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Así será la Plaza de la Villa de París

Somos Chueca

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Después de mucho batallar y de varias reuniones en privado con los responsables de las obras, la Asociación de Vecinos Barrio de Justicia por fin ha conseguido que el Ministerio de Justicia les proporcione los planos del proyecto que cambiará, de manera irreversible, la actual distribución y fisonomía de la Plaza de la Villa de París. Somos Chueca presenta hoy, en primicia, el aspecto que tendrá este espacio tras las obras de ampliación de la Audiencia Nacional.

El proyecto incluye dos importantes zonas de intervención (en la Calle General Castaños y en la zona Oeste de la Plaza de la Villa de París), donde se construirán dos nuevos elementos que alterarán significativamente el aspecto visual del espacio y romperán con su actual simetría. Además, los vecinos sospechan que los trabajos de perforación que se están llevando a cabo para poder dar forma a la idea del arquitecto, Francisco Rodríguez de Partearroyo, conllevarán la muerte −a largo plazo− de gran parte de los árboles que se encuentran en esas zonas y que la hilera de setos perderá su esplendor por las agresivas obras, si no desaparecen por el camino.

Tal y como se puede apreciar en la imagen, poco tendrá que ver la Plaza de la Villa después de las obras, tanto en su superficie como bajo tierra. Entre las grandes diferencias sobresale una gran cristalera de vidrio (previsiblemente con tratamiento tipo espejo como la de la Puerta de Sol por evidentes motivos de seguridad) que servirá para cubrir la entrada por la que accederán al edificio las visitas y la prensa, y que se ubicará entre el pasillo de setos que hay justo enfrente de la puerta de la Audiencia.

La fuente, que ya ha sido retirada, será trasladada al otro extremo de la plaza (justo enfrente de su ubicación anterior y a continuación de la cristalera) y la superficie asfaltada que actualmente divide en dos la plaza y parte de las aceras serán cubiertas con algún tipo de material terroso. Además, tanto la Calle Orellana como la Calle García Gutiérrez y la parte delantera del Tribunal Supremo −actualmente asfaltadas− serán cubiertas de granito y se eliminarán las plazas de aparcamiento en superficie, de tal manera que el espacio quede libre del tráfico rodado y sea totalmente peatonal.

Pero si hay un punto que inquieta a los vecinos es el relativo a las rampas de acceso para los vehículos de los presos, que se realizará por la Calle General Castaños, lo que de manera indirecta obligará a cambiar el sentido de circulación de la vía. Debido a las grandes dimensiones de los autobuses que se prevé van a entrar por esos accesos (12 metros de largo y más de 3,5 metros de altura), se creará una rampa idéntica a la actual de acceso al aparcamiento que implicará la construcción de un bloque de unos 20 metros de largo y como un metro y medio de altura, con una pasarela peatonal intermedia, que se cubrirá con unas jardineras con plantas para reducir el indudable impacto visual.

Asimismo, se colocarán varias garitas de seguridad, algunas de ellas con su correspondiente barrera. Según los planos, en la Calle García Gutiérrez (confluencia con C/ Génova), en la Calle Orellana (una en la esquina con la C/ Marqués de la Ensenada) y en la Calle General Castaños (junto al Tribunal Supremo) se colocarán sendas garitas con sus correspondientes barreras y en la Calle Orellana (esquina con la C/ General Castaños) otro punto de control, pero en este caso sin barreras.

Los frutos de un largo proceso

Algunos vecinos, alarmados ante el evidente avance de las obras frente a sus casas, intentaron durante meses conseguir información a través de la Junta Municipal de Distrito Centro, cauce habitual de comunicación con la administración municipal. En la mayoría de los casos no recibieron respuesta o la información era tan escasa que muchos optaron, a título particular, por dirigirse al Defensor del Pueblo para solicitar las pertinentes explicaciones.

De manera paralela, las asociaciones de vecinos AVV Chueca y AVV Barrio de JusticiaAVV Chueca hicieron lo propio a través del Consejo Territorial de Centro y del Área de Gobierno de Urbanismo, llegando a mantener reuniones hasta con la Coordinadora General de Planificación Urbana en las que no sólo no se despejaron dudas, sino que en muchos casos los datos aportados eran confusos e, incluso, contradictorios.

Con las obras avanzando a una velocidad vertiginosa, a principios del mes de junio las quejas llegan hasta Ana Botella, la alcaldesa, quien recibe personalmente a representantes del movimiento vecinal y se muestra sensible a sus demandas. Gracias a su colaboración es posible reunirse con los responsables directos del proyecto, tanto del propio Ayuntamiento como del Ministerio de Justicia, y abrir canales directos de comunicación para conocer en profundidad los detalles.

Gracias a ello, ha sido posible plantear una serie de mejoras al proyecto, que si bien no son la mejor solución del problema sí que mejoran considerablemente las intenciones iniciales, como en el caso de la ampliación de las rampas de acceso para los vehículos de los acusados que se están construyendo en General Castaños.

La rampa de acceso a los acusados de General Castaños

La primera reunión con los responsables del proyecto avanzaba la construcción de una especie de búnquer de cemento para comunicar las dos rampas de entrada y salida de los acusados. Dadas las grandes dimensiones de los vehículos que se supone que se necesitarán para el traslado de varios presos de manera simultánea, las actuales rampas del aparcamiento se quedaban pequeñas y el arquitecto proponía un muro continuo de más de 20 metros de largo y 3 metros mínimo de altura que las uniera, lo que obligaba a los peatones a tener que dar la vuelta completa para poder transitar por ese espacio y suponía un gran impacto visual.

Por ello, desde la AVV Barrio de Justicia hicieron una propuesta para intentar reducir, en la medida de lo posible, las dimensiones del muro y mejorar el acceso de peatones a la zona Oeste de la Plaza de la Villa de París. Así, la asociación vecinal sugirió utilizar  vehículos de menor tamaño para reducir las dimensiones de la rampa y presentó un gráfico con sus ideas: un muro de aproximadamente 1 metro de altura (frente a los 3 iniciales) en talud, cubierto por una jardinera que se integre más con el entorno y una pasarela peatonal entre las dos rampas.

Su constancia y el nivel de detalle de su propuesta, en la que se han tenido en cuenta tanto la funcionalidad para los vecinos como el factor de minimizar, en la medida de lo posible, la alteración de la fisionomía original de la plaza, han conseguido convencer a los responsables de la obra, que finalmente materializarán sus sugerencias en el proyecto definitivo.

Una polémica cristalera para el acceso de visitantes

Uno de los elementos que más llama la atención del proyecto es, sin lugar a dudas, la cristalera en la que se ubicará el acceso peatonal de visitas, que está proyectada frente a la actual entrada a la Audiencia Nacional. Aunque todas las infografías y simulaciones aportadas por el Ministerio de Justicia nos muestran una transparentísima cristalera cuadrada, dada la naturaleza del edificio que la albergará y las fuertes medidas de seguridad que en él se aplican, todo hace pensar que será tipo espejo, como la que luce la poco querida entrada acristalada al metro en la Puerta del Sol (que algunos ciudadanos han bautizado como “ballena varada”).

Otro motivo que hace pensar que la cubierta tendrá finalmente otro acabado se corresponde con aspectos puramente energéticos, puesto que al tratarse de una zona donde da de pleno el sol durante gran parte del día sería muy complicado mantener una correcta temperatura ambiental en ese espacio y tanto empleados como visitas extarían expuestos a un exceso de iluminación y calor.

La posibilidad de que se use un acabado como el de Sol es una de las mayores preocupaciones de los vecinos, pues muchas de las personas que cada día pasan por allí se quejan de los molestos reflejos de la superficie sobre la zona peatonal. Además, al no ser transparente y reflejar en vez de dejar pasar la luz, visualmente quedará cortada la plaza, algo que sin duda altera significativamente el resultado expuesto ante los representantes vecinales y deforma la Plaza de la Villa de París.

Podría haber sido aún peor

Una de las principales preguntas que se hacen los vecinos es cómo es posible que las obras fueran hace años tumbadas por la Comisión de Patrimonio y que ahora se esté levantando un edificio que claramente rompe con la estética y armonía del entorno. La primera reunión con los responsables del proyecto reveló que la primera propuesta a la que se negó Patrimonio era aún más agresiva que la actual.

Vamos, que ambos proyectos se parecen lo que un huevo a una castaña, de ahí la diferente respuesta de los expertos, favorables a esta intervención y totalmente opuestos a la anterior. El arquitecto ha tenido que hacer encaje de bolillos para cumplir escrupulosamente con la normativa y no sobrepasar los porcentajes de edificabilidad. Aunque a simple vista no lo parezca, el nuevo edificio de la Audiencia Nacional cumple totalmente con la legalidad, entre otras cosas porque los patios interiores no sólo no se han cubierto, sino que se han ampliado aún más.

Consulta los planos a los que ha tenido acceso Somos Chueca

El antes y el después del proyecto

Las obras de la zona Oeste de la Plaza de la Villa de París

Simulaciones 3D y fotomontajes

Propuesta de AVV Barrio de Justicia para la rampa de General Castaños

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