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Nueva movilización vecinal en Usera y Villaverde contra el crematorio de la M-40 este sábado: “No nos vamos a resignar”

Una vecina sosteniendo una pancarta con el lema “No al crematorio” durante una manifestación anterior

Somos Madrid

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El pasado 20 de agosto la empresa Parcesa solicitó al Ayuntamiento de Madrid la concesión de la licencia de primera ocupación y funcionamiento del polémico horno crematorio del tanatorio de la M-40. Vecinos de los distritos de Usera y Villaverde alertaron en un comunicado de que ambas entidades aprovecharon el verano y las vacaciones para hacerlo, como ya ocurrió con la licencia de construcción del crematorio, que fue otorgada a mediados de agosto de 2024. “Cuando las cosas no están claras, cuando se roza la ilegalidad, y cuando se toman decisiones vergonzantes, es mejor hacerlo en época estival, para que pase todo lo más desapercibido posible”, critican en el escrito.

Por este motivo, los colectivos vecinales reclaman al alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, que deniegue la autorización solicitada. “¿Qué va a hacer ahora el Ayuntamiento de Madrid? ¿Volverá a colocarse del lado de Parcesa o tendrá en cuenta su propia ordenanza, que prohíbe una actividad de este tipo a menos de 250 metros de viviendas, equipamientos, parques o espacios comerciales?”, se preguntan. Los vecinos se recuerdan que ya no existe ninguna sentencia que justifique al Gobierno municipal: “Ahora el Ayuntamiento no tiene excusa, tiene que elegir entre autorizar o denegar una actividad que sabe que es nociva para los barrios cercanos, que ya conviven con depuradoras, estanques de tormentas, centros de tratamiento de lodos o subestaciones de gas”.

Ante el nuevo paso dado por Parcesa y el Ayuntamiento, los colectivos vecinales de Usera y Villaverde, con el apoyo de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), han anunciado que volverán a salir a las calles. Vecinos de ambos distritos se sumarán a la concentración programada para este sábado 20 de septiembre a las 12.30 horas frente al tanatorio de la M-40, con el objetivo de exigir al Ayuntamiento que rechace la licencia de funcionamiento del horno crematorio “por ilegal, injusta e insalubre”.

“Hemos parado la construcción del crematorio en tres ocasiones y volveremos a hacerlo todas las veces que haga falta. No nos vamos a resignar. Los barrios de Usera y Villaverde no descansan nunca y siempre estaremos alerta ante cualquier decisión que suponga un nuevo perjuicio para una zona ya castigada por las administraciones”, advierten las asociaciones vecinales.

Un conflicto enquistado desde hace más de dos décadas

Es la cuarta vez desde 2002 que se anuncia la construcción de un crematorio en el tanatorio de la M-40. El Ayuntamiento concedió en agosto de 2024 la licencia de obra a Parcesa, que situará el horno en el número 36 de la avenida de Rosales, dentro de las instalaciones funerarias que posee en la zona. El proyecto afectará directamente a los barrios de San Fermín (Usera) y Los Rosales (Villaverde), cuyas viviendas y centros educativos se encuentran a menos de 200 metros.

El Consistorio dio el primer paso con la aprobación de la licencia el 16 de agosto de 2024 después de validar la documentación técnica y con la autorización ambiental previa del Gobierno regional. Tanto la Comunidad como el Ayuntamiento de Madrid defendieron entonces que la concesión se ajustaba a derecho y respondía a una sentencia firme del Tribunal Supremo.

No obstante, la instalación del crematorio había sido denegada en tres ocasiones anteriores: en 2002, 2015 y 2021. En la última, bajo el mandato de José Luis Martínez-Almeida, se alegó el incumplimiento de la distancia mínima de 250 metros respecto a viviendas y otros equipamientos, tal y como establece la Ordenanza de Protección de Medio Ambiente de Madrid. Parcesa recurrió y el Tribunal Supremo obligó a dictar una nueva resolución, lo que desembocó en la concesión actual.

Las asociaciones vecinales recuerdan que la licencia se otorgó “sin comunicación previa” y subrayan que la normativa vigente mantiene la exigencia de los 250 metros de distancia. En su entorno inmediato, destacan, hay bloques residenciales, un instituto, un colegio, tres parques, dos centros comerciales y hasta una escuela infantil de la Comunidad de Madrid a menos de 160 metros.

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