Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

“La exclusión es recibir una carta y no saber leerla ni enterarte de quién escribe”

Ricardo Hernández, a la izquierda en la imagen, durante una concentración / Foto: Pablo Lasaosa.

Garikoitz Montañés

La Federación de Asociaciones Gitanas de Navarra, Gaz Kaló, y en concreto La Casa de Sabicas, lanzarán este 19 de septiembre el cohete de la fiesta de la diversidad, organizada en Pamplona por EH11Kolore. El acto, que tendrá una dedicación especial para las personas refugiadas, reconoce así a una comunidad que en Navarra cuenta con alrededor de 8.000 integrantes. El coordinador de la federación desde hace casi cuatro años, Ricardo Hernández, al repasar la actualidad gitana en la Comunidad Foral, reivindica sobre todo el pasado de un pueblo que contribuyó a la historia de Navarra, que influyó en el lenguaje y ha tenido una participación clave en sus tradiciones; en el presente, reconoce la difícil situación de muchas familias afectadas por la exclusión social; y, por último, insiste en que tanto las propias familias gitanas como las instituciones deben poner de su parte para que también tengan un futuro. Y para motivar a alcanzar ese objetivo, Hernández hace suya una frase de Bruno Ducoli, referente del Centre Européen de Rencontre et de Ressourcement: “Unir sin confundir, distinguir sin separar”.

¿Cuál es el papel actual de la comunidad gitana en Navarra?

Somos un pueblo histórico. Hace poco se celebró el Privilegio de la Unión [la fiesta por la unión de los burgos hace 592 años y que se celebró entre el 4 y el 8 de septiembre en Pamplona] y, cerca de esas fechas, el pueblo gitano ya estaba presente en tierras navarras. Pero aún somos unos grandes desconocidos. Sobre todo, se nos asocia con la exclusión social y la pobreza, y hay que separarla de la cultura gitana, que aún está muy estereotipada. A menudo se conoce la parte folclórica o la marginal, pero entre ambas está el gran núcleo de la población gitana que trabajan en comercios, supermercados y realiza otras labores. Lo que pasa es que pasan desapercibidos.

¿Qué parte de la comunidad gitana se ve afectada por la exclusión? Porque en las investigaciones de la cátedra de la UPNA CIPARAIIS se cuenta con la colaboración, por ejemplo, de la Fundación Secretariado Gitano.

Es uno de los mayores grupos sociales a los que afecta la exclusión social, se ve en las investigaciones de CIPARAIIS, en el informe Foessa, en Eurostat… Afrontar esta cuestión es el gran reto. Esta situación tiene que ver con la propia historia del pueblo gitano, y con esto no intento victimizarlo sino hablar de una realidad, porque desde su llegada a la Península Ibérica hubo leyes contra los gitanos, y esa persecución mantenida durante siglos hace mucha mella en un pueblo. Hay discriminación y rechazo. Ahora se trata de derribar esos datos y que los gitanos podamos escribir nuestra propia historia. Un sector de la población gitana aún representa lo que era la sociedad durante la Transición, hace 30 años. Tenemos ese desfase con la sociedad, los cambios son mucho más lentos y ahora estamos en esa época de 1978, cuando nos creemos que somos ciudadanos, con [puntualiza la frase] sus derechos y sus obligaciones. Pero llama la atención que, cuando una persona gitana trabaja en positivo, a menudo no se le identifica como gitana.

¿Los prejuicios son bidireccionales?

Totalmente. No son de los gitanos ni de los payos, sino de la sociedad actual. Claro que los gitanos también tenemos prejuicios, a los que a menudo es difícil darles la vuelta.

¿Confían en la integración?

Me gusta más hablar de la inclusión social, porque la integración antes no tenía una connotación negativa, pero ahora sí. La inclusión, sin embargo, también hace referencia al esfuerzo que hace uno mismo por ser parte de la sociedad, tienes que trabajártelo, así como la propia sociedad y la administración pública.

Desde la UPNA se ha advertido de la pobreza severa que está cronificada en Navarra, y que se mantendrá pese a una mejoría económica. ¿Cómo afecta al pueblo gitano?la pobreza severa que está cronificada

En un índice alto. A veces parece que no se entiende qué es vivir en la exclusión social, que algo muy complicado. La pobreza es levantarte por la mañana, estar sin luz en una casa, abrir la nevara, si la tienes, y no tener un vaso de leche que dar a tus niños. Y la exclusión social más severa hace que no tengas la capacidad para moverme en esta sociedad. Por ejemplo, es recibir una carta y no saber leerla ni enterarte de quién te escribe. No te enteras de qué pasa en la sociedad.

Ante el reciente inicio del curso escolar, Gaz Kaló hizo un llamamiento a las familias gitanas para que vean la educación como algo “primordial”. ¿Las familias gitanas valoran la escuela como esa posibilidad de otro futuro?un llamamiento

Cada vez más. Y lo importante es que tengan confianza en que se puede. Porque un niño o niña sin estudios es un niño o niña sin futuro. Por eso hicimos ese llamamiento. Pero también hay que repartir responsabilidades: tenemos que buscar un modelo inclusivo, porque hasta ahora eso se ha cumplido más en la teoría que en la práctica. Para eso se necesitan medios, paciencia y tiempo.

La Fundación Secretariado Gitano afirma que afianzar al alumnado gitano en el aula es complicado por esa situación de exclusión, por el absentismo, el abandono escolar, el desfase curricular, los conflictos… Y el dato es que solo el 36% del alumnado gitano supera la educación obligatoria en España.

Sí, es un tema complejo, y a menudo ponemos tiritas en una gran grieta. Debemos apostar por otro modelo, más inclusivo, porque hay familias dentro de la exclusión social con niños que pasan sin pena ni gloria por el sistema educativo, salen de él y la exclusión social se reproduce. Todos debemos remar en la misma dirección, y este tema se tendrá que abordar de una vez por todas.

Etiquetas
stats