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Un tribunal ordena repetir el juicio a un policía municipal de Madrid condenado por partir la mandíbula a un menor

Coche de la Policía Municipal de Madrid, en una imagen de archivo.

Alberto Pozas

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Los tribunales madrileños tendrán que repetir el juicio contra un policía municipal condenado por partir la mandíbula de una paliza a un menor de edad negro en las fiestas del Barrio del Pilar de 2019. Los jueces del Tribunal Superior de Justicia estiman un recurso del policía y otro del Ayuntamiento de Madrid y reprochan a la Audiencia Provincial que declarasen probada la agresión y lo condenasen a un año y medio de cárcel sin tener en cuenta el testimonio exculpatorio de otros tres agentes que formaban parte del operativo. El sumario refleja cómo la Policía Municipal no identificó a un tercer agente supuestamente implicado.

Los hechos, tal y como desveló elDiario.es, ocurrieron en octubre de 2019 durante las fiestas del madrileño Barrio del Pilar. Un grupo de jóvenes había intentado volver a entrar en el recinto ferial una vez clausurado por la Policía y varios agentes les ordenaron salir de allí. Según la investigación, procedieron a identificar al único joven negro del grupo.

El chico, tal y como reconoció durante el juicio, en un momento dado se dirigió a ellos: “Con una placa todos somos graciosos”. Fue entonces cuando, según la versión que dio por buena la Audiencia Provincial de Madrid, un agente identificado y otro sin identificar le llevaron hasta unos arbustos y le pegaron una paliza, rompiéndole la mandíbula. Después, además, un tercer agente que fue juzgado y absuelto le entregó una multa por faltarles al respeto en virtud de la Ley de Seguridad Ciudadana.

El joven declaró que no le contó los hechos inmediatamente a su madre para no tener que contarle la existencia de la multa, pero terminó acudiendo al hospital por el dolor de la mandíbula, donde finalmente fue operado. A lo largo de la investigación los policías negaron los hechos pero la Audiencia Provincial condenó a uno de ellos: año y medio de cárcel por un delito de lesiones. El Ayuntamiento de Madrid fue considerado, además, responsable civil subsidiario.

Ahora ha sido el Tribunal Superior de Madrid el que ha estimado un recurso del agente condenado y del consistorio que dirige José Luis Martínez-Almeida y ha ordenado repetir el juicio. El motivo, según la sentencia que ha podido examinar este periódico, es que la Audiencia Provincial no explicó por qué no tuvo en cuenta los únicos testimonios favorables al agente condenado: los de otros tres policías que formaban parte del operativo en esas fiestas.

Esas tres declaraciones son de agentes que negaron haber visto una paliza por parte de sus compañeros, que afirmaron que a las tres de la madrugada había buena visibilidad y que, además, los setos donde supuestamente se llevaron al chico habían sido podados para mejorar la visión y evitar los ataques sexuales que habían tenido lugar en esas fiestas en años anteriores.

El TSJ de Madrid ordena que la Audiencia Provincial repita el juicio pero con unos jueces diferentes a los que les condenaron. “Las pruebas omitidas tienen su relevancia en sentido exculpatorio”, dice el Tribunal, y la Audiencia no justificó si los excluía, por ejemplo, por su subjetividad. Ahora serán tres magistrados distintos los que vuelvan a juzgar el caso, proceso para el cual todavía no hay fecha.

“No ha sido posible la identificación”

La primera sentencia del caso, revelada por elDiario.es, refleja por qué el tribunal otorgó credibilidad al menor de edad frente a la declaración exculpatoria de los agentes. El chico contó los hechos poco después a sus amigos en una plaza cercana al lugar de la paliza, ha mantenido su declaración desde ese momento y las lesiones son reales: los informes médicos reflejan que llevará una placa metálica de por vida en la mandíbula.

Los hechos probados reflejan que uno de los dos agentes acusados, que fue finalmente absuelto, abandonó el lugar para rellenar el boletín de denuncia y que la paliza fue ejecutada por otros dos policías: uno fue localizado a través de la denuncia firmada pero el otro nunca fue identificado.

La primera sentencia del caso, ahora anulada, se limitaba a reflejar esa imposibilidad de dar con la identidad de ese agente de Policía Municipal que, supuestamente, había participado en la paliza. El sumario del caso, al que ha tenido acceso elDiario.es, revela que el juzgado pidió a la Policía Municipal en septiembre de 2020.

La respuesta fue negativa y llegó apenas unos días más tarde, firmada por el intendente jefe de la Unidad Integral de Distrito de Fuencarral, jefe del dispositivo esa noche y uno de los testimonios que el Tribunal Superior ha pedido tener en cuenta en el segundo juicio. “No ha sido posible la identificación del mismo ya que en el dispositivo se encontraban presentes 139 policías, cinco oficiales, tres subinspectores y un intendente (...) la mayor parte de los agentes estaban en esas líneas que se desplazan por toda la extensión del recinto para ordenar el cierre de las casetas”.

El sumario también refleja cómo los dos agentes identificados negaron haber agredido al menor de edad, llegando a afirmar que les insultó en un primer momento y que después les pidió perdón. Varios testigos, amigos de la víctima, rechazaron haber visto los golpes pero sí que el joven les contó lo que había sucedido poco después y que ya entonces tenía la mandíbula hinchada, según declaró probado la Audiencia Provincial, por los golpes de los agentes.

Esa primera sentencia ahora anulada declaró la responsabilidad civil subsidiaria del Ayuntamiento de Madrid, al tener en cuenta que el policía municipal estaba de servicio cuando pegó la paliza al joven. Esa resolución obligaba al consistorio a hacerse cargo de 7.467 euros por las secuelas del ataque “al ser policía municipal el acusado y encontrarse en el ejercicio de sus funciones cuando cometió los hechos”.

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