El Gobierno de Murcia autoriza la cirugía estética en el hospital donde operaron a Sara Gómez, fallecida tras una liposucción

El hospital donde se practicó la liposucción a Sara Gómez, quien falleció tras someterse a esta intervención, ha obtenido recientemente la autorización para realizar procedimientos de cirugía estética, pese a “acumular un rastro de sangre”, según ha denunciado la familia de la joven. Sara murió en enero de 2022 en Cartagena, tras someterse a un tratamiento de lipoescultura. Su hermano Rubén, portavoz de la familia, ha denunciado esta mañana frente a la Consejería murciana de Salud que durante la operación se cometieron “múltiples irregularidades” que resultaron fatales. El pasado 25 de agosto, Salud concedió a este centro médico la autorización U-47, que permite llevar a cabo intervenciones quirúrgicas con fines estéticos.

No es la única intervención de este tipo realizada por el Hospital Virgen de la Caridad antes de concedérsele la autorización pertinente. Otras dos mujeres, Yngrid y Olga, se enfrentan a graves secuelas después de haber sido presuntamente intervenidas en quirófanos alquilados en este centro hospitalario privado por una doctora sin licencia para operar en España. Entre el personal del hospital que intervino en la operación de Yngrid se encuentra el anestesista que también operó a Sara Gómez, el doctor Viudes. “Me dejó con las cuerdas vocales paralizadas, estuve cinco meses sin hablar”, relató Yngrid a este diario.

“Sabemos que el hospital no obtuvo la autorización sanitaria hasta el 25 de agosto de 2025, casi cuatro años después de los hechos y sólo tras una denuncia de la familia”, ha explicado el diputado de Izquierda Unida en la Asamblea Regional, Jose Luis Álvarez-Castellanos, quien ha acompañado a la familia en la rueda de prensa.

El Grupo Parlamentario Mixto de Izquierda Unida y Podemos ha presentado ocho iniciativas en la Asamblea Regional relativas al caso: “Queremos saber cuántas inspecciones se han hecho al Hospital Virgen de la Caridad de Cartagena, que no tenía la autorización sanitaria correspondiente para hacer el tipo de operación que le practicaron a Sara Gómez [en el momento de los hechos]”, ha anunciado Álvarez-Castellanos.

El parlamentario ha recordado que la normativa, el Decreto 73/2004, contempla la suspensión de conciertos sanitarios o, incluso, el cierre de aquellos centros que operen sin la autorización pertinente: “Han ido incrementando los conciertos sanitarios entre la Virgen de la Caridad y la Consejería de Salud. Solo en el 2024 han recibido más de cinco millones de euros”.

Por su parte, el hermano de Sara ha querido evidenciar la inacción de las autoridades regionales: “Hemos acudido hoy a la Consejería de Salud para denunciar el total desprecio, desamparo y abandono que hemos sentido por parte de las autoridades sanitarias de la Región. En Murcia sale gratis que un hospital privado opere durante años sin licencia sanitaria, acumulando una larga lista de víctimas, incluso mortales, como mi hermana”.

Ni asunción de responsabilidades ni perdón

El hermano de la víctima ha subrayado que los responsables siguen impunes: “Los trabajadores implicados, como el anestesista, tienen dos expedientes abiertos —uno de ellos resuelto hace dos años que jamás se cumplió—. El otro no sabemos en qué estado está. Eso tiene un nombre: encubrimiento y prevaricación. Ya no podemos hablar solo de corporativismo sanitario. Tenemos que hablar de corrupción sistemática”.

“Ayer habría sido el cumpleaños de Sara. En vez de celebrarlo, estamos denunciando la absoluta impunidad de quienes permitieron su muerte. Mi hermana fue víctima de una operación ilegal en un hospital sin licencia por un cirujano sin habilitación y un anestesista que se hizo pasar por otra persona. Nadie ha asumido responsabilidades ni pedido perdón”, ha denunciado Rubén, visiblemente emocionado.

El portavoz de la familia se ha mostrado firme en lo que respecta a la ley que lleva el nombre de su hermana: “A pesar de la resistencia de parte del colectivo médico, la ley Sara se aprobará antes de fin de año. No solo regulará operaciones estéticas, sino cualquier intervención quirúrgica, garantizando que el personal tenga la especialidad habilitante. Será un antes y un después en la sanidad española”.