Trece años trasplantado: “Cuando te dan una nueva oportunidad, intentas devolverlo cada día”
Descubrió su enfermedad al intentar hacerse donante de sangre y una donación de órgano le salvó la vida. Una casualidad basada en la solidaridad y la buena voluntad, los valores que marcan la vida de Vicente Elías desde que hace 13 años le trasplantaron el hígado.
Con 26 años, en el análisis de sangre para hacerse donante y sin haber tenido ningún síntoma, le diagnosticaron sarcoidosis, una enfermedad rara y todavía más en el hígado, donde la padecía él. La enfermedad provoca una serie de granulomas e inflamación en el órgano y, aunque habitualmente evoluciona despacio, no era así el caso de Vicente Elías.
Aún así, podía llevar una vida normal. Los problemas empezaron tres años más tarde, con sangrados y pérdidas de conocimiento. Después, edemas y cansancio. Y, aunque podía mantener su rutina diaria, luego empezaron episodios de encefalopatía y alteración de la conciencia que, aunque fueron esporádicos urgieron la necesidad de un trasplantes de hígado.
Afortunadamente, el órgano no tardó en llegar. “Me fui a vivir a un piso en Barcelona cerca del hospital y después de tres noches allí me avisan que hay un hígado para mí. Después, fue todo muy rápido, me avisan una tarde y a la mañana siguiente ya tenía un hígado nuevo”, recuerda. Si echa la vista atrás a aquellos días hace 13 años, y aunque puntualiza que la operación fue larga y complicada, tiene un recuerdo positivo de la recuperación: “Estuve dos días en la UCI y rápido empecé a caminar, después estuve 15 días viviendo cerca del Hospital y un mes después de la operación ya estaba en Logroño. A los tres meses volví al trabajo”.
Entonces, poco a poco fue recuperando su vida habitual aunque inevitablemente con una nueva visión: “Cuando la vida te da una nueva oportunidad, das valor a las cosas importantes y dejan de importar las discusiones banales”. En el plano más físico, la vida después del transplante es un completamente normal y no hace nada diferente a otra persona que no esté trasplantada, “salvo tomar la medicación”, subraya. Actualmente, la medicina ha evolucionado mucho en este ámbito y hay fármacos para evitar el rechazo de los órganos, favoreciendo el buen resultado de los trasplantes.
Aunque la donación en España es altruista y anónima, es probable que el segundo hígado de este riojano fuera de una persona fallecida quizás en un accidente o de forma inesperada, y que su familia decidiera donar los órganos para salvar vidas como la de Vicente. Y cuando ese gesto te salva la vida, no se olvida: “Siento un agradecimiento constante porque si su buena voluntad no estaría aquí”. No olvidarse de ello “me permite ayudar en lo que esté en mi mano en el día a día, con gestos de buena voluntad. Aunque no esté a la altura de lo que hicieron por mí, porque donar un órgano es el culmen”.
La Rioja, a la cabeza de la donación de órganos
Durante 2023 se ha consolidado la recuperación de la donación situándose de nuevo por encima de la media nacional y La Rioja y Cantabria son las comunidades con un promedio de donación más alto. En 2023 se ha alcanzado una alta tasa de donación de órganos de 53.1 donantes por millón de población (p.m.p.), lo que supone 14 puntos más que la recogida en 2019, año previo a la pandemia. Se realizaron 17 entrevistas de solicitud de donación y no se produjo ninguna negativa.
En La Rioja, en 2023 se registraron 17 donantes (con una edad media de 71 años) de los que se obtuvieron un total de 31 órganos para trasplantar (24 riñones y 7 hígados). Del total de donantes, 12 han sido donantes convencionales en muerte encefálica y 5 lo han sido en asistolia.
Desde la puesta en marcha del Hospital San Pedro de Logroño, en 2007, la tasa de donación media es, desde entonces, de 54.4 donantes p.m.p. Así, desde 2007 se han contabilizado un total de 292 donantes de órganos, de los que se han podido obtener 331 riñones, 211 hígados, 15 corazones, 30 pulmones, 3 páncreas y 205 córneas.
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