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Osakidetza cierra más de 400 camas por Semana Santa con la oposición sindical

El nuevo Hospital Universitario de Álava (HUA).

Eduardo Azumendi

Más de 400 camas va a cerrar Osakidetza durante la Semana Santa (del 2 al 6 de abril) en los principales hospitales vascos por una cuestión de “optimización de recursos”, ya que la actividad asistencial disminuye durante las fechas vacacionales. El cierre de estas camas se hace con la oposición de los sindicatos, que rechazan el argumento de Osakidetza de que se trata de una optimización de recursos y aseguran que es un “recorte puro y duro”. En cualquier caso, el cierre de camas en los hospitales más importantes de la red sanitaria pública esd una polémica cíclica que coincide con los diferentes periodos vacacionales del año. Desde Osakidetza aseguran que “ningún paciente se va a quedar sin asistencia por falta de cama”, pero las centrales denuncian que la supresión de camas satura de trabajo a la plantilla y los servicios de urgencia. Y, además, supone “destrucción de empleo” porque “se deja de contratar a personas que podrían sustituir a los trabajadores que cogen vacaciones esos días”, subraya Encarna de la Maza, portavoz del Sindicato de Enfermería de Euskadi (Satse). “La enfermedad no se va va de vacaciones”, apostilla de la Maza.

Para la representante del Satse, durante las festividades se reduce “al mínimo” el personal. “El cierre de camas se debe a razones puramente economicistas y de ahorro, no a razones de asistencia sanitaria. Los cierres provocan la sobrecarga del escaso personal con el que cuenta Osakidetza en estas fechas”. Aunque Osakidetza mantenga que la actividad baja y que también se cierran quirófanos, “las necesidades no disminuyen. Los enfermos crónicos siguen necesitando la misma asistencia que cualquier otro día del año”.

Íñigo Garduño, responsable del área sanitaria de Comisiones Obreras Euskadi, considera que Osakidetza tendría que hacer un uso “más racional de los recursos a lo largo del año. ”Cerrar camas y quirófanos durante las vacaciones conlleva después que haya que operar por las tardes por medio del sistema de autoconcertación, es decir, pagando horas extras al personal“.

Además, de la Maza añade las “molestias” que provocan a los pacientes que ya se encuentran ingresados. “En ocasiones, algunos enfermos tienen que ser trasladados de unidad para cerrar por completo un área. Esos pacientes van a ser atendidos por otros profesionales y en un área diferente a la suya habitual”.

Las centrales entienden que el cierre de camas impide mantener el ritmo de trabajo del conjunto del año e impide ingresar ágilmente a pacientes urgentes. “Osakidetza da su servicio al límite”, critican.

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