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Un reducto franquista en el Mar Menor

Calle Queipo de Llanos (San Javier, Murcia).

Víctor Peñalver

Murcia —

La Costa Cálida murciana es uno de los pilares que sustenta la economía de la Región de Murcia y, además, todo indica que la afluencia de turistas seguirá creciendo en esta zona. Las playas de San Javier y San Pedro del Pinatar reciben a una buena parte de ese turismo. Así lo muestran los datos de julio de 2017, momento en que se batió el récord en el número de viajeros llegados a la Región con unas 130.000 ocupaciones hoteleras. Son ellos, junto con los oriundos del lugar, los que se sorprenden de que la Ley de Memoria Histórica no se haya aplicado en las calles de estas localidades.

Un viajero puede recorrer esta zona y alojarse en los apartamentos de la avenida Francisco Franco en San Javier. Si desea contemplar el Mar Menor, un ligero paseo lo conduce a las playas de Santiago de la Ribera (San Javier) y San Pedro del Pinatar a través de calles llamadas Queipo de Llano, General Sanjurjo o General Mola.

Las calles que honran a Onésimo Redondo o al General Bastarreche son otras que podrá encontrar durante este recorrido. Una vez sentado frente al mar, en alguno de los bares con terraza que abundan en la conocida como Playa del Castillico, el viajero puede coger su móvil, activar el GPS y ver su ubicación exacta: “Usted se encuentra en la Avenida del Generalísimo”. El nombre de esta calle cambió en diciembre de 2016 cuando la alcaldesa de San Pedro del Pinatar, Visitación Martínez (PP), presentó una moción para cambiar la Avenida del Generalísimo por Avenida de la Romería de la Virgen del Carmen. El cambio de esa calle todavía no se muestra en Google pero sí en TripAdvisor, la famosa web de reseñas de hoteles y restaurantes. El resto de calles con nomenclatura franquista continúan tal cual, no han sido modificadas durante los cuarenta años de democracia posfranquista y tras los más de diez años que lleva en vigor la Ley de Memoria Histórica.

Si, por el contrario, este viajero se decanta por continuar su paseo en busca de la cercana Playa de Villanitos o darse un baño con los famosos lodos -conocidos por sus propiedades terapéuticas-, vuelve a encontrarse con calles que honran y glorifican el golpe militar de 1936: calle Héroes del Alcázar de Toledo, calle Crucero Canarias o Crucero Baleares son algunos ejemplos.

También está la opción de ir en coche y, si tiene suerte, conseguir aparcar en la Calle Pantano del Cenajo -un embalse construido durante la dictadura con el uso de prisioneros del franquismo.

La concejal de San Javier y Secretaria de Memoria Histórica del PSOE Región de Murcia, Toñi Méndez Espejo, culpabiliza a los sucesivos gobiernos del PP de la localidad por su negativa a dar cumplimiento a la Ley de Memoria Histórica. “Se han conseguido cambiar unas pocas calles, aunque aún quedan muchas. Por ejemplo, para cambiar el nombre a la calle Alcázar de Toledo transcurrieron más de dos años. El gobierno del PP ha prometido cambiar el nombre de la Avenida Francisco Franco, veremos cuándo se produce”.

Méndez añade que “el compromiso del PSOE de San Javier y el de la Región es luchar por el cumplimiento de la ley, sobre todo por higiene democrática”.

Una ley que no se cumple

Una ley que no se cumpleLa Ley de Memoria Histórica no cumplió con gran parte de las expectativas generadas. Además, tras la llegada al poder del Partido Popular en 2011, que ya se opuso con rotundidad a su aprobación desde la oposición, las partidas presupuestarias destinadas a Memoria Histórica se redujeron drásticamente hasta dejarlas con un presupuesto de cero euros.

En la Región de Murcia el panorama no difiere mucho respecto al de otros lugares de España. Las asociaciones de Memoria Histórica de la Región han localizado casi la totalidad de calles y monumentos que rinden tributo al franquismo. Los casos más paradigmáticos, que centran actualmente las energías de las diferentes asociaciones, son el de los centros de enseñanza públicos de los municipios de Lorca y Fuente Álamo, el IES José Ibáñez Martín y el CEIP José Antonio. En este último caso, el alcalde del PSOE de Fuente Álamo ha frenado su iniciativa a cambiar el nombre al colegio -solicitada por el propio consejo escolar- debido a las presiones de concejales del PP y de Ciudadanos y a las distintas amenazas de miembros de Falange y otras organizaciones ultraderechistas.

Bien es cierto que se han conseguido pequeños logros en cuanto a Memoria Histórica se refiere, especialmente a partir del año 2015, con los homenajes institucionales que han tenido lugar en algunos municipios de la Región de Murcia a los deportados murcianos a campos de concentración nazis.

El Ayuntamiento de Murcia, por su parte, cobra a los vecinos los gastos adminisrativos derivados del cambio de nombres de las calles al aplicar la Ley de Memoria Histórica. Por otro lado, también destacan algunas declaraciones como las realizada por la edil de Cehegín del PP Mª Dolores Carrasco, quien equiparó a las víctimas cehegineras del nazismo con los caídos de la División Azul que lucharon junto a Hitler, que demuestran la dificultad para asimilar esta ley.

El último comentario que muestra los obstáculos que tiene la Ley de Memoria Histórica para abrirse paso en la Región de Murcia fue el realizado por la alcaldesa de Archena, Patricia Fernández. En pleno fervor patriótico español, como consecuencia del referéndum ilegal del 1 de octubre celebrado en Cataluña por la independencia, se sucedieron numerosas manifestaciones por la unidad de España. Una de esas concentraciones se dio en el municipio de Archena y contó con la participación de La Falange-Murcia, a los cuales la alcaldesa agradeció públicamente a través de la red social Twitter su participación y asistencia al acto. La dirección del PP no mostró su rechazo a este comentario.

Podemos propone una ley de memoria para Murcia

Podemos propone una ley de memoria para MurciaEl grupo parlamentario de Podemos dio registro de entrada el pasado 10 de octubre en la Asamblea Regional a la “Proposición de Ley de Lugares y Senderos de Memoria Democrática de la Comunidad Autónoma Región de Murcia”. Esta ley insta al Gobierno regional a reconocer y catalogar aquellos lugares “vinculados con la lucha del pueblo murciano por sus derechos y libertades democráticas, así como con la represión y violencia sobre la población como consecuencia de la resistencia al golpe de estado de 1936 y a la dictadura franquista”.

También esta proposición trata de crear un inventario con los vestigios que vanaglorian a la dictadura. Para ello, los diputados Óscar Urralburu y María López Montalbán trabajan con las diferentes asociaciones memorialistas, historiadores e investigadores. Con esta proposición se trata de evitar que lugares como la antigua Prisión Provincial de Murcia - más conocida como la “Cárcel Vieja”- sean derruidos y propiciar que se conviertan en museos que recuerden la memoria de las víctimas de la dictadura. Por último, también se intenta que por fin se termine con los últimos reductos franquistas de la Región, como el situado frente al Mar Menor.

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