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Muere Javi Homeboy, el dj madrileño que fundió el indie con la electrónica

El dj madrileño Homeboy, en una de sus imágenes promocionales, vistiendo camiseta con el logo de su nombre

Elena Cabrera

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El dj de la escena madrileña Homeboy, Javier del Fresno, ha fallecido el pasado viernes 25 de agosto a causa de un cáncer de colon. Llevaba más de 20 años pinchando con un estilo definido por él mismo como “hits y remezclas como seña de identidad” y en los últimos años también compuso algo de música, “de oscura y elegante electrónica”, en sus propias palabras.

Javi Homeboy tomaba su nombre artístico de la canción homónima del grupo Adorable, aunque muchos suponían que era porque pinchaba en un bar ya desaparecido, el Home Bar de la calle Leganitos, un local excepcional dedicado devotamente a Depeche Mode y que fue visitado por alguno de los componentes del grupo. Posteriormente, el bar se reconvirtió en Fascination Street, con la misma línea musical. Allí fue donde él comenzó a pinchar de manera regular. El espejo en el que se miraba era el dj barcelonés Sideral –fallecido en 2006– y que consiguió con gran éxito recorrer ese camino que Homeboy también buscaba: llevar al terreno del baile a aquellos que se habían formado en el pop indie de guitarras; las remezclas raras de grandes hits eran su clave para conseguirlo.

El promotor de conciertos Rafael de Arcos fue un gran amigo de él durante los años 90. En un escrito de sus recuerdos realizado para elDiario.es tras conocer el fallecimiento, De Arcos rememoraba el día que le conoció, en el año 1995, a la salida de la mítica sala de conciertos Revólver del barrio de Argüelles. Les presentó un amigo común, Rubén. Rafa salía de un concierto y Rubén y Javi se disponían a entrar en la sesión gótica de la sala. Este tipo de encuentros sucedían en la concurrida acera de la calle Galileo con mucha frecuencia, era un punto de confluencia habitual en el Madrid musical de aquella época. “De primeras me cayó fatal, se lo contaría a él más adelante. El hecho de tener una personalidad tan arrolladora, una seguridad en sí mismo tan fuerte, chocaban con mi forma de ser tímida e insegura. Más tarde pude conocer al verdadero Javier”, recuerda Rafa.

El promotor, que también adoptó un sobrenombre por el que es conocido en la escena musical como Rafa Marychain, por su fervor por el grupo Jesus & Mary Chain, recuerda que a Javier, antes de llamarle Homeboy, le apodaban Robert en la época en la que pinchaba en Cambalache, otro clásico en la escena de la capital a finales de los ochenta. El promotor le recuerda siempre enfundado en sus zapatillas Adidas Gazelle y un chaqueta de chándal de la misma marca, la imagen arquetípica de la escena indie de los 90. También como una persona “insegura” y que necesitaba del “cariño de los demás”. “Los dos escorpios teníamos todas las de perder para ser amigos, pero nuestro amor y pasión por la música pudo con todo y durante algunos años éramos los Zipi y Zape de la Sala Maravillas”, añade sobre la sala de conciertos y sesiones musicales que fue el epicentro de la escena independiente madrileña, donde surgió el Festival Internacional de Benicàssim y a la que acudían siempre juntos todas las noches. Primero salían el jueves para comprar discos de segunda mano en las tiendas que en esos años proliferaban alrededor de la calle Luna, y que ya no existen, y después hacían planes para el fin de semana. Le recuerda comprando discos de Oasis, su banda favorita, y también de Luna, The Jesus and Mary Chain, Pulp o Menswear.

De Arcos recuerda que el gran éxito de Homeboy llegó con el desaparecido festival Summercase en 2008, “donde en una tremenda sesión saltó a la fama pasando a ser dj residente del Low club y siendo proclamado como uno de los mejores dj del año por la revista RockdeLux”.

Homeboy se asentó como residente del Low, uno de los más importantes de la capital en cuanto a indie y electrónica, un club fundado por la promotora y agencia de management Intromúsica. En los últimos años, también se le podía encontrar a los platos del Sideral club, en la calle San Joaquín, uno de los pocos reductos del indie en Malasaña. También pasó por las cabinas de la sala El Sol, Independance, La Vía Lactea, Freeway, Moby Dick, Astoria, Ochoymedio, pero también fuera de Madrid, como Fever (Bilbao), Razzmatazz (Barcelona), Stereo (Alicante), Sugarpop (Granada), Murray Club y La3 (Valencia), Wham (Sevilla), Cotton Club (Lleida), Voltage 333 (Londres) Factory (Manchester) y en festivales como Summercase, Benicàssim, FIZ o SOS 4.8.

Chus, con quien compartía el podcast Baja esa música se ha despedido de él en un programa especial en el que ha pinchado música de sus grupos favoritos, como Oasis, The Charlatans, Stone Roses, Depeche Mode o Daft Punk: “Él estaba encantado siempre con la música, sabía un montón y me ha enseñado un montonazo de grupos y de música”, ha dicho. Homeboy era también un gran fan de la banda Radiohead, administraba varios grupos en Facebook, realizaba remezclas (Nadadora, Anima Pop) y era un declarado madridista y amante de los perros.

El periodista musical Julio Ruiz, exlocutor de Radio 3, también ha publicado un mensaje de despedida, en el que recordaba los escenarios en los que habían coincidido como los del FIB y la sala Ochoymedio, y le valoraba como un “gran profesional de los platos y las mezclas” y admitía que era “un shock la pérdida de Javi Homeboy”.

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