'Patrulla Animal' es un espacio coordinado por Elisa Reche en el eldiario.es Murcia, para defender los derechos de los animales como seres sintientes.
Los `laceros´ de Zoonosis: poca o nula sensibilidad con el bienestar animal
El otro día una vecina de Murcia me decía lo siguiente: “Raquel, ¿cómo es posible que haya gente que trabaje con animales, ya sea recogiendo animales abandonados o extraviados o limpiando el lugar donde se albergan, si no le gustan y carecen de formación en bienestar animal y, además, son unos maleducados con las personas? ¿Cómo se puede consentir eso? Porque no es lógico, al igual que no sería lógico que un pediatra trabajara con niños si no le gustasen”.
¡Qué razón tenía esta sabia señora! No lo hubiera podido expresar de mejor forma.
Esta señora llamada Trini se refería, en concreto, a unos hombres que fueron con lazos a intentar capturar a un perro abandonado que deambulaba por la puerta de su casa y que no se dejaba coger ya que se mostraba muy huidizo con las personas.
Estos hombres con lazos para capturar perros abandonados o extraviados son conocidos popularmente como los `laceros´ de Zoonosis (= perrera de Murcia). Los `laceros´ se presentaron en la puerta de Trini para intentar capturar a este perro abandonado y durante el tiempo que intentaron cogerlo, según mi vecina, no paraban de renegar y hablar con tono grosero a esta buena ciudadana, cuyo único `delito´ había sido avisar a la perrera municipal de la existencia de un animal abandonado, desnutrido y deshidratado que se hallaba en medio de una carretera con bastante afluencia de vehículos.
Los `laceros´ no se identificaron con nombre alguno a esta buena ciudadana y cuando fueron a intentar capturar al animal no pararon de increparle y preguntarle con tono hostil quién le había puesto agua y comida al perro. Según me dijo Trini, los `laceros´ tenían más interés en descubrir al presunto `infractor´ que le puso agua y comida al animal que por saber cómo había llegado el perro hasta allí y averiguar quién podía ser el responsable de su abandono. Y, menos aún, se preocuparon de que el pobre perro fuera un esqueleto andalante y estuviera desnutrido y deshidratado.
Con frecuencia podemos observar que las personas con mala educación no saben con quién hablan, no se identifican, no se presentan y, además, no son conscientes de que su mala educación afecta a la ciudadanía en general, máxime cuando esa persona está contratada para realizar un servicio de carácter público. Estas personas parecen olvidar que su salario mensual es pagado por los ciudadanos de a pie mediante impuestos, por lo que deberían mostrar un poco de más de respeto hacia los ciudadanos que requieren un servicio público, tal y como es el servicio municipal de recogida de animales abandonados y extraviados.
Según me informó Trini, estos `laceros´ no paraban de quejarse de que en la perrera no había sitio y que el animal iba a pasar la noche en el furgón. ¡Pobre animal! Otro vecino le había contado a Trini que ese perro había estado cuatro días atado a un árbol sin comida ni agua por la crueldad de su propietario, que lo dejó abandonado a su suerte. Otra persona del barrio tuvo el detalle de soltarlo al ver que no iba nadie del servicio municipal del Ayuntamiento a recogerlo al cuarto día de estar allí atado.
(A todo esto, no hay que obviar que la temperatura durante el mes de julio en Murcia llega a superar los 40 grados y que el animal estuvo a punto de morir de un golpe de calor y deshidratación).
Según Trini, una vez que el perro fue soltado, viandantes de la zona con algo de sensibilidad se preocuparon por ponerle comida y agua al animal y también intentaron cogerlo, pero el perro estaba desorientado y muerto de miedo, por lo que no lo consiguieron. Cuando el perro estuvo libre, vecinos de la zona avisaron a la policía porque el perro no paraba de cruzarse por la carretera y cuando por fin llegaron los citados `laceros´, como ya he comentado, éstos mostraron más interés en saber quién le había puesto agua y comida que en obtener información sobre quién podía ser su dueño, cuánto tiempo llevaba allí o como había aparecido, entre otras cosas.
Con ejemplos como el de este caso no es de extrañar que muchos particulares y protectoras de animales no quieran llamar a la perrera o Zoonosis para evitarle un trato poco ético a animales que ya han sufrido bastante al ser abandonados o extraviados.
De ahí que los vecinos de Murcia y de pedanías me planteen a menudo cuestiones como éstas:
- ¿Cómo es posible que el Ayuntamiento permita que personas a las que no le gustan los animales trabajen con ellos?
- ¿Qué formación en atención al ciudadano tienen los `laceros´ de Zoonosis?
- ¿Qué formación en protección y bienestar animal tienen los citados `laceros´?
- ¿Quién es el responsable de seleccionar a los `laceros´ de Zoonosis?
- ¿Qué formación tienen para la captura de perros los `laceros´ de Zoonosis?
- ¿Qué formación tienen para el manejo de perros los `laceros´?
- ¿Qué formación tienen los `laceros´ para la captura y cuidado de gatos domésticos?
- ¿Qué formación tienen los `laceros´ para la captura y cuidado de gatos ferales o callejeros?
Si tienes dudas sobre el trato que se da en tu municipio a los animales extraviados, abandonados o maltratados puedes solicitar información por escrito de forma telemática, por ventanilla única o por email sobre cualquiera de estas ocho cuestiones u otras en las que tengas interés. Puedes dirigir el escrito al alcalde del municipio, al concejal competente en materia de protección animal o al responsable del servicio municipal de recogida de animales.
Querido lector: si deseas realizarme alguna consulta sobre protección animal, puedes contactarme a través de deanimals.
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