China, un mercado muy particular para los vinos de Rioja
El mercado chino es uno de los más particulares del mundo y el vino de Rioja, como muchos otros productos, no lo ha tenido fácil. Aun así, a pesar de ser todavía un nicho que no termina de despegar, la proyección de futuro resulta muy interesante para las bodegas riojanas. Mientras que en el año 2009 apenas llegaban a China 300.000 litros de vinos de la DOC Rioja, ahora nos encontramos en torno a los 2,4 millones de litros anuales. Se trata de un crecimiento importante, pero aún queda mucho camino por recorrer.
Sin embargo, el crecimiento podría verse frenado si el gobierno chino decide finalmente imponer un arancel a los vinos europeos, tal como anunció el pasado verano. En este momento, están llevando a cabo un estudio en diversas empresas europeas para evaluar el nivel de 'dumping', es decir, si se están abaratando sus productos para competir con los del país al que serán destinados, en este caso China. También quieren asegurarse de que las ayudas europeas no propician una competencia desleal. En función de los resultados de este estudio, el gobierno del gigante asiático decidirá si impone o no ese arancel a nuestros vinos.
La eurodiputada Esther Herranz ya ha preguntado por esta cuestión en más de una ocasión ante la Comisión de Comercio Internacional, ante el temor a que estas “amenazas” se concreten. En opinión de la política riojana, no tiene sentido este gravamen cuando, tanto la Unión Europea como España, cumplen con toda la legislación comercial establecida.
De cualquier forma, las particularidades de dicho mercado hacen que la fiscalidad no sea la única dificultad para la comercialización de este producto. Desde el Consejo Regulador de la DOC Rioja, su director general José Luis Lapuente, explica que los chinos no tienen realmente una cultura del vino. “Es un producto en general de lujo que se utiliza para regalos, no lo compran por sus características sino por el status que representa”, explica Lapuente. Esto hace que la marca Rioja tenga aun un largo camino por recorrer hasta que el vino se reconozca por lo que es y no por lo que representa.
Según los datos que maneja el Consejo, de las 591 bodegas embotelladoras censadas en la Denominación, 160 exportan en la actualidad a China. “Es un mercado muy opaco y muchas veces son pequeñas operaciones”, matiza Lapuente, “sin duda, si finalmente se establece este arancel, algo que sabremos previsiblemente a final de este año, afectará más a aquellas que tienen mayor proyección. Pero el único consuelo si ocurre, es que será para todos igual, no solo para los vinos de Rioja”.
'El Coto' es una de las bodegas de Rioja que ha visto en China un mercado con potencial. En su apuesta por Asia han decidido incluso ubicar en la zona a un responsable de ventas, con base en Shangai. Sin embargo, según su director de exportación, Víctor Fuentes, solo se ha rascado en la superficie y hay que tomarse esto como un proyecto a largo plazo.
Según Fuentes, “los vinos españoles son de segunda, somos los sextos en nivel de importaciones de vinos y hasta ahora, más conocidos por los vinos baratos que por los de un nivel más alto”. Además, señala que los chinos piden un producto muy concreto, un vino “casi customizado, hay que vestir la botella a su gusto”.
El año pasado, esta bodega ubicada en Oyón, exportó a China 60.000 botellas, en su mayoría de vino tinto crianza, más de la mitad. El 30% fueron reservas y grandes reservas y el 20% restante vinos blancos y rosados. “El consumo de los grandes vinos ha caído en China. Al anterior gobierno le pasaron factura los casos de corrupción y los grandes regalos, y el actual gobierno ha querido lavar la imagen prescindiendo en gran medida de esos lujos superfluos como podían ser los vinos caros”, explica, “eso ha hecho que el mercado caiga porque el gobierno es uno de los principales clientes”.
Respecto al posible arancel que podría imponer China, los bodegueros se muestran cautelosos. “Desde luego, cuanto mayores sean las barreras de entrada, más difícil será el desarrollo del mercado, pero hay que verlo todo a largo plazo, los que lo ven a corto plazo, creando marcas específicas para ellos que aparecen un día y desaparecen al siguiente, lo van a tener difícil”, reflexiona Fuentes.
En su opinión, es una medida proteccionista que podría tener parte de razón porque “ha habido muchas trampas rebajando los precios del vino para pagar menos impuestos de entrada y ellos son grandes productores que no quieren ver en peligro sus vinos por la competencia desleal”. En cualquier caso, el director de exportación de 'El Coto', considera que es un mercado en el que hay que ser muy cauto porque “da mucha inseguridad porque sacan decretos y leyes de un día para otro”.
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