En la cena del Mobile World Congress (MWC) de Barcelona el pasado 24 de febrero afirmaste en tu discurso ante los presentes, incluido Quim Torra, que estamos en “una democracia plena” y que la Constitución ha representado un “éxito político sin precedentes en la historia del país” y que España disfruta de “sólidas instituciones y de fortaleza política y económica”. También destacaste que más de 80 millones de turistas han visitado España durante 2018 y que un amplio número de inversores “ven buenas oportunidades en la mayoría de los sectores de la economía”.
Quisiera hacerte algunas preguntas al respecto. Me imagino que tu discurso, en parte, iba dirigido a Quim Torra, pero olvidaste de nuevo a la gente, a nuestra gente.
Empezando por el final: destacas a los turistas, pero ¿por qué no valoraste también a quienes vienen buscando trabajo de otros países, huyendo de la violencia y del hambre y la sed y que están contribuyendo a aumentar el Producto Interior Bruto, que mantienen parte de nuestra economía y que realizan trabajos vitales para nuestra sociedad?
Valoras a los turistas y callas antes los inmigrantes y refugiados. ¿Te das cuenta de que valorando a los turistas y callando sobre la gente de otros países que viene huyendo del horror y del hambre contribuyes a la aporofobia, al rechazo del pobre? Los turistas también generan problemas, no es oro todo lo que reluce. ¿Por qué no hablaste y denunciaste el racismo y la xenofobia?
Me causó un profunda indignación cuando dijiste que los inversores ven en nuestro país una oportunidad, pero ¿una oportunidad para qué? ¿De verdad que no sabes quiénes son los inversores, a lo que se dedican y cuáles son sus motivaciones? ¿No sabes que los inversores son los especuladores, los nuevos piratas, los nuevos invasores que solo quieren ganar dinero robando la dignidad de la ciudadanía española? ¿De verdad que no sabes que para invertir exigen a los dirigentes políticos que recorten en derechos sociales y laborales? ¿De verdad no sabes que exigen que los sueldos sean de miseria (competitividad) y que se trabaje un montón de horas en condiciones inhumanas (productividad)? ¿De verdad no sabes que son los representantes de los fondos buitres, que desahucian a miles de familias de nuestro país para especular con la vivienda? En nuestra Constitución Española, ya lo he dicho en alguna ocasión, habría que sustituir la soberanía popular por la soberanía de los financieros, de los inversores-especuladores.
Hablaste de la democracia plena y de nuestra Constitución como un éxito político sin precedentes, y ante esto te pregunto: ¿por qué existe el paro y la precariedad?. ¿Por qué los salarios son de miseria, creándose los `trabajadores pobres´? ¿Por qué hay tantas personas mayores viviendo en la pobreza sin una pensión digna y unos servicios adecuados? ¿Por qué siguen desahuciando a las familias? ¿Por qué hay miles de jóvenes tienen que emigrar para buscar un trabajo? ¿Por qué hay tanta gente con potencialidades que tiene que dejarse la universidad por falta de recursos económicos? ¿Por qué no existe la igualdad plena entre hombres y mujeres? ¿Por qué no preservamos el patrimonio natural? ¿Por qué establecemos lazos estrechos, políticos y económicos con países que violan los derechos humanos como es Arabia Saudí? Podríamos seguir, pero lo dejamos aquí.
¿Dónde quedan los valores de la libertad, la justicia, la igualdad que propugna nuestra Constitución? ¿Dónde queda el derecho al trabajo digno, a la educación, a la vivienda, a la pensión suficiente para vivir con calidad de vida, a las prestaciones sociales que puedan garantizar llegar a final del mes, a la protección social, económica y jurídica de la familia? ¿Por qué todos estos derechos constitucionales se violan y se vulneran continuamente aprobando leyes que van en contra de los mismos?
Todo esto produce descontento social y desesperanza porque no estamos en una democracia plena. Para que fuera una democracia con envergadura haría falta la justicia y la igualdad.
También ha resurgido la ultraderecha que exalta la figura de Franco en detrimento de la monarquía parlamentaria porque ellos consideran a tu padre, Juan Carlos, como alguien que traicionó el franquismo. La ultraderecha utiliza la estrategia de odio y la división y lo hacen también con una pregunta: ¿Qué te ha traído la democracia? Y ellos mismo responden que ha traído el paro, la corrupción, la inseguridad ciudadana y señalan enemigos, cuando el enemigo es su propio odio, el rencor y su propia violencia.
Espero que estas preguntas tengan una respuesta, aunque sea en la intimidad y, sobre todo, produzca una reacción para reafirmar la libertad, la justicia, la igualdad, la paz, el bien común y la dignidad, no solo como mensaje, sino en la vida, como quehacer cotidiano.
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