista, euroescéptico y xenófobo Partido Liberal de Austria (FPÖ) ha ascendido hasta el primer puesto con un estimado del 27% de los votos, según la proyección de tendencias presentada por la televisión pública ORF, por delante de los conservadores del Partido Popular Austríaco (ÖVP), del canciller Karl Nehammer, que han cosechado un 23,5%.
En tercer lugar se sitúan los socialdemócratas del SPÖ, con el 23% de los apoyos, de acuerdo con la misma encuesta a la espera de los resultados finales. Los Verdes empatan con los liberales de NEOS, con el 10,5% cada uno. El triunfo del FPÖ, cuyos representantes se sientan en el Parlamento Europeo bajo el paraguas del grupo ultra ID, no es una sorpresa. Tras desplomarse por una serie de escándalos, el partido tomó la delantera en las encuestas a finales de 2022 y desde entonces ha liderado los sondeos de intención de voto.
La formación ultra, que fue fundada en los años 50 por antiguos nazis, se ha visto propulsada por el descontento con la gestión de la pandemia de COVID y el aumento de la inflación, manteniendo una retórica antivacunas y una postura pro-Rusia. En las generales y las europeas de 2019, el FPÖ había quedado en tercer lugar. El país contaba con un total de 19 escaños en la Eurocámara saliente.
Los comicios europeos ofrecen un aperitivo antes de las elecciones generales del próximo otoño, lo que ha aumentado el interés en esta cita electoral. De repetirse este resultado en el ámbito nacional, la extrema derecha tiene opciones de liderar el gobierno austríaco. Todo apunta a que una futura cancillería de este signo no será un socio fácil para Bruselas, donde el FPÖ es un viejo conocido. En el año 2000, se convirtió en el partido ultra más fuerte de Europa tras entrar en un gobierno de coalición con los conservadores, provocando una tormenta política con la Unión Europea.
Escribe Icíar Gutiérrez