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Audi utiliza el 'big data' para alertar a sus conductores de tramos con firme deslizante

Audi Q2.

Paula Ulloa

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Entre otros avances de tipo predictivo, Audi lleva desde 2017 poniendo en el mercado vehículos capaces de compartir información sobre accidentes, vehículos averiados, atascos, hielo en la carretera o situaciones de visibilidad reducida. Ahora, la marca de los cuatro aros da un paso más y mejora este servicio, conocido como car-to-x, gracias a los datos de alta precisión recogidos por la red inteligente que conforman sus vehículos conectados.

El fabricante alemán recurre por primera vez a esos datos para mejorar las llamadas “alertas locales de peligro”, uno de los servicios que permite su tecnología car-to-x. La nueva versión utiliza una aplicación car-to-cloud basada en un novedoso proceso de estimación del coeficiente de fricción, que tiene en cuenta el deslizamiento de las ruedas.

El sistema puede detectar la más mínima alteración en la adherencia de la superficie de la carretera, subir los datos a la nube para procesarlos y avisar en tiempo real a los conductores que todavía no han llegado a las zonas de peligro. Por ejemplo, se les puede advertir de que en breve circularán por un área con hielo en la calzada.

El servicio car-to-x que proporciona las alertas locales de peligro analiza diversos datos, como las intervenciones del control electrónico de estabilidad del coche, sus sensores de lluvia y luz, los limpiaparabrisas y los faros, así como las llamadas de emergencia y la activación de los airbags.

Audi es la primera marca que utiliza una solución patentada de la empresa sueca Nira Dynamics AB. Las dos compañías usan esta tecnología como base para desarrollar las alertas de peligro mejoradas junto con Car.Software organization y Here Technologies.

En el coche, el sistema puede calcular el coeficiente de fricción entre los neumáticos y la superficie de la carretera basándose en el deslizamiento de las ruedas. Utiliza señales de la suspensión, como los valores de velocidad y aceleración de las ruedas, y está permanentemente activo en situaciones normales de conducción, no solo en los límites físicos que requerirían la intervención de los sistemas de control de la suspensión.

Los datos de los sensores son anónimos, tanto en el propio coche como en la nube a la que se transmiten. La información acumulada se combina con metadatos, entre ellos la información meteorológica actual y los valores empíricos, y se transmite al proveedor de servicios Here Technologies a través de un servidor de Nira. En este punto, los datos se integran en la plataforma de localización Here, que representa la red de carreteras como un modelo tridimensional preciso.

Los servidores de esta firma envían la información de advertencia o alerta de posible peligro en la carretera a los coches que se encuentran o se dirigen a zonas en malas condiciones. El conductor recibe el aviso en el Audi virtual cockpit o en el head-up display en el caso de que disponga de él.

El número de vehículos en red, un factor clave

Cuanto mayor sea el número de vehículos que proporcionan los datos, mejor podrá el sistema analizar, interpretar y crear los mapas, y así informar a los conductores de lo que pueden encontrarse en la carretera. En Europa, más de 1,7 millones de vehículos del Grupo Volkswagen, al que pertenece Audi, suministrarán datos actualizados para el servicio de alerta sobre posibles peligros en la ruta en este año 2021, y esta cifra aumentará a más de tres millones en 2022. El servicio está disponible en los nuevos modelos de Audi, Volkswagen, Seat, Škoda, Porsche, Bentley y Lamborghini.

Car.Software organization, una empresa del Grupo Volkswagen, ha sido la principal responsable del desarrollo. El proyecto se diseñó de forma que el mayor número posible de conductores pudiera beneficiarse de las ventajas de seguridad, independientemente de la marca del grupo. Además, se trata de la primera aplicación para clientes en la que se utilizan los datos de los vehículos para este tipo de análisis.

El Grupo Volkswagen prevé que los ayuntamientos, haciendo uso de los mapas actualizados sobre coeficientes de fricción basados en este conjunto de datos, podrán optimizar su servicio de limpieza de nieve en tiempo real, y también reducir el impacto ambiental al esparcir menos sal en la carretera. Los sistemas de asistencia al conductor pueden acondicionarse previamente y ajustarse al estado de la vía con mayor precisión, y la guía de ruta del sistema de navegación es capaz de tener en cuenta las condiciones de la carretera para ofrecer un cálculo más preciso de la hora de llegada prevista.

En el propio coche, por último, el control del deslizamiento de las ruedas permite el desarrollo de servicios de mantenimiento de los neumáticos; por ejemplo, detectando tanto el nivel de desgaste como el nivel de rendimiento de la cubierta.

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