Un artista le acerca una libreta a su padre y le pide que escriba lo que quiera en ella. El padre, que fue condenado a 29 años de cárcel y que permaneció en ella finalmente 13 años, duda. “¿Lo que quiera?”, pregunta. Unos segundos después comienza a escribir. Lentamente, con mucho cuidado, escribe la misma frase varias veces y en renglones separados: “Yo soy inocente / Yo soy inocente / Yo soy inocente...”. En un momento dado se detiene, desplaza su mano hasta el primer renglón y a la derecha de cada oración añade: “ ... y tonto / ... y tonto / ... y tonto”. “Yo soy inocente y tonto / Yo soy inocente y tonto”. El artista es Vicente Arlandis y el padre Vicente Arlandis Ruiz, pero sus nombres podrían ser otros, el de cualquiera de nosotras. Si Vicente Arlandis Ruiz, aquí, se siente, no solo inocente, sino también tonto es por la posición en la que le ha dejado la Justicia cuando se ha visto expuesto a una relación con ella.
El Conde Duque acoge entre los días 5 y 9 de diciembre unas jornadas que prentenden reflexionar sobre la idea de justicia desde los ámbitos del arte y de la ficción. Bajo el título Yo soy inocente y tonto –tomado prestado de lo que aquel padre escribió en la libreta– se han programado talleres, proyecciones y una representación teatral, que lanzan una mirada crítica sobre nuestra actual institución judicial.
Dónde: Centro Cultural Conde Duque
Cuándo: del 5 al 9 de diciembre 2018
Cuánto: entrada libre salvo el espectáculo en teatro
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