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“Material sanitario gestionado por la presidenta”: Ayuso presumió de lograr pedidos de China, salvo el de su hermano

Montaje de la resolución de la adjudicación de mascarillas por parte de la Comunidad de Madrid

Fátima Caballero

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En plena primera ola de la pandemia, con casi mil muertos diarios en la Comunidad de Madrid por COVID-19, Isabel Díaz Ayuso quiso confrontar con el Gobierno central y la llegada de material sanitario fue uno de los temas que instrumentalizó para cumplir ese objetivo. La presidenta madrileña anunció que traería por su cuenta cargamentos desde China y se comprometió a gestionarlos personalmente. Cada avión que llegaba del país asiático era una oportunidad para presumir de esa gestión hasta el punto de que acudía personalmente a Barajas a recibirlos y dejaba claro en cada nota de prensa que los pedidos habían sido “gestionados directamente” por ella.

Ese autobombo de una dirigente que estaba en todos los detalles de la gestión de la COVID ha cambiado esta semana. El pasado jueves saltaba a la opinión pública que su hermano cobró una comisión por uno de esos pedidos de su Gobierno procedentes de China. La propia presidenta reconocía que un contrato a dedo de 1,5 millones de euros para la compra de mascarillas se adjudicó a una empresa propiedad de un amigo de su pueblo –algo que había desvelado elDiario.es en noviembre– y que su hermano, Tomás Díaz Ayuso, recibió una contraprestación. Pese a que aquel mes de abril de 2020 presumió de gestionar directamente los pedidos, Ayuso sostiene ahora que no supo de esa adjudicación y de la intermediación de su hermano hasta que el presidente del PP, Pablo Casado, se lo comunicó en una reunión en septiembre de 2021. Según su versión, su hermano le habría ocultado su relación laboral con Daniel Alcázar, amigo del pueblo y propietario de la empresa textil y ganadera que se llevó la adjudicación, a pesar de las dificultades que implicaba por aquel entonces conseguir material sanitario en lo que denominó un “mercado persa”.

El primer avión

El primer avión a Barajas desde China llegó el 2 de abril. Ese día aún con la presidenta madrileña confinada en el hotel Room Mate con dos habitaciones de lujo a precio muy reducido, la Comunidad de Madrid informaba en nota de prensa de su llegada: “Se trata del primer avión de material sanitario gestionado por la presidenta, Isabel Díaz Ayuso”. Tal afirmación se repitió en otras notas posteriores.

La siguiente ocasión fue el 12 de abril. Isabel Díaz Ayuso llegó más de dos horas tarde a la conferencia de presidentes que presidía Pedro Sánchez y a la que acudían todos los líderes autonómicos para abordar la crisis de la COVID-19, aún en su peor momento. La cita era semanal, fijada todos los domingos a las diez de la mañana, pero ese día Ayuso prefirió saltársela durante dos horas para recibir personalmente un avión cargado de material sanitario procedente de China. Antes de llegar a conectarse a la reunión a las 11.50 horas, las fotografías de la presidenta de la Comunidad de Madrid ya estaban distribuidas a todos los medios de comunicación con una nota de prensa que añadía: “Díaz Ayuso recibe una carga récord de 113 toneladas de material sanitario [...] que ha sido gestionado directamente por la presidenta”.

No era la primera vez que presumía de gestionar personalmente el material sanitario procedente de China, no sería tampoco la última: hay otras dos el 28 de abril y del 10 de junio. “Los aviones gestionados por la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, comenzaron a surtir con estos suministros el pasado 2 de abril en un dispositivo de transporte aéreo desde China que continúa abierto ante la pandemia”, recoge el último escrito.

Por aquellos días, con los hospitales colapsados y las residencias sin material ni atención médica, Ayuso presumía de supervisar y gestionar “directamente” todos los pedidos de material sanitario que había comprado su Gobierno. De esta forma trataba de enfrentar su gestión a la del Ejecutivo central.

Ahora, que aquellos aviones han salpicado a su hermano, Ayuso se desentiende: ni era conocedora de los pedidos ni los gestionaba “directamente” como afirman numerosos documentos distribuidos a la prensa aquellos meses de 2020.

La oposición ha presentado ya sendas denuncias en la Fiscalía Anticorrupción que esta semana informaba de que ha abierto ya una investigación por ese contrato.

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