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Plataformas por el derecho a la vivienda salen a la calle en Madrid “para pinchar la burbuja”

La cabecera de la manifestación de la PAH

Fabiola Barranco

La tarde del sábado 6 de octubre, el movimiento ciudadano que aglutina plataformas, asociaciones y colectivos en lucha por el derecho a una vivienda digna ha vuelto a salir a las calles de Madrid en una manifestación festival bajo el lema “Pincha su burbuja, con una ley como una casa”.

Activistas enfundados en los ya conocidos chalecos rojos y verdes, que tantos desahucios han parado en los últimos años a grito de “sí se puede”, encabezaban una manifestación que ha congregado a Plataformas de Afectados por la Hipoteca, asociaciones de vecinos y activistas de toda la Comunidad de Madrid.

“No toleramos ni un desahucio más” o “ni casas sin gente, ni gente sin casas”, han sido algunas de las consignas que se han escuchado durante el recorrido que nació en la Plaza de Jacinto Benavente y concluyó en el Parque de la Cornisa con diferentes actuaciones musicales.

En el mar de pancartas y carteles que recogían las consignas de los activistas, destacaba un cinco gigante hecho con cartón, que simboliza las cinco exigencias que guían la lucha de la PAH: Stop desahucios, alquiler social, parque de vivienda pública, suministros básicos y dación en pago retroactiva.

Ley de vivienda de la PAH

Alejandra Jacinto, abogada de la PAH, ha explicado los tres objetivos fundamentales de esta protesta. Uno de ellos consiste en instar al Congreso de los Diputados para que tramite de manera urgente la ley de vivienda de la PAH, que fue admitida a trámite el pasado mes de septiembre y que, según explica la letrada, “es necesario que se apruebe de forma definitiva porque no podemos seguir manteniendo una situación de más de 168 desahucios al día en y más de tres millones y medio de vivienda vacías en todo el Estado”. También han recordado que en Madrid no existe una ley de vivienda y que el pasado año la Comunidad de Madrid tumbó “la iniciativa de legislativa popular que contaba con 77 mil firmas” para promover una ley de vivienda digna. Por último, han pedido “pinchar desde la sociedad civil la burbuja del alquiler, creada por y para las entidades financieras”.

El ambiente familiar, festivo y reivindicativo, a partes iguales, se ha hecho notar durante todo el recorrido. Un clima que sirve de oxígeno para activistas y afectados incansables en su lucha. Gente como Susana Tosa, una mujer ecuatoriana que después de 12 años pagando la hipoteca de su vivienda en el madrileño barrio de Puerta del Ángel, se enfrenta a un desahucio a finales de este mes. “Después de todo lo que hemos pagado, ahora nos quedamos sin nada, sin casa, lo hemos perdido todo”, dice visiblemente emocionada esta mujer que intenta sacar adelante a su familia con un salario mensual de 400€, como reponedora en un supermercado.

Gloria también ha vivido una experiencia similar. En 2017 recibió la primera orden de desahucio por impago de hipoteca. Pero, como ella misma dice, evitó el desalojo, “gracias al apoyo de la PAH y logró un alquiler social”, después de que la entidad bancaria viera “que no estaba sola, que había mucha gente apoyando”.

Subida del alquiler

Olga Lopez, Candela Blanco, Patricia García, de 31, 29 y 28 años respectivamente, también están batallando para no perder sus casas. Las tres accedieron al Plan de Vivienda Joven de la Comunidad de Madrid, que les permitía alquilar por 600€ mensuales. Hoy están en riesgo de perder sus casas, después de que la Comunidad de Madrid vendiera los inmuebles al fondo de inversión Fidere e implementara cláusulas abusivas.

La subida de precios en los alquileres ha sido otra de las quejas más repetidas entre los manifestantes. Seriñe lleva 10 años viviendo en España y se dedica al top manta porque aún no ha conseguido regular su situación administrativa, lo que le impide optar a otro trabajo. Como tantos otros manteros, vive en el barrio de Lavapiés, compartiendo piso con otras 10 personas. “Ahora es mucho más difícil alquilar porque está lleno de turistas, suben los precios y nosotros no podemos pagarlo”, cuenta el joven activista de la RedInterlavapiés, acompañado por otros amigos que portan pancartas en las que se puede leer “derecho a la vivienda digna”.

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