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Crónica del Festival de Jazz de San Javier

The Jayhawks envuelven con su sonido de los años 60 al público de San Javier

Los americanos The Jayhawks durante su concierto en San Javier

Andrés Garrido

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La apertura del XXIII Festival de Jazz de San Javier ha resultado un acierto pleno, a tenor del completo de su aforo permitido por la pandemia de la COVID y del calor y calidad que el grupo norteamericano The Jayhawks dejó en el público. Había “hambre” de música en directo por parte de los aficionados, pero también de los cuatro músicos que llevan a cabo la gira de esta formación y eso quedó muy patente durante las casi dos horas de concierto con las que obsequiaron a los asistentes. Y todo, en un ambiente sosegado, como de buenos amigos. Porque The Jayhawks han regresado a España tras el parón producido por la pandemia del coronavirus, como símbolo de su inequívoca querencia por nuestro país y sus aficionados que, como en esta noche de apertura, se mostraron como si se conocieran de toda la vida. Fernando Neira ha escrito en EL PAÍS una frase con la que muchos coincidimos: “Hay grupos que llenan estadios y hay otros que revientan corazones. The Jayhawks pertenecen a los segundos, y por tierras ibéricas nos lo hemos acabado aprendiendo muy bien”.

Las primeras notas de “I’m gonna make you love me”, ya confirmaron estas percepciones que les cuento. Sobre el escenario del Parque Almansa (en obras desde finales de 2019, con un notable retraso debido al confinamiento), los componentes de esta formación de Mineápolis nacida hacia mitad de los 80 del pasado siglo XX, se hicieron rápidamente con el auditorio. El grupo está liderado por el guitarrista, compositor y cantante Gary Louris que compartió liderazgo en diversos momentos de la historia del grupo con Mark Olson. Junto a Louris, el bajista Mark Perlman es el más antiguo del grupo. Completan la formación venida a San Javier la teclista Karen Grotberg, que ha estado en dos etapas diferentes, y el baterista Tim O’Reagan, quien nunca ha abandonado la formación desde su llegada en 1995. Todos cantan y hacen armonías vocales, como demostraron a lo largo de su actuación en piezas como “Waiting for the sun”, “Trouble”, “This forgotten town” o “The Man Who Loved Life” que fueron traspasando la piel de los espectadores hasta invadir todo su cuerpo.

The Jayhawks cuentan, entre otros muchos tesoros, con la tranquilidad que te dan los años vividos y esos 35 años de conciertos en garitos, clubes o teatros y grandes escenarios dan para mucho. Por eso, no es de extrañar que durante su paso por Jazz San Javier no hubiera espacio para nervios y sí para la experiencia; ciertamente se creó un muy buen ambiente, por el que su música discurría entre una reunión de amigos. Canciones como “Smile”, Angelyne“, ”Rainy days music“, ”Dogtown days“ ( de su más reciente disco ”Xoxo“) o ”Blue“ y Tailspin”, con la que acabaron el listado oficial del concierto, nos iban recordando aquellos dorados grupos que nacieron en el barrio de Laurel Canyon californiano de mitad de la década de los 60 y la de los 70 como Buffalo Springfield, Crosby, Still, Nash & Young, Poco, Eagles o Linda Ronstadt, que enarbolaron la primera bandera de una mezcla de estilos entre el country, folk americano, rock y cualquier otra corriente propia del estilo norteamericano. En definitiva, música tranquila y por momentos un tanto más agresiva pero sin pasarse, que canta el devenir de cada día, al modo de vida norteamericano y que posee un sello de identidad inequívoco como el que mantienen The Jayhawks en sus canciones.

El público, en la primera noche de su reencuentro con Jazz San Javier desde el verano de 2019, mantenía sus insaciables ganas de continuar escuchándolos y costó un poquito el que regresaran al escenario. Primeramente, lo hicieron Gary Louris con su acústica y la teclista Karen Grotberg, para regalar “Settled”. Traes ella y con un público que echaba chispas, el resto de la formación apareció y ofrecieron dos trallazos rotundos con los que dejar saciados a los aficionados: “Quiet Corners & Empty Spaces”, con participación del “pipa” español de Louris del leonés Juanjo López que tocó el bajo y Perlman otra guitarra para marcarse unos solos, y “Bad Time”. Con ellos, se despedían hasta una próxima ocasión (si la hay, que esperamos que sí por la buena acogida del público) en esta cita veraniega que, aunque comprimida en días, ha regresado con un número de conciertos bastante aproximado a los que se han ofertado en pasadas ediciones e intentando no perder el interés de este fiel público de Jazz San Javier.

En suma, noche de apertura de la XXIII edición con una banda norteamericana, The Jayhawks, que se hace querer por su excelente música y saber estar. Entrada completa en función del aforo máximo permitido en el auditorio del Parque Almansa, que dejaba una muy buena predisposición a los conciertos de este sábado. Los protagonizados por Alana Sinkëy Quinteto e Iván “Melón”Lewis & The Cuban Swing Express. Dos estilos diferentes pero coincidentes en la fusión de este siglo XXI. No se lo pierdan. En este espacio, les daremos cuenta de ello.

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