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Las derechas se echan a la calle en Pamplona contra la moción de censura pactada por EH Bildu y PSN: “Nos han matado”

La todavía alcaldesa de Pamplona, Cristina Ibarrola, se dirige a los asistentes a la protesta contra la moción de censura, entre ellos Alberto Núñez Feijóo, Cuca Gamarra o Yolanda Barcina

Iker Rioja Andueza

Pamplona —

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Convocados por UPN, pero también azuzados por la presencia de Alberto Núñez Feijóo, jefe de la oposición en España y líder del PP, miles de personas han colmado este domingo a mediodía las calles del centro de Pamplona, empezando por la plaza del Ayuntamiento, para protestar en tono muy agrio contra los socialistas por el acuerdo con EH Bildu para sacar adelante, el próximo 28 de diciembre, una moción de censura contra la alcaldesa de la formación foralista, Cristina Ibarrola, elegida en junio, y que sea investido el abertzale Joseba Asiron, que ya fue regidor entre 2015 y 2019. La protagonista, Ibarrola, ha empleado por dos veces el verbo “matar” para explicar la votación mayoritaria que la despojará del poder democráticamente. Ha afirmado, en primer lugar, que “desde el origen estaba escrito” que se iba a conformar una mayoría alternativa en la capital de Navarra (“nos han matado antes de nacer”) y, después, al asegurar que los socialistas emplean el “bisturí” que es la política “no para curar, sino para matar”.

UPN, por boca de su presidente, Javier Esparza, ha agradecido la presencia en Pamplona de la cúpula del PP. Núñez Feijóo y su 'número dos', Cuca Gamarra, así como el líder 'popular' local, Javier García, estaban ubicados en primera fila, justo bajo el pequeño escenario montado por los regionalistas bajo la fachada principal de la Casa Consistorial, la misma que acoge cada 6 de julio en chupinazo sanferminero. Núñez Feijóo ha escuchado gritos de '¡presidente, presidente!' y se ha llevado los parabienes de los anfitriones aunque hace solamente un año el PP reventó sus alianzas con UPN y captó a dos de sus referentes institucionales, Sergio Sayas y Carlos García Adanero. UPN, que se ha jactado de llevar décadas ganando “ininterrumpidamente” las elecciones en Navarra, vio cómo perdía en las generales de julio frente al PSOE porque el PP presentó por vez primera su propia candidatura con un tránsfuga, Sayas, que superó a UPN. EH Bildu también tuvo más votos que las dos derechas. Ya antes, en las municipales, esa maniobra del PP en Pamplona con el otro protagonista, García Adanero, hizo que ambos sumaran un escaño menos que habiendo concurrido unidos.

A los simpatizantes y cuadros de UPN se les han unido igualmente miembros de Sociedad Civil Navarra y de la ya extraparlamentaria Ciudadanos. También estaba Vox, capitaneado por el vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, al que nadie ha mencionado ni agradecido el viaje. García-Gallardo, antes del acto y arropado por banderas de España y carlistas, ha intentado aprovecharse de los medios de comunicación que esperaban a Núñez Feijóo para lanzar sus proclamas, pero ha fracasado en el intento.

El líder del PP, de su lado, ha insistido en su tesis del “pacto encapuchado”, de un acuerdo entre Arnaldo Otegi y Pedro Sánchez. Núñez Feijóo ha parecido presentar a Asiron como un alcalde radicalmente nuevo, orillando que ya lideró la ciudad de 2015 a 2019. También ha mencionado las dos docenas de crímenes de ETA en Pamplona y criticado que EH Bildu no los condena. Sin embargo, es conocido que en 1998 el propio Asiron firmó un manifiesto de repulsa por el asesinato quizás más simbólico en la ciudad, el del edil de UPN Tomás Caballero. Ha remarcado que el PP “sería incapaz” de dar el poder una formación que no rechaza loas atentados contra “compañeros”. También ha descartado que Pamplona se abra a una etapa “progresista”, sino más bien a un mandato “reaccionario”. Y ha enfatizado que, tras las municipales, el PP optó por apoyar a los socialistas en Vitoria para que no gobernara EH Bildu, que fue la lista más votada. Después de sus declaraciones, agentes de las UIP de la Policía Nacional se han llevado a un joven que portaba una ikurriña.

Ya durante el acto el protagonismo absoluto lo ha tenido UPN. El lema elegido ha sido “Pamplona no se vende”. Ha empezado con música de 'Héroes del silencio', el grupo predilecto de Miguel Ángel Blanco. La masa ha lanzado gritos como “Asiron, kanpora!” ('Asiron, ¡fuera!', en euskera), “¡A por ellos!”, “¡Traidores!” o “Puigdemont a prisión”. Había también pancartas y carteles. El más popular era “PSOE=Bildu”, pero también se podía leer “Cerdán, cuentista, Bildu es terrorista”. Había banderas de España y de Navarra por docenas. La sola mención al 'número tres' del PSOE, el navarro Santos Cerdán, enervaba a los presentes, que también han abucheado a la presidenta, a María Chivite, a la actual ministra y exportavoz en Pamplona, Elma Saiz, o al dirigente del PSN Ramón Alzorriz. Esparza, de hecho, ha cargado mucho más las tintas contra los socialistas que contra los independentistas, por son “fascistas abertzales” pero no ocultan sus intenciones.

Ha tomado primero la palabra Ibarrola, aclamada al son de “'¡Alcaldesa, alcaldesa!”. Ha admitido que ella creía “de verdad” que iba a tener una legislatura de cuatro años aunque, al tiempo, ha asegurado que ya sabía que la moción de censura se estaba gestando desde hace tiempo. “No os vamos a perdonar haber vendido Pamplona”, ha clamado en su discurso más relevante desde que accedió al cargo. Se ha presentado como víctima de una campaña “ruin”, “miserable” e incluso “machista”, ha defendido su gestión a ultranza y ha avisado: “Hemos ganado la calle. Si hoy se repitieran las elecciones, tendríamos muchos más apoyos que en mayo. Sánchez, eres lo peor que le ha pasado a este país”. De cara al futuro, sus palabras han sido las siguientes: “Vamos a ser vuestra peor pesadilla”.

Esparza ha querido “decirle a toda España” lo que va a ocurrir en Pamplona. “Navarra no va a olvidar nunca esta traición”, ha señalado. Ibarrola había añadido antes que no solamente lo van a recordar siempre sino que tampoco lo van a “perdonar”. Ha avisado de que ahora llega una etapa “progresista” de “imposición del euskera”- un idioma cooficial en la capital y que no han empleado en ningún momento-, un “antes y después” en la historia de la ciudad. Ha completado su parlamento con dos argumentos: que “ETA se fundó para que Navarra se rindiera a esa Euskal Herria inventada” y que Sánchez ha “castigado” a UPN por no apoyarle la investidura.

UPN, que no es capaz desde hace tres legislaturas de conformar mayorías en Navarra y que va retrocediendo en el poder local, iniciará 2024 sin su mayor institución, Pamplona, y con el propio liderazgo de Esparza en el aire. Ya ha dicho que no será candidato en 2017 a presidente de Navarra pero se desconoce si en el congreso interno seguirá al frente de la formación. Este domingo, al menos, los regionalistas han ofrecido una imagen de unidad y fortaleza. Los exalcaldes Enrique Maya y Yolanda Barcina, que también fue presidenta foral, estaban igualmente presentes, así como todos los cargos institucionales más relevantes.

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