A la derecha, como a la ultraderecha y algún sector de los regantes -no son todos por fortuna-, solo se les oye hablar de agua cuando gobierna la izquierda. Este 'tole tole' es ya un viejo conocido. Se acercan elecciones y buscan los votos, que cada día son menos y lo son porque ya no engañan a nadie. Hace tiempo que se les vio el plumero y lo sabemos todos. Pero a pesar de ello aquí están de vuelta, el 'agua para todos'.
No hace falta haber estudiado para ver que lo del cambio climático es una realidad, que lo mismo te hielas que te derrites de calor, que lo mismo un año tenemos agua que al siguiente ninguna y que el Tajo, en su cabecera, cada vez tiene menos agua. Solo hay que verlo pasar por Aranjuez con cada vez menos agua mientras la demanda sigue creciendo con ese Madrid que extiende sus tentáculos por las provincias vecinas. Toledo, ciudad dormitorio.
No hace falta ser un genio para saber que nada tiene que ver un regante de Ceutí o Archena con uno del Mar Menor: el primero es un pequeño o mediano empresario que hace lo que puede. El Mar Menor es distinto, ocupado por grandes empresas que tienen ya deslocalizada la producción por lo que pueda pasar, que producen lechugas a destajo y llenan de nitratos una de nuestras joyas naturales, el Mar Menor. Quizás por eso deberíamos pensar en iniciar un nuevo reparto de caudales, darle más al Guadalentín, al Noroeste antes de que agoten sus acuíferos y cerrarle el grifo a quienes contaminan el Mar Menor obligándoles a cambiar la producción. Menos lechugas y más algarrobos antes de que no podamos vender nuestro melocotón de Cieza.
Pero, claro, aquí lo que hay son muchos intereses, como los que se juntan en la tertulia llamada de la “luz” donde acuden personajes que, como Luis del Rivero, hablan de agua sin ningún dato que sustente sus teorías. Deben de ser las mismas que inspiran los artículos de Antelo dignos de los Qanon esos de Trump. Pero claro de él no se puede esperar mucho, lo que no saca de los audios de Ortega Smith lo pilla de los vídeos de los conspiro-paranoicos. Así que no es de extrañar que en la tertulia de marras soltase una de sus perlas, donde igualaba la ILP del Mar Menor a la ley Trans y no sé qué cosas más. Está claro que su idea de respeto a los derechos humanos y medioambientales, presentes en la Constitución que dice defender cuando enarbola la bandera constitucional, se acerca a cero o está más cerca de la interpretación catarí.
Que aquí nadie se engañe, el señor Del Rivero quiere hacer negocios y recuperar sus inversiones a costa del Mar Menor. Para ello apoyará a quien lo apoye; es decir, a Vox. Este juega con la terrible paradoja de odiar a quien mantiene la producción, los emigrantes a quienes quiere convertir en los nuevos Santos Inocentes. El PP se ve incapaz de recuperar los votos y ambos juegan con fuego poniendo los ladrillos para un futuro sin solución. A los dos les da igual el trasvase, tanto el del Ebro que algunos prometieron como el del Tajo, solo hay que ver las decisiones que tomaron cuando gobernó Rajoy. Que callados estuvieron entonces los regantes, los mismos que ahora hablan, porque de aquellos recortes de Cospedal vienen estos lodos. Pero, claro, en esto del agua hay mala política, que no futuro para esta Región.
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