Volver corriendo a Ucrania cuando los demás huyen
Hombres con más o menos ganas de combatir, madres que buscan a sus hijos o un refugiado con cuentas pendientes, entre los cientos que cruzan la frontera polaca de vuelta a un país en guerra
Oleksander Telizhenko, alpinista, se pasó el último mes y medio escalando montañas en el este África. Primero el Kilimanjaro, luego el monte Kenia. Después se fue a Uganda, a ver los gorilas, “porque es más barato que en el Congo”. Cuando llegó al hotel, este rubicundo hombre de 31 años, barba rubia y aspecto juvenil se encontró con un mensaje de su madre: Rusia había invadido Ucrania.
“Me pasé un día llorando”, cuenta. Después, Telizhenko que nunca ha tocado un arma, que no se interesa por la política y que no tiene ninguna gana de ir a la guerra, decidió que debía ir a la guerra. Recogió sus cosas y voló a Polonia, desde donde este miércoles por la mañana cruza la frontera a pie en el paso fronterizo de Medyka, en el sureste. Mientras cientos de miles huyen de Ucrania, hay otros, no solo combatientes, más o menos ardorosos, que vuelven.
Un reportaje de Víctor Honorato y Olmo Calvo desde Przemysl (Polonia).