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Gama todoterreno de Toyota: de los SUV híbridos a los imparables 4x4

Toyota Hilux.

Pedro Urteaga

Desde el lanzamiento del legendario BJ allá por 1951, Toyota ha ido conformando una gama de modelos todoterreno de la que es estandarte el Land Cruiser, legítimo heredero de aquel vehículo pionero, empleado desde sus inicios como coche patrulla de la Policía Nacional japonesa. Al Land Cruiser y sus mil y una derivaciones se unió en los últimos años 80 el pick-up Hilux y, más tarde, los más ruteros RAV4 y Highlander, que incorporaron pronto la famosa tecnología híbrida de Toyota.

Así pues, 70 años después del inicio de esta saga, la marca ofrece una familia de modelos con diferentes aptitudes off road: por un lado, unos SUV híbridos que pueden moverse por garantías por terrenos complicados pero no extremos; por otro, los clásicos Land Cruiser y Hilux, 4x4 genuinos y aptos para el uso profesional que prácticamente pasan por cualquier sitio, y todo ello lo hemos podido experimentar en una jornada de pruebas todoterreno organizada por Toyota en una finca de la provincia de Guadalajara.

Actualmente, el Land Cruiser se vende en España con un único motor diésel de cuatro cilindros y 2.800 cc que rinde 204 caballos, propulsor que sustituyó en 2015 a un 3.0 menos respetuoso con el medio ambiente. El Hilux puede llevar tanto la motorización de 204 CV como otra menos potente, procedente de la generación anterior del modelo, que entrega 150 CV.

Por su parte, los RAV4 y Highlander hacen uso de un sistema full hybrid compuesto por un motor de gasolina 2.5 de ciclo Atkinson y uno o dos motores eléctricos alimentados por una batería de níquel hidruro metálico. El segundo es básicamente, como admite abiertamente la compañía japonesa, un “maxi RAV4”, al que supera en 26 cm, dirigido a aquellas familias que requieren de más espacio pero no piensan en un gran SUV premium, por el que habrían de realizar un desembolso mucho mayor.

Con una batería de 1,9 kWh de capacidad (por 1,59 kWh del RAV4) y un tren de propulsión más apretado en general, el Highlander consigue 26 caballos más que su hermano menor: 248 frente a 222 CV. El motor de gasolina ofrece 190 en vez de 178 CV, y el propulsor eléctrico delantero otorga 134 kW en vez de 88 kW, siendo la misma la potencia del motor eléctrico trasero: 40 kW. El RAV4 cuenta con una versión de un solo motor eléctrico, y por tanto de tracción 4x2 (delantera), que desarrolla 218 CV.

Un clásico más joven, el RAV4

Aunque de trayectoria menos dilatada que los emblemáticos Land Cruiser y Hilux, el RAV4 es ya por derecho propio otro clásico de Toyota, en este caso de su gama SUV. Comercializado por primera vez en 1994, adoptó la tecnología híbrida en la década de 2010 y desde fechas recientes solo está disponible en nuestro país con el sistema full hybrid antes descrito.

Su última generación dispone de versiones 4x2 y 4x4, como ya hemos señalado, y se caracteriza por un hecho bastante insólito en estos momentos, como es que haya recuperado las cualidades off road que exhibía el modelo original. Pudimos atestiguar el éxito de la propuesta en una experiencia sobre nieve que te contamos en su día este artículo, y ahora hemos vuelto a hacerlo en otro escenario: el del polvo y las piedras de la tierra de Castilla.

Algo similar ocurre con el enorme Highlander, que nos deparó horas de disfrute en un test drive celebrado cuando los efectos de Filomena aún azotaban Madrid (todos los detalles en este otro artículo) y ahora ha mostrado sus aptitudes en terrenos de muy diferente tipología. Estamos aquí ante un ilustre desconocido, por lo que atañe a España, pues el modelo se puso a la venta en 2001 y en fecha tan temprana como 2005 ya contaba con variante híbrida.

En 2007 rodó un prototipo del Highlander movido por pila de combustible de hidrógeno. En 2013 adoptó una tercera fila de asientos, y con esta configuración -y tracción a las cuatro ruedas- es con la que ha llegado por vez primera a nuestro país hace pocos meses, con un retraso debido a otro temporal, el de la pandemia.

Para enfrentarse a los problemas de tracción que surgen fuera de carretera o sobre firme deslizante en general, los SUV de Toyota disponen del sistema electrónico AWD i-Hybrid, capaz de enviar al tren trasero hasta el 80% de par, lo que sirve además para reducir el subviraje (la tendencia del coche a seguir recto en las curvas) en zonas sinuosas.

En cambio, Land Cruiser y Hilux recurren a los dispositivos tradicionales, mecánicos en algunos casos, para garantizarse superar todos los obstáculos. En el pick-up, la marcha se realiza ordinariamente en modo 4x2, y la tracción a las cuatro ruedas se selecciona cuando es preciso; además, el conductor puede bloquear el diferencial trasero.

Por su parte, el lujoso Land Cruiser tiene tracción 4x4 permanente, reductora y bloqueo del diferencial central, amén de suspensión variable adaptativa, en tanto que el eje trasero lleva diferencial abierto o Torsen, según versiones.

El Highlander comparte con los 4x4 puros de la gama el sistema activo de control de tracción, que utiliza el control del freno y del motor para distribuir el par de manera adecuada entre las cuatro ruedas. El Land Cruiser y el Hilux incorporan control de descenso, y el primero cuenta con Crawl Control, gracias al cual el coche puede avanzar a velocidad baja y constante en cinco marchas distintas.

En acción con los cuatro integrantes de la familia

A bordo de los RAV4 y Highlander, pudimos surcar las empinadas pistas de la finca próxima a Sigüenza con la misma comodidad que proporciona el Land Cruiser (el Hilux es otra cosa por las ballestas de su suspensión trasera). Aunque se había preparado una parte especial de la ruta para los 4x4 puros, aventuramos que, con una mínima pericia por parte del conductor, también los SUV híbridos hubieran podido superar sin problemas los cruces de puentes, rampas, tramos de crawl y rocas, flanes y demás trampas tendidas a sus rudos compañeros de gama.

Quienes no tuvieron suficiente con los traqueteos propios tuvieron la ocasión de disfrutar -a modo de copilotos- de los que regalaba Isidre Esteve, as de los raids, a los mandos del Toyota Hilux Overdrive, el espectacular pick-up con chasis tubular y motor V8 de 350 caballos con el que ha disputado el último Rally Dakar.

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