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Club Deportivo Newman

El gimnasio privado levantado sobre suelo público sigue abierto diez meses después de que Almeida ordenara su cierre

El Club Deportivo Newman, a la izquierda, adyacente y en la misma parcela que el colegio (derecha).

Guillermo Hormigo

Madrid —

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“Está abierto porque así lo han estipulado los jueces”. De esta forma justifica el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad Urbana del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, que el gimnasio privado Club Deportivo Newman siga abierto diez meses después de que el Ejecutivo municipal anunciara su clausura.

El consistorio emitió orden de cierre en enero porque el lugar, construido sobre suelo municipal entregado a coste cero por el Ayuntamiento, está incumpliendo el uso dotacional educativo establecido para este inmueble ubicado en la Avenida de Guadalajara, en el distrito de San Blas. Según Carabante, dicha orden todavía no se ha ejecutado debido a las medidas cautelares dictadas por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo, cuando los dueños del centro deportivo recurrieron la sanción ante los tribunales.

La explicación del edil llega después de que el concejal de Más Madrid José Luis Nieto echara en cara al Gobierno de José Luis Martínez-Almeida su “descontrol” sobre el cumplimiento de las licencias durante la Comisión de Urbanismo celebrada este lunes: “Este centro deportivo se inauguró el 16 de enero de este año dentro de las instalaciones del Colegio Internacional Newman, en suelo público municipal. Casi un año después sigue funcionando. Y todo esto cuando el anterior delegado, Mariano Fuentes, me contestó orgullosamente a una pregunta que le efectué en la comisión del 25 de enero porque se había dictado cese, clausura y propuesta de sanción de 60.000 euros”. “Espero que me felicite”, llegó a presumir el que fuera mano derecha de Begoña Villacís.

“Y sin embargo a fecha de hoy el centro deportivo sigue funcionando como gimnasio privado independiente del uso educativo para el que el Ayuntamiento cedió su suelo, con lo que incumple la legalidad al tratarse de una actividad distinta a la que es objeto de la cesión”, ha recordado Nieto. “Difícilmente podemos hacer algo más”, argumenta por contra Carabante, quien defiende la defensa de “la seguridad jurídica” por parte de la administración al haber dictado ya orden de cese.

Mariano Fuentes explicó en junio de 2022 que por entonces no tenían constancia de que la obra se fuera a destinar a un gimnasio privado abierto al público, pero estarían atentos al resultado final. “Se ha concedido una licencia de obras para la ampliación del centro docente, con nuevas aulas para distintas enseñanzas, instalaciones deportivas, piscinas y garaje aparcamiento”, explicó entonces una portavoz del área. “Por tanto, las obras de ampliación solicitadas son para la construcción de un edificio destinado al mismo uso dotacional [...], que es el uso calificado de la parcela”. Pero el pasado 30 de enero Urbanismo iniciaba el expediente sancionador, con una multa fijada en 60.000 euros, por incumplimiento de la Ley de Espectáculos y Actividades Recreativas.

El arduo proceso para “construir una civilización”

El Centro Deportivo Newman recibe su nombre del colegio concertado adyacente J. H. Newman. Gimnasio y centro educativo comparten además la misma parcela, un suelo público propiedad del Ayuntamiento de Madrid que el consistorio cedió de manera gratuita durante 75 años a la Fundación Internacional de la Educación (FIE) para construir un colegio concertado en 2003.

Los trabajos acabaron en 2005, pero quedó libre una esquina de casi 4.000 metros cuadrados en el terreno. La situación continuó así hasta la llegada de Dos Deporte, cadena gallega que invirtió unos diez millones de euros en la obra. El gimnasio abrió al público sin licencia y enmascarado como centro educativo porque lo iba a utilizar el alumnado del colegio, como adelantó Madridiario. Esta construcción parecía incompatible con los usos previstos para este suelo en el acuerdo de cesión entre el Ayuntamiento y la FIE, que data de 2003. El acuerdo contemplaba la creación de un centro de Infantil, Primaria y Secundaria en una parcela municipal que debe destinarse a dotaciones “de servicios colectivos educativos básicos”.

El colegio J. H. Newman, de un marcado carácter religioso (John Henry Newman fue un santo británico que apoyó la vuelta del país al catolicismo), ha tenido más varios roces con la administración desde su instauración. La cesión original del suelo fue ya un proceso complejo, según relató la propia FIE.

Sus promotores recurrieron a figuras célebres con capacidad de influencia. No en vano, en 2001 “se dio a conocer una carta del cardenal [por entonces Rouco Varela] al alcalde [José María Álvarez del Manzano] y otra de un diputado del Congreso [el también popular y hoy fallecido Juan Manuel Albendea] amigo del alcalde en la que le ruega que agilice o, al menos, que no paralice la cesión del terreno”. Así lo escribían los propios dueños en la memoria del décimo aniversario del centro, titulada Construir una civilización.

José Luis Nieto ha concluido su intervención en la Comisión de Urbanismo pidiendo al Ejecutivo de Almeida tanta ejemplaridad en el cumplimiento de la legislación municipal como la que reclama al Gobierno central: “Espero que lo mismo que se muestran tan alarmados por que de nuevo tengamos un gobierno progresista en España, se preocupen y ocupen de restablecer la legalidad vigente en este caso”.

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