La radio conmemora este próximo martes, 13 de febrero, su Día Mundial. Un año, este de 2024, en el que se cumple el centenario de la primera emisión en nuestro país. Para variar, división de opiniones: no está claro si fue Radio Barcelona o Radio España de Madrid en 1924. O, en todo caso, si lo fue Radio Ibérica a finales de 1923, aunque esta última no funcionara como medio de comunicación al uso. Lo cierto es que la burocracia hizo que el indicativo EAJ-1 fuese a parar a la emisora catalana y no a la madrileña. Y fue ahí cuando surgió la disputa.
Las principales cadenas de radio españolas nacieron a lo largo del siglo XX. Así, Unión Radio, que luego derivaría en la Cadena SER, lo hizo en 1925 en Madrid. En 1937, iniciada la Guerra Civil, nace Radio Nacional de España, en Burgos, auspiciada por el bando sublevado. En 1950, Radio Intercontinental, de la mano del exministro Ramón Serrano Súñer. Por esos mismos años, el empresario Ramón Rato inicia su incursión en el mundo de la radio llegando a crear la Rueda de Emisoras Rato, que acabaría siendo Onda Cero. Y en 1960 se funda la COPE por parte de la Conferencia Episcopal Española.
La emisora decana en nuestra Región es Radio Murcia, que en 2023 celebró 90 años de existencia. Sus primeras emisiones se registraron en el verano de 1933, desde los Jardines Recreative de Espinardo, de la mano de su fundador, Arsenio Sánchez Alcarria. A finales de la década de los cuarenta del pasado siglo, pasó a ser emisora asociada a la Cadena SER.
El Centro Emisor del Sureste de Radio Nacional de España se inauguró en 1965 por parte del ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne. Su antena se situó en la localidad de Las Torres de Cotillas, con una potencia de 125 kilovatios que daría cobertura no solo a la provincia de Murcia, sino también a las de Albacete, Alicante, Valencia, Almería y Granada.
Radio Juventud de Murcia nació en la década de los cincuenta como estación escuela de radiodifusión, en unas instalaciones del paseo del Malecón de la capital. Y Radio Popular, una década después, en la calle González Adalid y luego en el Arco de Santo Domingo, donde aún permanece.
La radio ha marcado la vida de varias generaciones durante el pasado siglo y el presente. Siempre cercana a los grandes acontecimientos y siendo testigo de los avatares de la sociedad y de los oyentes. De aquellas radios de galena se pasó a los transistores. Del Parte de Radio Nacional, de conexión obligatoria en todas las emisoras, al Matinal SER. De los programas de discos dedicados, a Los 40 Principales. Del vinilo, al digital... Muchos auguraron su muerte con el nacimiento de la televisión en los cincuenta. Sin embargo, nadie ha podido acabar con la estrella de radio. Ni siquiera el vídeo, como cantaban los británicos The Buggles en los ochenta. Muchos le debemos a ese medio el oficio y el sustento de nuestra vida. Y, quizá también, algunos de los mejores momentos de la misma, intentando aprender de maestros como Joaquín Soler Serrano, aquel legendario locutor murciano que escuchaba con atención y, a diferencia de lo que pasa hoy, dejaba hablar largo y tendido a sus entrevistados.
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