Los candidatos de Logroño comparten 27 chuletas y un buen rato en La Grajera

Rioja2

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¿Qué sucede cuando los políticos se quitan el traje y la corbata y se enfrentan a una parrilla y un porrón de vino? ¿Cómo son las personas detrás de los candidatos? Rioja2 ha querido sacar a los cabeza de lista de las diferentes formaciones del rigor de la campaña y los focos para conocer su cara más humana, en el trato más cercano entre, los que pueden ser en unos días, sus compañeros y adversarios en el salón de plenos del Ayuntamiento de Logroño.

Poco a poco van llegando a nuestra cita en el parque municipal de La Grajera, en una mañana soleada de intenso viento. Entre pescadores, peregrinos y paseantes, los políticos logroñeses se saludan con sincera cordialidad y enseguida se ponen manos a la obra. El candidato del PR, Rubén Antoñanzas, el del PSOE, Pablo Hermoso de Mendoza, y la de CambiaLO, Isabel de María, toman el mando de las parrillas.

Mientras las chuletas van cogiendo tono al calor de las brasas, las risas y el buen rollo dejan claro que, al menos el ambiente será agradable a lo largo de la próxima legislatura en el Ayuntamiento de Logroño. Se unen Julián San Martín, candidato de Ciudadanos, Conrado Escobar, del PP y José Manuel Zúñiga, de Unidas Podemos. El equipo está completo, sólo falta el candidato de Vox, Adrián Belaza, que ha declinado la invitación de Rioja2 por cuestiones laborales.

Ya en la mesa, la conversación política se mezcla con el disfrute. ¿Cómo repartirían las 27 chuletas si fueran asientos en el salón de plenos del Ayuntamiento de Logroño? ¿Cuántas chuletas se comería cada uno? San Martín lo tiene claro y es el primero en contestar rotundo: “siete, yo me comería siete”. Zúñiga se viene arriba y se queda con nueve chuletas para Unidas Podemos. De María, de Cambia, no quiere hablar de máximos ni mínimos. Hermoso de Mendoza se comería “muchas” y Escobar “las que le dejen los logroñeses”.

Los candidatos se someterán los próximos días a un test de “logroñesismo”, queremos medir sus conocimientos como lo hace el Ayuntamiento cada año para elegir a los Vendimiadores de la ciudad.

¿Qué proyectos pelearían y cuáles paralizarían para la ciudad de Logroño? Conrado Escobar ha venido a pasar un buen rato, y lo deja claro: “¿Vamos a comer chuletas o nos vas a someter a otro test?”. Entre risas, todos están de acuerdo en que habrá que hablar mucho y buscar acuerdos. “Es lo que manda la nueva política”, apunta Escobar.

Al preguntarles si marcarán alguna línea roja en sus negociaciones, San Martín desvela, pincho de tortilla en mano, que “mucho picante es malo”, y Escobar aplaude su ingenio. Antoñanzas cree que “habrá que ir a las negociaciones sin líneas rojas, buscando acuerdos” y Escobar le secunda “además de hablar mucho entre nosotros, habrá que hablar mucho y escuchar a los logroñeses”.

Todos están de acuerdo en que el ambiente entre ellos será bueno y Zúñiga señala que “la situación cambia en un pleno, porque es como un circo, allí es el señor San Martín y aquí es Julián, allí será el señor Escobar y aquí es Conrado”. “Es verdad que cuando la relación personal es buena, es más fácil llegar a puntos de encuentro”, añade el candidato del PP. “Todos tenemos claro que podemos discutir en una reunión pero no hay nada personal y si tuvieramos que hacernos un favor nos lo haríamos”, señala Antoñanzas.

¿Se ha sentado Ciudadanos al lado del PSOE por alguna razón, o el PP al lado del PR por algo más que la casualidad? Parece que no. La elección de sitios ha sido casual, pero a alguno le ha venido bien. “Conrado apenas come chuletas, y me está llegando a más”, concluye el candidato regionalista.

Entre vinos, brasas y muchas risas, los candidatos siguen comiendo y animando a unirse a la fiesta a sus asesores y responsables de prensa y a los pescadores que pasan la mañana en La Grajera. En un rato tocará vestirse de nuevo de candidato, protagonizar un mitin, una entrevista o una reunión de campaña. La carrera hacia la alcaldía de Logroño continúa.

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