El nuevo programa de cribado de cáncer de cérvix comienza con las riojanas de 25 a 35 años

La Rioja ha reorientado el Programa de Detección Precoz de Cáncer de Cérvix (cuello de útero) con un nuevo cribado que se va a extender de manera progresiva a la población diana de La Rioja, mujeres de entre 25 y 65 años, y que se ha iniciado a mediados del pasado mes en los centros de salud de Cascajos, La Guindalera y Alberite y se extenderá en los próximos meses al resto de la comunidad.

Profesionales de Atención Primaria, concretamente, las matronas, en colaboración con profesionales de Atención Hospitalaria de los servicios de Ginecología y de Anatomía Patológica, lideran el nuevo programa de detección precoz de cáncer de cérvix en La Rioja.

Hoy, coincidiendo con la celebración del Día de la Matrona, la consejera de Salud, María Somalo, acompañada por la Gerente de Atención Primaria, Paula Guerrero; la jefa de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital San Pedro, María José Puente; el jefe de Anatomía Patológica, Jesús Javier Sola; la directora de Enfermería de AP, Noemí Marauri, y la matrona de la zona de Salud de Alberite, Elena Garrido, han presentado este nuevo cribado poblacional.

Tal y como ha explicado María Somalo, “los cribados poblacionales son una de las mejores herramientas de prevención que podemos poner al alcance de la población y, en este sentido, desde el Gobierno de La Rioja trabajaremos siempre para facilitar al máximo que los riojanos y las riojanas accedan a ellos”.

En este contexto, ha explicado que el Sistema Público de Salud de La Rioja ha reorientado este programa siguiendo la recomendación del Ministerio de Sanidad que incorpora la prueba de detección del virus del papiloma humano (VPH) como prueba primaria de cribado en una parte de la población diana en el Sistema Nacional de Salud (35 a 65 años).

Por otra parte, hay que destacar también que la OMS publica en el año 2020 una estrategia global cuyo objeto es la eliminación del cáncer de cérvix como un problema de salud pública.

Destaca la propuesta de objetivo 90-70-90: 90% de niñas vacunadas antes de los 15 años; 70% de las mujeres dentro de un programa de cribado que incluye un test de alto rendimiento, realizado, al menos a la edad de 35 y 45 años y 90% de las mujeres diagnosticadas de lesiones premalignas o cáncer cervical recibe tratamiento.

El Sistema Público de Salud de La Rioja modificó, a finales de 2018, la prueba en el sistema de cribado poblacional de cáncer de cuello de útero (cérvix), iniciado en 2005, sustituyendo la citología tradicional por otra en medio líquido, con menos falsos negativos; que permite detectar el virus del papiloma humano sin necesidad de repetir la toma dos veces y mejorando así el diagnóstico.

“No nos cabe duda de que apostar por el diagnóstico precoz implica poder ganar años a la vida de los riojanos y las riojanas que participan de estos programas así que desde Salud siempre vamos a insistir en animar a la población a que acuda a realizárselo en cuanto reciba la invitación”, ha declarado Somalo.

Según los últimos datos, el 88,3% de la población diana de La Rioja participa en el Programa de Cribado de Cáncer de Mama, el 76% en el de prevención del Cáncer de Colon y la cifra se sitúa en el 70% en lo que se refiere al de Cérvix.

Participación en el cribado

Respecto a la participación en el nuevo Programa de Detección Precoz, se inicia con el tramo etario de entre 25 y 35 años, de los tres centros de salud referidos en donde se va a pilotar este cribado.

Las mujeres recibirán un SMS al móvil facilitándoles información para conseguir cita con la consulta de la matrona de su Centro de Salud.

La prueba de detección precoz de cáncer de cérvix es sencilla e indolora. La matrona recoge la muestra del cuello de útero y la envía al Laboratorio para su estudio.

Una vez allí se procede a su preparación para una citología (en mujeres con edad comprendida entre los 25 y 34 años) o para determinación del VPH (mujeres de entre 35 y 65 años).

La mujer recibirá un SMS cuando el resultado de la prueba sea normal y una llamada de la matrona si se detectan anomalías. A aquellas mujeres a las que se detecten células anómalas o presencia del VPH serán remitidas por la matrona del Centro de Salud al Servicio de Ginecología para completar el estudio.

Respecto al intervalo entre pruebas normales: a las mujeres de entre 25 a 34 años se les realizará citología cada 3 años, mientras que a las mujeres de entre 35 a 65 años, determinación VPH, cada 5 años. La información estará disponible en la carpeta del ciudadano y en la APP de Riojasalud. La campaña ha sido financiada por la Unión Europea- NextGenerationEU.

Incidencia

Respecto a la incidencia de este tumor en La Rioja, en 2020, tras el cáncer de mama y el colorectal, se encuentra el de cuello de útero, con unos 15 casos nuevos cada año.

El cáncer de cérvix o de cuello de útero se inicia cuando las células sanas de su superficie comienzan a dividirse de manera descontrolada. Los cambios celulares condicionan anomalías, no necesariamente cancerosas. Estos son los primeros pasos que pueden dar lugar a la formación de un cáncer y que se pueden diagnosticar en estadio precanceroso.

El factor de riesgo más importante del cáncer de cuello uterino es la infección por el virus del papiloma humano (VPH, o HPV, por sus siglas en inglés).

Existen más de 100 tipos de VPH, unos de alto riesgo (causantes del cáncer de cérvix) y otros de bajo riesgo, que pueden ocasionar un tipo de crecimiento llamado condiloma que se conoce más comúnmente como verruga.

La infección por el virus de papiloma suele ser transitoria, pero en torno a un 10-15% esta infección se hace persistente y es cuando ocasionan cambios en las células del cuello uterino y lesiones premalignas que con el tiempo pueden evolucionar a cáncer de cérvix.

Los factores de riesgo para esta persistencia son:

El cáncer de cérvix se puede prevenir

La infección por el virus del papiloma humano, se adquiere fundamentalmente a través de las relaciones sexuales, por ello el uso de preservativo es una medida general de prevención primaria.

La vacunación contra el virus del papiloma humano se considera la mejor estrategia como medida de prevención primaria para reducir el riesgo de desarrollar cáncer, tanto en niñas antes de iniciar las relaciones sexuales (incluida en campaña de vacunación), como en mujeres adultas.