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Carmena fija sus retos en reducir el impacto de las operaciones urbanísticas heredadas

La alcaldesa y los concejales de Ahora Madrid.

Marcos Pinheiro

Tan solo un puñado de votos podía haber cambiado el color del último concejal madrileño en disputa. El equilibro de mayorías habría sido distinto y Esperanza Aguirre sería ahora alcaldesa de Madrid. Pero no fue así. Manuela Carmena compareció en la noche del 24 de mayo ante miles de personas consciente de que, aunque no había ganado, se le abrían las puertas de una oportunidad histórica: arrebatar al PP el cetro de la capital de España tras más de dos décadas.

De eso hace ya un año. Desde entonces, la gestión ha estado marcada por la labor de Ahora Madrid destapando las irregularidades de los gobiernos del PP y por las polémicas en las que se ha visto envuelto el Ayuntamiento. A ello han contribuido los errores en el área de Cultura, los procesos judiciales que afectan a dos concejales del Consistorio o las declaraciones de las propia alcaldesa.

Durante el primer cuarto de la legislatura Carmena y su equipo también han avanzado en el cumplimiento de sus promesas electorales, impulsando iniciativas antidesahucios y viviendas sociales, potenciando la transparencia y la participación ciudadana y poniendo el foco en la limpieza de la ciudad y en la lucha contra la contaminación.

Pero el ciclo electoral que ha situado a Ahora Madrid al frente del Ayuntamiento solo ha comenzado, y por delante quedan tres años en los que el equipo municipal tendrá que seguir haciendo frente a la deuda de la ciudad, que limita enormemente su capacidad de acción, continuar con el cumplimiento de su programa y lidiar con los proyectos urbanísticos heredados de la anterior corporación.

A todo ello tendrá que enfrentarse Carmena con un gobierno agrietado. Mientras el pacto con el PSOE que permitió el cambio político es ahora más fuerte que nunca, las divisiones dentro de Ahora Madrid se han hecho más visibles con asuntos como las viviendas sociales. La configuración del partido instrumental para las próximas elecciones podría ensanchar la brecha entre los miembros de Podemos y Ganemos.

Desarrollando un modelo de ciudad

Pero no todo han sido herencias o polémicas. Durante este primer año Ahora Madrid ha comenzado a desarrollar su modelo de ciudad, implementando algunos de los compromisos recogidos en su programa electoral.

Carmena comenzó su mandato atendiendo a una de sus promesas más importantes, acabar con los desahucios. Ahora Madrid sólo ha conseguido parar los de las viviendas públicas, pero ha creado una oficina de intermediación para el resto. La Plataforma Antidesahucios de la capital no está satisfecha con el trabajo del equipo municipal durante estos meses, y así se lo ha hecho saber al Consistorio en diversas ocasiones.

En cuanto a la lucha contra la pobreza, el Ayuntamiento se ha centrado en el poblado chabolista de El Gallinero, una de las prioridades de la alcaldesa. También esta línea, el Consistorio está a la espera de negociar con el próximo Ejecutivo una rebaja en la tarifa energética para las familias más vulnerables y destinará 30 millones de euros a proyectos de vivienda, integración social y laboral en los distritos más pobres de la ciudad.

Ahora Madrid también ha extendido su modelo de ciudad a las contrataciones públicas, con un decreto de cláusulas sociales que rebaja el peso de las ofertas económicas en favor del respeto a los derechos laborales, o a la lucha contra la contaminación, con una nueva ordenanza mucho más restrictiva para la circulación de vehículos.

Desde el principio se puso especial hincapié en la limpieza de la ciudad, una de las principales quejas de los ciudadanos. Se hicieron trabajos intensivos en los barrios, se negoció con las empresas concesionarias para que levantasen los expedientes de regulación de empleo y se han puesto en marcha iniciativas para que los madrileños colaboren y ayuden a mantener las calles limpias.

Carmena y su equipo se presentaron a las elecciones con la participación ciudadana y la transparencia como dos de sus principales banderas, y han aprovechado este primer año para profundizar en ellas. Desde el área que dirige el concejal Pablo Soto se han puesto en marcha iniciativas de participación como la remodelación de la Plaza de España o los presupuestos participativos, con 60 millones de euros cuyo destino decidirán los madrileños.

En el apartado de la transparencia, Ahora Madrid ha aprobado recientemente una ordenanza que permitirá seguir todos los pasos en la aprobación de normativas municipales y obligará a los grupos de intereses a identificarse. Los datos sobre el personal eventual y los directivos son ahora públicos a través del portal de transparencia.

En este sentido, Carmena ha instaurado la costumbre de comparecer regularmente en el pleno a petición propia. En esas comparecencias, la alcaldía de Madrid ofrece datos que permiten cuantificar algunos puntos de la gestión de Ahora Madrid, como el tráfico, el transporte público o las actuaciones en materia de limpieza.

Lo que está por venir

Ahora Madrid tiene por delante el grueso de la legislatura para seguir desarrollando su programa electoral y hacer frente a varios desafíos. Las grandes operaciones urbanísticas pendientes desde hace años van a protagonizar buena parte del tiempo que queda hasta las próximas elecciones, a las que el partido instrumental tendrá que decidir cómo se presenta.

El gobierno municipal ha hecho recientemente una propuesta para desbloquear la Operación Chamartín, aunque sus discrepancias con el plan diseñado por el BBVA y la constructora San José anticipan una larga negociación con los actores implicados, entre los que también se encuentran la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Fomento.

Aún está pendiente la operación Calderón, por el momento se ha conseguido avanzar en la reforma del edificio España, pero ahora ha surgido un nuevo frente con la paralización del proyecto de viviendas sobre las antiguas cocheras de Cuatro Caminos.

Ahora Madrid enfrenta estos proyectos urbanísticos con una limitación presupuestaria. El alto volumen de la deuda reduce los recursos disponibles y obliga al Ayuntamiento a reducir su aportación en estas operaciones, porque uno de los compromisos de los nuevos gestores es no contraer más deuda pidiendo nuevos créditos. En ello ha vuelto a insistir el Consistorio hace unas semanas cuando rechazó volver a contratar con las agencias de rating, un instrumento fundamental si se busca financiación en los mercados.

Uno de los retos que tiene por delante el Consistorio es la auditoría de esa deuda. Aunque la subdelegación que se ocupa de este asunto lleva meses trabajando, es ahora cuando se ha puesto en marcha la comisión que estudiará su aumento. Es ahora también cuando se ha reunido a los expertos que asesorarán en la auditoría, que el Consistorio quiere someter a referendo ciudadano.

Más allá de los grande proyectos urbanísticos y la gestión económica –Ahora Madrid tiene que elaborar unos nuevos presupuestos para aprobarlos en un pleno en el que no tiene mayoría–, el Consistorio tendrá que resolver en los próximos meses algunas cuestiones más ligadas al día a día de los madrileños.

Durante el próximo año el Ayuntamiento tiene que desarrollar su propia red de escuelas infantiles y los nuevos pliegos para su concesión, tiene que dar solución a Bicimad, cuya empresa concesionaria está quebrada, y afronta la aprobación de un nuevo reglamento de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid paralizado por las divisiones internas.

Esa brecha en Ahora Madrid es otro de los grandes desafíos del partido instrumental. Se hizo visible desde el comienzo de la legislatura, y el paso de los meses no la ha cerrado, más bien al contrario. Ganemos ha sacado esas diferencias a la luz, con comunicados públicos cuestionando la labor de Carmena en algunos asuntos.

La distancia entre miembros de Podemos y Ganemos se evidencia también en cuanto al futuro que las dos formaciones quieren para Ahora Madrid. Aún es pronto, pero Podemos ya vislumbra un enfrentamiento con sus socios madrileños sobre el desarrollo del partido instrumental, que definirá la forma en la que se presentan a las próximas elecciones.

Levantando las alfombras

El nuevo equipo municipal ha tenido que hacer frente a la herencia de los Ejecutivos anteriores. 24 años de gobiernos del PP dejan un poso importante, y además de acabar con algunas costumbres adquiridas, buena parte de la labor del Gobierno de Carmena durante este primer año ha consistido en revisar algunas actuaciones de los anteriores ejecutivos del PP.

Ese trabajo, desarrollado por el área que dirige el concejal delegado de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, ha revelado la existencia de acuerdos lesivos para las arcas del Ayuntamiento, como algunos de los firmados por la dirección de Mercamadrid, cuyo posible “daño patrimonial” ha acabado en manos de la Fiscalía.

Esta labor, desarrollada en parte por la Subdirección General de la Auditoría de la Deuda, también reveló el pasado febrero que el PP había adjudicado contratos por valor de 32 millones a empresas de la trama Púnica. Hace una semanas eldiario.es publicaba un demoledor informe de la Cámara de Cuentas sobre los contratos de la M30, y el Consistorio ha iniciado un procedimiento sancionador contra las constructoras de la obra por cobrar por trabajos no realizados.

El Consistorio también está revisando la letra pequeña de la venta de los pisos sociales a Fondos Buitres por parte de la exalcaldesa Ana Botella. En los de la limpieza, su blindaje ha impedido al Ayuntamiento remunicipalizar el servicio, como era su compromiso, y ha tenido que limitarse a negociar con las concesionarias para mejorar el estado de la limpieza en la capital.

Además, en estos meses el Ayuntamiento ha hecho limpieza en Ifema, convertido en el retiro dorado de ex altos cargos como el exalcalde José María Álvarez del Manzano, y está elaborando un nuevo sistema de reparto de la publicidad institucional que acabe con el instaurado por Gallardón y Botella, que beneficiaba a sus medios afines.

Parte de este trabajo desarrollado durante los últimos meses se llevará ahora a la Comisión que estudia por qué la deuda aumentó un 780% de 2000 a 2012. El PP, que se niega a participar en esa Comisión, ha respondido a muchas de las revelaciones denunciando que se trata de una causa general contra los gobiernos populares en la capital.

Polémicas

El gobierno de Ahora Madrid comenzó con polémica y las ha ido arrastrando durante todo este año. La Concejalía de Cultura ha sido protagonista de los ataques de la oposición, y a ella se han sumado los procesos judiciales de la portavoz, Rita Maestre, y de delegado de Seguridad, Javier Barbero. La propia alcaldesa ha tenido que rectificar en más de una ocasión por el revuelo generado por sus palabras.

Los tuits de Guillermo Zapata años antes de acceder al cargo, que le llevaron a dimitir del cargo de concejal de Cultura, precedieron nuevas polémicas en ese área del Ayuntamiento que a punto estuvieron de llevarse por delante a su sustituta, Celia Mayer. Tras la cabalgata de los reyes magos y la detención de los titiriteros durante el carnaval de Tetuán, Carmena contempló su destitución después de errores en la gestión de la memoria histórica.

Este ha sido uno de los puntos que más controversia ha generado, alimentada por la marcha atrás del gobierno municipal, que paralizó la retirada de vestigios franquistas y los cambios en el callejero. Los diversos errores que se produjeron han provocado que las competencias en este asunto hayan pasado de Mayer a un Comisionado especial, presidido por Francisca Sauquillo e integrado por diferentes expertos.

Otros concejales no se han librado de las polémicas. Javier Barbero, responsable de área de Seguridad, afronta un proceso judicial denunciado por una asociación de policías. Le acusan de llamarles “fascistas” tras un escrache contra el concejal protagonizado por los propios agentes. Más sonado ha sido el caso de Rita Maestre, juzgada por el asalto a una capilla cuando estudiaba en la Universidad Complutense, y que ha acabado con una multa de algo más de 4.000 euros. La portavoz ha recurrido.

Entretanto, la alcaldesa ha visto como muchas de sus declaraciones públicas desembocaban en titulares a toda página. Sus reflexiones sobre la limpieza en Madrid, con propuestas como que los niños recogiesen colillas del suelo, sus comentarios sobre las negociaciones para la investidura o su desliz al llamar a ETA “movimiento político” han obligado a Carmena a matizar posteriormente sus declaraciones.

Algunas de esas aclaraciones, junto con desmentidos de informaciones publicadas en los medios, se han publicado en Versión Original, la web que lanzó el equipo municipal para rebatir afirmaciones falsas sobre la labor del Ayuntamiento. A pesar del revuelo con el que nació, la web sigue funcionando aunque con actualizaciones muy esporádicas.

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