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“Pasé a ser una mierda a partir de quedarme embarazada”

A.R., trabajadora que sufrió acoso laboral al quedarse embarazada

Elisa Reche

¿Cómo se siente?

Me gustaría que se lograra la igualdad entre hombres y mujeres porque lo que me han hecho a mí es horrible y no me gustaría que se le hicieran a ninguna otra mujer.

¿Cómo era su trabajo?

Estaba trabajando en la empresa casi cinco años. Estaba de encargada llevando prácticamente todo porque cambiaban mucho de gerente y entre la otra encargada y yo prácticamente hacíamos ambos trabajos. He hecho muchas cosas que tenía que hacer el gerente como llamar a la central y hacer pedidos. Muchas veces con taquicardias.

Era una empleada diez. Sólo estuve una vez de baja por enfermedad laboral porque me hice un esguince corriendo por la cocina y aún así fui a trabajar con muletas.

¿Sabían en la empresa que usted hacía un trabajo que no le correspondía?

No lo sabían porque todo lo mandaba a su nombre, no al mío. En la empresa no eran conscientes, para ellos somos un número. Y todo esto era genial hasta quedarme embarazada. Lo notifiqué en enero. De pronto, fue un acoso exagerado.

¿Qué sucedió una vez informó de su embarazo?

Pasé a ser una mierda a partir de quedarme embarazada. Por ejemplo me echaba la culpa de los pedidos que se habían hecho desde cocina cuando yo estaba en sala. Me decía por el walkie: “Como se nota que es un niña porque las neuronas las tiene todas ella, no tú”.

Cuando me acercaba a la caja me decía: “Cómo tienes el embarazo, las he visto más rápidas. ¿Estás segura de que estás embarazada?” refiriéndose a mi barriga. Mis compañeros me decían que no entendían por qué a partir de estar embarazada me hacía la vida imposible.

No me dejaba vivir. Contaba el dinero y cada dos por tres me acusaba de que faltaban 100 €, que me muera ahora mismo si he cogido un céntimo del dinero. Incluso cuando sobraba, me acusaba de que faltaba. También me hacía vacío y hablaba mal de mí a mis compañeros.

¿Tuvo algún percance grave?

Al mes y medio empecé a manchar y el médico me dijo que tenía posibilidad de tener un aborto y me cogí una baja hasta el tercer mes. Mi médico me dijo que me quedara de baja un poco más pero decidí cogerme el alta voluntaria porque tenía miedo de que me echaran.

Eso fue el fin de semana del Día de la Madre, que no lo podré olvidar nunca, y me hizo trabajar en dos días y medio, viernes, sábado y domingo noche 36 horas. No me correspondía trabajar esa cantidad de horas. El domingo por la noche tenía un dolor en los ovarios que me quería morir. Y ahí ya me pedí la baja todo el embarazo.

¿Se puso en contacto con recursos humanos?

Todo lo comunicaba a recursos humanos al mismo tiempo que a mi gerente y eso también le molestó. Me escribía whastapp en los que me decía “No creo en ti”, cuando antes del embarazo me invitaba a desayunar muchas mañanas. Lo que más me fastidia es que él tiene ocho hijos de dos mujeres diferentes. Es una persona que sabe lo que es un embarazo.

Luego también un compañero de cocina gay me llamó y me dijo que se había tenido que ir de la empresa porque no aguantaba más que se metiera con él y se riera de él por ser gay.

¿Y ahora?

Ahora le han echado, pero sé que esta persona va a ir a otra empresa y va a hacer lo mismo. No le interesaba que me cogiera la baja por maternidad porque le sacaba adelante todo su trabajo mientras se iba a fumarse un cigarrito o darse un paseo.

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