La Junta Electoral frustra la mayoría absoluta del PP en Galapagar

La recurrente pregunta de si los electores votan a los partidos o a los candidatos cobró importancia práctica tras el 28-M en Galapagar, localidad de 35.000 habitantes de la sierra madrileña en la que el PP se quedó a 37 papeletas de la mayoría absoluta. Los populares creen que el undécimo edil de los 21 de los que consta la corporación se les escapó por un error logístico: la empresa que buzoneó las papeletas, contratada por los populares de la Comunidad de Madrid, envió la carta llamando al voto de la candidata local, Carla Greciano, junto a la de Isabel Díaz Ayuso, pero incluyó en el sobre la papeleta electoral equivocada, en la que figuraba la lista del candidato capitalino, José Luis Martínez-Almeida, en vez de la de Greciano. Los votos a Almeida —71, según los populares— se declararon nulos. El PP reclamó contarlos como válidos, pero el recurso fue rechazado el miércoles, según señalaron a última hora fuentes de la Junta Electoral Central.

“La diferencia entre los resultados de las autonómicas y las municipales fue brutal”, explica Greciano, que señala que se anularon unos 200 sufragios en las urnas de las municipales, mientras que en las de las autonómicas apenas superaron los 100. “La empresa de ‘mailing’ reconoce que se equivocó”, añade. No es la primera vez que se produce un error de este tipo. En estos mismos comicios, Podemos señaló que el PP pretendió precisamente lo contrario en Torrejón de Ardoz: anular votos a los morados porque las papeletas venían con los nombres de los candidatos de la capital. Otros errores de impresión se produjeron, por ejemplo, en León, donde Vox envío papeletas con candidaturas incompletas que fueron anuladas. En Llanes (Asturias), las de varios partidos se enviaron impresas por las dos caras.

El PP no tendrá finalmente mayoría absoluta en Galapagar, donde la corporación entrante será muy distinta a la de 2019. Entonces la fuerza más votada fue el PSOE, que formó gobierno en minoría en coalición con Ciudadanos. Cuatro años después, los socialistas se dejan por el camino un edil y los naranjas desaparecen.

Las formaciones de izquierda también pierden comba. Hace cuatro años, Podemos se presentó con Izquierda Unida y logró dos ediles, mientras que Más Madrid obtuvo uno. En esta ocasión han sido los morados los que se han presentado por separado; se quedan a 12 décimas del 5% obligatorio para entrar en la corporación, mientras que la nueva coalición de izquierdas logra dos actas. En 2021, Unidas Podemos se había escindido, tras desacuerdos entre la edil de Podemos y la de Izquierda Unida, que pasó al grupo mixto. El PSOE también vio cómo dos de sus ediles renunciaban en la primera mitad del mandato. Cuatro años después, Vox pasa de tres a cuatro concejales y consigue un edil la formación local Galapagar entre Todas, que dijo presentarse “sin etiquetas ideológicas”. 

Vox, “socio natural” del PP

El PP ya anticipaba que podría no conseguir los votos y en los últimos días venía negociando con Vox, según explica la probable alcaldesa Greciano. “Es el socio natural, como está ocurriendo en el resto de España”, afirma. Falta por concretar si los ultraderechistas entrarán en la junta de gobierno o se limitarán a apoyar el nombramiento de la alcaldesa popular. Ya no serán concejales en Vox los dos ediles expulsados en 2020 por una denuncia de consumo de drogas. La expulsión fue anulada por un juez el mes pasado. Una de ellas era la principal promotora de las caceroladas ante la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero durante buena parte de la legislatura que ahora se agota.