Del suroeste de Asia a los Grandes Lagos africanos
El fenómeno social que suponen los refugiados y los desplazados internos es un problema de alcance global que, sin embargo, se concentra en zonas muy concretas del planeta. Según los últimos datos ofrecidos por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) , António Guterres, existe “un arco de crisis” que va desde el suroeste de Asia hasta los Grandes Lagos de África, donde se encuentran dos tercios de los refugiados del mundo y tres cuartas partes de los 14,5 millones de desplazados internos a los que da asistencia la agencia de la ONU.
Además, el alto comisionado de ACNUR, ha señalado que casi todos los desplazamientos internos significativos que han tenido lugar en 2009 se han producido en esta zona, particularmente en Pakistán, Somalia y la República Democrática del Congo.
Según Guterres, a medida que los conflictos se vuelven cada vez más complejos, al implicar a ejércitos estatales, milicias e insurgentes, los esfuerzos humanitarios se encuentran en una situación creciente de riesgo.
Sólo en Pakistán durante lo que va de año, ACNUR ha visto cómo tres de sus trabajadores eran asesinados y otro era secuestrado y posteriormente liberado. Guterres ha señalado que el hecho de convertir en objetivo a los trabajadores humanitarios “no sólo va en detrimento de las propias operaciones, sino que mina los principios de la acción humanitaria”.
ACNUR ha destacado como un importante reto de futuro la reducción a la que se está viendo sometida este espacio humanitario; sin embargo, Guterres también ha subrayado el importante desafío que suponen las acciones de algunos Estados para limitar el acceso de los solicitantes de asilo a sus territorios.
El alto comisionado ha señalado que las prácticas de algunos países de impedir el acceso al procedimiento de asilo no son conformes al Derecho Internacional, mientras que otros estados tienen unas tasas de reconocimiento de solicitantes de asilo tan bajas que hacen que este acceso carezca de sentido.
Estas prácticas no hacen sino agravar el problema de los movimientos secundarios, ya que los solicitantes de asilo tratan de buscar Estados en los que tengan alguna esperanza de ver reconocidas sus necesidades de protección, ha afirmado Guterres. “En este contexto es imperativo tener un verdadero espacio de asilo europeo”, declaró.
Guterres también ha destacado cinco tendencias globales, que unidas a la recesión mundial, están multiplicando y agravando las crisis. El crecimiento demográfico, la urbanización, el calentamiento global, la inseguridad alimentaria, y de los recursos hídricos y energéticos, y las migraciones están cada vez más interconectados.
Por otro lado, a pesar de que más de 600.000 refugiados fueron repatriados de manera voluntaria en 2008, esta cifra supone un descenso del 17% frente al año anterior y representa la segunda cifra más baja de retorno de los últimos 15 años. “Los movimientos de repatriación masiva se están ralentizando, mientras que las situaciones en Afganistán, Sur de Sudán, República Democrática del Congo y otros lugares son cada vez menos propicias al retorno y la reintegración”, ha declarado Guterres.
0