El Palacio de la Prensa hará obras en 2026 para reducir su espacio de cine y dejar sitio en la baja a un enorme local de ocio
Los cambios aprobados hace tres años para el céntrico Palacio de la Prensa se concretarán el que viene. La empresa promotora, Forter, también perteneciente a la propiedad del edificio, ha indicado a El Confidencial su intención de reformar el espacio a partir de 2026, con unos trabajos que se extenderán hasta 2028.
La intención de la propiedad es cambiar la distribución de sus tres actuales salas de cine con capacidad para casi un millar de personas, haciendo desaparecer la principal de su planta baja, trasladando a la segunda planta de los locales otra con 437 butacas, capaz de acoger también obras teatrales.
El traslado se completaría con una transformación de su sótano, bajo y primero en un espacio recreativo de uso polivalente con acceso desde la Plaza de Callao. Contará con 2.054,15 m2 y estará catalogado como uso terciario recreativo, aunque el plan no anuncia todavía ninguna “actividad concreta” en él. Su aforo será de 1.691 personas, según los detalles a los que tuvo acceso este periódico cuando se aprobó el plan especial.
El objetivo es dedicar los niveles inferiores “a actividades que podían fácilmente atraer al público de la Gran Vía en general”, se explica en el plan especial. Forter apunta a El Confidencial que su intención es “hacer actividades previas y posteriores a las películas, porque nos hemos dado cuenta de que cuando se plantean, por ejemplo, coloquios después de las obras se dispara la ocupación”.
El cine, por su parte, contará con una superficie de 1.944 m2 y se le añadirán camerinos, tramoyas y otros elementos necesarios para poder organizar “premieres cinematográficas y pequeñas representaciones teatrales”, reza la memoria del plan especial.
El cambio exterior más importante será el de la reforma de la parte trasera del edificio, la que da a la calle Tudescos y a la plaza Luna. Allí se retocará el chaflán para convertirlo en la entrada principal del cine-teatro, con la apertura de una entrada mayor que la actual, recuperando “su estética de grandes huecos originales”. Además se eliminarán algunos elementos añadidos que afeaban estéticamente la fachada, como una salida de emergencia.
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