El Mazda CX-5 estrena hibridación ligera y etiqueta Eco en sus motores de gasolina
El Mazda CX-5, sin duda el modelo más exitoso de la marca japonesa, ha recibido una ya larga serie de modificaciones desde que inició su andadura allá por 2012. Con la nueva actualización que acaba de darse a conocer, sus motores de gasolina disponen, además, de un sistema de hibridación ligera que en el mercado español lleva consigo el distintivo ambiental Eco de la DGT, y toda la gama en general disfruta de novedades en tecnología y seguridad.
El SUV de Mazda se ofrece habitualmente en dos versiones de gasolina y otras dos diésel combinadas con transmisiones de seis velocidades manuales o automáticas. También puede incorporar tracción a las ruedas traseras o total. El motor de gasolina 2.0 entrega 165 CV y el de 2,5 litros rinde 194; el bloque diésel de 2,2 litros se declina en variantes de 150 y 184 caballos.
La principal novedad del modelo de 2023 consiste en que los propulsores de gasolina, que ya contaban con sistema de desactivación de cilindros para reducir el consumo cuando la exigencia de potencia es poca, estrenan ahora el dispositivo Mazda M Hybrid que los convierte en mild hybrid o híbridos ligeros.
Se trata de un sistema compacto y eficiente que se compone de un generador reversible integrado (ISG), accionado por una correa, y una batería de ion litio de 24 V. Su misión consiste en rebajar aún más el consumo de combustible, regenerando la energía que se recupera durante la deceleración a través de un motor eléctrico que asiste al motor principal.
El ISG convierte la energía cinética recuperada en energía eléctrica y la almacena en la batería de ion litio. A continuación, el sistema utiliza un convertidor DC/DC para transformar la tensión hasta el valor necesario y suministrarla a los componentes eléctricos del coche.
El empleo del generador ISG accionado por correa también proporciona un tacto de conducción más refinado, ya que permite al sistema aportar asistencia a la propulsión. Otra de sus ventajas estriba en que ayuda al motor a volver a arrancar más rápida y silenciosamente después de que lo haya parado el dispositivo start&stop.
La batería va montada en los bajos del vehículo para no restar espacio del interior ni del maletero. Al mismo tiempo, esta ubicación ayuda a optimizar la distribución del peso y contribuye a la seguridad en caso de colisión, según asegura la marca de Hiroshima.
Gracias a esta tecnología, el coche ve rebajado su promedio de consumo en 0,6 litros/100 km y sus emisiones de CO2, en 14 gramos por kilómetro recorrido. El primero queda en 6,5 litros/100 km en la versión de 165 CV con cambio manual y en 7,2 en la de 194 CV, que lo lleva siempre automático. Las emisiones medias son de 146 y 163 g/km, respectivamente.
Novedades en la gama
En el modelo de 2023, la gama del CX-5 añade tres nuevos niveles de acabado. El Newground pone el acento en una posible utilización off road; el Homura resalta el aspecto más deportivo del coche, y el Takumi está concebido para proporcionar una atmósfera más lujosa. El vehículo se pone a la venta desde 33.607 euros, y la incorporación de cambio automático y de tracción a las cuatro ruedas supone un extra de 2.400 y 3.000 euros, respectivamente. La diferencia entre los motores de gasolina 2.0 y 2.2 se cifra en 3.500.
La presente actualización permite disponer ahora de mejoras en conectividad como los sistemas Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos, además de la carga inalámbrica para teléfonos móviles.
En el apartado de seguridad destaca un sistema llamado de tráfico y crucero (CTS) que aporta asistencia al acelerador, el pedal del freno y la dirección en situaciones de tráfico intenso, con el fin de reducir la fatiga del conductor. El CTS se encarga de ajustar automáticamente la velocidad para mantener una distancia adecuada con el vehículo precedente. A velocidades de hasta 55 km/h, incluye también asistencia a la dirección, para mantener el coche en su carril en las curvas.
