Mazda MX-5 RF, el 'viejoven' descapotable
Si de clásicos modernos versa el asunto, es imposible no citar al MX-5. Dice Mazda -que lo comercializa desde 1989- que es el descapotable más vendido de la historia. Y dice bien, porque su concepto de cabrio ligero y ultracompacto, biplaza, con capota de tela, tracción trasera y precio asequible ha sobrevivido (ya van cuatro generaciones) a cualquier moda o legislación. Tanto simboliza para la marca este modelo, que acaba de lanzar una segunda variante, denominada MX-5 RF, cuyo principal aporte es un techo duro retráctil estilo targa.
Como ocurrió en la tercera generación, Mazda desdobla su oferta de MX-5. Sin embargo, ahora lo hace con una declinación apellidada Retractable Fastback y no Roadster Coupé. Además de por temas de estilo, Mazda apuesta por el primer MX-5 RF de la historia para salvaguardar la ligereza, la rigidez, el reparto de pesos 50:50 entre ejes y el tamaño del maletero respecto al MX-5 estándar. El resultado final, además de que el techo no desaparezca por completo, es poseer un descapotable más utilizable en el día a día. Además de mejor insonorizado, aparcarlo en la calle no le quita el sueño a su propietario.
Y es que a primera vista cualquiera tomaría al MX-5 RF por un modelo de techo fijo, un cupé. Pero no lo es, cuando se abre el techo en tres piezas (automáticamente, con un botón en la consola, que completa la operación en 13 segundos y a velocidades de hasta 10 km/h), las secciones delantera y media desaparecen por completo detrás de los asientos, junto con la luneta trasera. Mientras tanto, los refuerzos característicos del techo targa se mantienen en su posición.
En conjunto, el nuevo techo y los mecanismos que lo accionan añaden 40 kilogramos al peso total del MX-5 RF. En orden de marcha, el nuevo capricho japonés declara 1.090 kg. ¿Cómo se ha logrado? Cada una de las partes de la nueva capota es de un material distinto: la sección delantera de aluminio, la zona intermedia de acero y el bloque trasero de un compuesto de plástico moldeado (SMC).
Los ingenieros han adaptado para el nuevo Mazda MX-5 RF las suspensiones, la dirección y los frenos, logrando que la conducción sea igual de directa y divertida que en el MX-5. Más allá de los gustos personales o necesidades de uso, la versión de techo duro retráctil se nota igualmente ligera y ágil, especialmente en carreteras lentas, donde el conductor obtiene unas sensaciones de conducción de otro tiempo; o por lo menos, imposibles de obtener en la actualidad a no ser que aumente el presupuesto de compra (¿rivales? Mercedes SLC, BMW Z4… a igualdad de equipamiento, 12.000 euros más caros).
Además del concepto en sí, el nuevo MX-5 RF incluye algunos elementos que no tiene el MX-5. A nivel mecánico destaca la inclusión del cambio automático de convertidor de par y seis marchas, disponible para el motor de 2.0 litros y 160 CV. Éste, como el 1.5 l de 131 CV, también se asocia con la formidable caja manual de seis velocidades. Por supuesto, la tracción es a las ruedas traseras, contando con un diferencial autoblocante en el caso del motor más potente.
El Pack Sport, por 1.800 euros más respecto al acabado tope de gama Luxury, mejora la dinámica de conducción con unos asientos deportivos firmados por Recaro, una suspensión más firme de Bilstein y una barra antitorsión. Mazda pone a disposición de los clientes más exquisitos de este MX-5 RF una versión exclusiva, denominada Nappa Edition (por 400 euros más), que aporta una tapicería de cuero napa en color marrón para asientos, paneles de puertas y salpicadero.
Por último, el nuevo Mazda MX-5 RF ofrece un color de carrocería (Machine Grey) no disponible para el MX-5 de capota de lona, además de brindar la posibilidad de un marco superior de techo bien en el tono de la carrocería o en uno acabado en piano negro (versión Twin Tone) para acentuar el estilo Fastback de este descapotable tan especial -casi único en el mercado- por el que Mazda ya acepta pedidos (desde 27.500 euros, 2.500 euros más caro que el MX-5 normal).
