15.000 palestinos han huido del norte al sur de Gaza en los últimos cuatro días
Alrededor de 15.000 palestinos han cruzado el río que divide el norte y el sur de Gaza en los últimos cuatro días, desde el recrudecimiento de los ataques y el establecimiento de un corredor de evacuación durante cuatro horas diarias, indicó hoy el informe diario de situación de Naciones Unidas.
La cifra triplica las estimaciones de la jornada anterior y podría indicar que aumentan las evacuaciones, principalmente de niños, ancianos y personas discapacitadas, según los datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU. “Llegan a pie, con escasas pertenencias”, subraya Naciones Unidas, añadiendo que algunos de estos desplazados han sido testigos de detenciones en los puntos de control de evacuación por parte de las fuerzas israelíes.
El corredor, abierto desde hace cuatro días, cruza la principal vía de tráfico rodado de la zona, la Carretera de Saladino, y queda cada día abierto cuatro horas (de 10 de la mañana a 2 de la tarde), según indica el informe.
El número de desplazados internos en Gaza supera los 1,5 millones (más de dos tercios de una población de 2,2 millones), de los que 725.000 se refugian en instalaciones de la ONU, 122.000 en hospitales, iglesias y otros edificios públicos, 131,000 en escuelas no vinculadas a Naciones Unidas, y el resto con familias. Unos 160.000 de esos desplazados permanecen en refugios del norte de Gaza, la zona más afectada por los combates, donde la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ya no puede llegar con ayuda humanitaria ni tener información sobre la situación de esas personas, subraya el informe.
La ONU insiste en que muchos de los desplazados se encuentran en condiciones de hacinamiento: la situación es especialmente alarmante en sus instalaciones de Jan Yunis (sur de Gaza), donde 22.000 refugiados tienen apenas dos metros cuadrados de espacio cada uno y sólo hay un baño por cada 600 personas.
El informe denunció una vez más ataques en las cercanías de centros médicos, que el martes se produjeron junto al Hospital Indonesio y el Kamal Odwan, ambos en el norte de Haza, causando varios muertos y daños en los edificios y equipos.